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  Prof. Dra. María Elena Cisneros Rueda. 

En su discurso de cierre de campaña del 21 de setiembre de 1973, el candidato Juan Domingo Perón decía: ”…ningún dirigente podrá engrandecerse con la desgracia de los demás pero sí desprestigiarse por una elemental falta de ética política y humana” (el original de este discurso manuscrito obra en mi poder).

Entonces si vamos a las leyes fundamentales de la Doctrina Justicialista en Si misma, o sea a sus Verdades encontramos que en primer lugar se toma a la Democracia como valor fundamental donde “el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”, se refiere a todo el pueblo o a la gran mayoría del pueblo y no a un sector involucrado emocionalmente con la figura de cualquier dirigente.

Ciertamente el Justicialismo es “esencialmente popular”, vale decir formado por la inmensa mayoría del pueblo trabajador, existiendo una gran diferencia entre los términos “popular” y “populista”. “Popular” es un adjetivo que significa que pertenece al pueblo o grupo mayoritario de una población o que tiene su origen en él. El “Populismo” es una tendencia política que manifiesta defender los “intereses y aspiraciones” del pueblo pero que en realidad es utilizado como pantalla para atender a los propios intereses personales de quienes se embarcan bajo tal denominación.

Para la Doctrina Justicialista existe un solo tipo de personas: las que trabajan. Eso significa que aquellos que no lo hacen, que viven de una dádiva del gobierno populista, que no estudian, que prefieren la droga a la alimentación correcta, que gustan de  robar, acechar, maltratar, envilecer, matar, destruir, cortar rutas y  servicios esenciales para sus conciudadanos, naturalmente ese tipo de personas bajo ningún concepto pueden decir que son  justicialistas, debido a que para el creador de la Doctrina el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber , debido a que es más que justo que cada uno produzca al menos lo que consume.

Bajo estos principios,  para un argentino no puede haber nada mejor que otro argentino y por supuesto nunca nadie dentro de la doctrina debe sentirse con aires reales y deseos dinásticos totalmente fuera de lugar porque entonces, todo lo que preconiza con la palabra lo desbarata con el actuar.

Dentro de la acción política del Movimiento, la escala de valores es sin lugar a dudas la siguiente: Primero la Patria, luego el Movimiento y finalmente los hombres. Si la Patria es lo fundamental, y se adhiere realmente al Movimiento, eso significa que cuando surge una duda por ínfima que sea, la persona debe indefectiblemente dar un paso al costado, debido a que su actuar al no ser claro y preciso, perjudica a la Patria y al Movimiento. Nadie tiene que sacar a nadie. La persona por su propia dignidad debe dejar de lado todo orgullo personal y alejarse de la función que está realizando, sea cual fuere. El caso es que la política no es un fin sino un medio para lograr el bien de la Patria, que es lo único en definitiva que subsiste, puesto que los hombres pasan, pero la Patria siempre queda.

Las dos ramas fundamentales del Justicialismo son la Justicia Social y la ayuda social, significa que se debe otorgar al pueblo justicia dándole la posibilidad de educarse y evolucionar y por otro lado recibir ayuda idónea lo que no significa limosnas mensuales porque están esperando hijos, porque no consiguen trabajo, porque no pueden movilizarse, porque no quieren salir de su zona de confort, porque les resulta más fácil no hacer nada positivo para la sociedad, sino convertirse en cargas sociales que aquellos que trabajan deben soportar.

El Justicialismo  desea intensamente la Unidad Nacional y por supuesto deja de lado toda contienda porque forja héroes, no mártires, por tanto existe un único grupo social que merece todos los desvelos y se trata de los niños que son el futuro de la Patria.

El Justicialismo, bien llevado a cabo y como corresponde a los objetivos de su creador es una filosofía de vida muy simple, muy práctica y muy popular basada en los fundamentos cristianos dando al prójimo lo mejor que se puede sin por ello avasallarlo y obligarlo a llevar a cabos actos impíos contra sí mismo, su familia, la sociedad y la Patria.

Como doctrina política equilibra el derecho de cada individuo con el de la comunidad, ya que el ser humano vive en comunidad y no aislado. Como doctrina económica, pone el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social. ¿De qué sirve tener depósitos desmesurados si el pueblo padece hambre, enfermedad, analfabetismo, falta de objetivos, imposibilidad de crecer y fructificar, teniendo por único futuro el dejar al país para ir a otro lugar que le otorgue la posibilidad que su propia tierra de nacimiento le niega? Como doctrina social, se habla de una justicia social equilibrada dando a cada persona el derecho que le corresponde en función de lo social,  llevado a cabo como dice la letra, sin utilizar “la viveza criolla”.

