A los caballos (probablemente) no les gusta que los monten.

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Se dice “probable”, porque si bien los científicos aún tienen que idear una manera de preguntar con precisión a un gran número de caballos cómo se sienten al ser montados, se han realizado investigaciones que analizan las preferencias de los caballos en lo que respecta al trabajo montado. Por ejemplo, si los caballos prefieren quedarse y trabajar en una arena o en un campo, o dejar de ser un burdo transporte de humanos para reunirse con sus compañeros de manada y / u obtener comida en el establo. O si prefieren correr detrás de una bocha de polo y recibir golpes en sus patas o cabeza, en lugar de pastorear con sus pares. O si voluntariamente eligen saltar obstáculos a una cierta altura o evitarlos en vez de corretear libres por las praderas.

Si a los caballos les encanta que los monten, probablemente mostraran entusiasmo por lo que “prepara el escenario” para que ocurra la equitación. Se alinearían en la puerta, entrarían voluntariamente en el granero cuando se abriera la puerta y se colocarían donde pudieran ser clavados fácilmente en sus patas, todo sin ninguna otra señal o entrenamiento intencionado. Por el contrario, a los perros (probablemente) les encanta ir a lugares con sus amigos humanos en el automóvil. Si reciben un indicio de que la familia sale de paseo, se suben al vehículo. Allí, esperan ansiosos asi el recorrido fuera de cinco minutos. La forma en que han decidido que (probablemente) les encanta ir en el auto se basa en su comportamiento: su entusiasmo feliz . 

Si a los caballos les encantara que los montaran, los humanos probablemente no necesitarían látigos, espuelas u otros dispositivos para hacerlos participar voluntariamente en deportes equinos. Por el contrario, los perros se comportan como si les encantara practicar deportes caninos con la familia adoptiva. Nunca se ha tenido que usar un látigo para hacer que se sumerjan en la casa o para salir al patio trasero Los caballos han evolucionado para moverse a grandes distancias, casi de forma continua. Cuando se frustra el movimiento, como sucede cuando los caballos están confinados en establos o potreros, los caballos pueden exhibir un comportamiento de rebote (un aumento en el movimiento locomotor) cuando tienen la oportunidad de moverse nuevamente. Pero tal comportamiento no debe equipararse con el amor por la actividad elegida por los humanos en la que deseamos que se involucren.

Fallido título de un video ilustrativo (Hecho sucedido en General Madariaga)

En el trabajo de los domesticadores se encuentran caballos cuyo comportamiento indica que claramente ni siquiera toleran que los monten, y mucho menos les encanta. Hay caballos que necesitan ser atados cruzados para ser arreglados y ensillados, para evitar que muerdan al humano. Hay caballos que se mueven explosivamente debajo de la silla de montar, o que mueven la cola con enojo. Hay caballos que están nerviosos en el momento que les colocan la silla de montar, o que se encabritan o saltan debajo de esa silla. Observar el comportamiento de un caballo puede darnos pistas sobre cómo se sienten con respecto a una actividad.


PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 26, 2021


 

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