Sus tres banderas son: Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, con un gobierno centralizado, un Estado organizado y un pueblo que goce de sus libertades esenciales, debido a que el pueblo  no solamente es soberano pero es la base de toda sociedad que desea evolucionar, mejorar, crecer, mejorar y engrandecer a la Patria.

Estos Altos Principios, parecen haber desaparecido con la partida física de su creador. De inmediato los intereses espurios hicieron su aparición y desbarataron todo intento de continuar lo dejado por el Líder.

No existe un Justicialismo de derecha o de izquierda, blanco o negro, de arriba o de abajo, de adelante o de atrás, mayor o menor, no existen “versiones” del mismo, no existen “dinastías” que traten de perpetuarse en el poder (a través de votos comprados dadivosamente), que de hecho no les pertenece debido a que  son en realidad los servidores del pueblo que por su enorme cantidad no puede gobernad sino a través de sus representantes. No existe un Justicialismo servil a intereses totalmente ajemos a la verdad y realidad argentina como lo son otras formas de gobierno que no condicen en absoluto con el ser argentino. El Justicialismo no se doblega delante de ningún foro, congreso, encuentro o discurso que no sea para el bien absoluto del pueblo.

No es por la fuerza, prendiendo fogatas por todos lados, impidiendo la libre circulación de los ciudadanos, arengando por una persona determinada, amenazando de manera grosera, vociferando y dejando los lugares públicos como campos de batalla. Estos tiempos son otros tiempos. En 1945 cuando el pueblo salió alegremente a la calle para pedir la liberación del hombre que representaba su ilusión, se lavaba los pies en la fuente de la plaza, ahora todos manejan redes sociales, hablan con el lenguaje de TikTok, se visten a la usanza norteamericana que tanto difaman pero que añoran, se manifiestan verbalmente con 100 palabras en su vocabulario, por tanto si aparece alguien lo suficientemente ladino para hacerles creer que posee una inteligencia superior, terminan por aceptarlo, por  falta de formación desde el nivel inicial. Ahora todos “fuman un porro” porque está de moda, todos los estamentos de la sociedad han terminado por claudicar sin oponer resistencia porque es mucho más fácil agachar la cabeza y asentir que afrontar y decir “hasta aquí llegamos”. Solo escucho una frase : “ es  lo que hay”.

Eso señores, no es y nunca será el ideal Justicialista de Juan Domingo Perón. 

 

MARÍA ELENA CISNEROS RUEDA, nacida el 16 de marzo de 1951, en la Provincia de Entre Ríos, Argentina, es: profesora superior de danzas clásicas, profesora superior de danzas españolas, maestra normal nacional, profesora superior de piano, profesora superior de teoría y solfeo, dactilógrafa, licenciada en Ciencias de la Educación, en la  Universidad de Ginebra, Suiza, profesora superior de idioma francés, habla además español inglés, italiano, portugués y hebreo bíblico. Ha compuesto más de 150 obras musicales y escrito: “Cuaderno de Iniciación Musical”, y 15 libros de partituras entre los que se encuentran: “La educación musical de los pequeñitos”, “El señor de la Isla” (obtuvo premio de la ciudad de Meyrin. Suiza), “Rulos y Bigotes”, “La evolución de la musicoterapia a través del tiempo”. En deportes ha practicado: natación, tenis, equitación, golf y cetrería. Entre otros, ha recibido premios como: “Ciudad de Meyrin” (Suiza) en Literatura. “Gian Batista Viotti” (Italia) en música, y “ Rosa Mística”, (Curitiba. Brasil) en piano. Se ha desempeñado como profesora de Parvularios y  Técnica especializada en Dirección y Supervisión de Escuelas de la Universidad Católica Argentina. Es creadora del “Atelier de Creation Musical”, en Ginebra. Suiza y   creadora del “Centro Pedagógico Musical”, en la Escuela de Música de Paraguay. Posee un Masteradocen de Musicoterapia y es doctorante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido de Gran Bretaña).  Un Masterado en Educación Musical en el Instituto de Ribaupuerre Lausanne de  Suiza. Y un Masterado en “Educación y Didáctica Universitaria” en la Universidad Americana de Paraguay. En ese país, donde reside ha sido profesora en: El Ateneo Paraguayo, Colegio de San José, Colegio Teresiano, Colegio San Nicolás de Bari, Panamericana International School, Colegio Francés, Universidad Evangélica, y Universidad Nacional. Actualmente es Profesora investigadora en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Universidad Nacional de Asunción y da clases de piano en la casa que alquila en “Rincón San Lorenzo” un humilde barrio de Asunción. Siendo proteccionista convive con 12 perros y 20 gatos, rescatados. Así espera que el tiempo transcurra y finalmente la lleve a reunirse nuevamente con el amor de su vida, JOSÉ LÓPEZ REGA, quien, en junio de 1989, le dijera por última vez: “Hasta que la muerte nos vuelva a unir”.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 27, 2022


 

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