El juego puede resultar en la pérdida de tiempo, dinero o ambos. Las pérdidas en el juego pueden generar una variedad de consecuencias negativas o daños en el juego. Estos daños pueden variar desde problemas financieros, de relación o psicológicos hasta problemas legales o de salud graves.
A pesar de la exposición de las personas a los productos de juegos de azar, los daños de los juegos de azar a menudo no se denuncian o no se identifican. Los estudios han demostrado que a muchos habitantes de este planeta les gustaría recibir apoyo para sus problemas con el juego, pero pueden ser reacios a buscar ayuda. Los temores al estigma o a la incomprensión, así como a no saber dónde o cómo buscar ayuda, se encuentran entre las principales barreras identificadas.
Estimaciones recientes sugieren que el 7,2 % de los adultos del mundo corren algún riesgo de tener problemas o daños con el juego o ya los están experimentando. Los trabajadores de la salud, los trabajadores sociales y los consejeros familiares y de relaciones aliados pueden ser el primer punto de contacto para las personas que experimentan daños en el juego. El daño del juego se puede experimentar junto con otros desafíos complejos para individuos y familias.
Una barrera común para los profesionales es saber qué preguntas hacer para explorar los daños potenciales del juego. El daño del juego es cualquier consecuencia negativa experimentada por un individuo o miembros de su red social debido a la participación en el juego. Esto se puede experimentar en un espectro que va desde experiencias negativas menores hasta crisis, y no siempre es proporcional a la cantidad de participación en el juego. Los daños del juego pueden incluir:
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Daño en las relaciones (por ejemplo, conflicto dentro de las relaciones, negligencia en las responsabilidades) Daño a la salud (por ejemplo, estrés, depresión, sueño reducido) Daño emocional/psicológico (por ejemplo, sentimientos de arrepentimiento, inutilidad, fracaso) Daño financiero (por ejemplo, deuda de tarjeta de crédito, reducción del gasto en artículos esenciales) Daño laboral/estudio (por ejemplo, rendimiento reducido debido al cansancio, ausentismo).
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El juego puede resultar en la pérdida de tiempo, dinero o ambos. Las pérdidas en el juego pueden generar una variedad de consecuencias negativas o daños en el juego. Estos daños pueden variar desde problemas financieros, de relación o psicológicos hasta problemas legales o de salud graves.
A pesar de la exposición de las personas a los productos de juegos de azar, los daños de los juegos de azar a menudo no se denuncian o no se identifican. Los estudios han demostrado que a muchos habitantes de este planeta les gustaría recibir apoyo para sus problemas con el juego, pero pueden ser reacios a buscar ayuda. Los temores al estigma o a la incomprensión, así como a no saber dónde o cómo buscar ayuda, se encuentran entre las principales barreras identificadas.
Estimaciones recientes sugieren que el 7,2 % de los adultos del mundo corren algún riesgo de tener problemas o daños con el juego o ya los están experimentando. Los trabajadores de la salud, los trabajadores sociales y los consejeros familiares y de relaciones aliados pueden ser el primer punto de contacto para las personas que experimentan daños en el juego. El daño del juego se puede experimentar junto con otros desafíos complejos para individuos y familias.
Una barrera común para los profesionales es saber qué preguntas hacer para explorar los daños potenciales del juego. El daño del juego es cualquier consecuencia negativa experimentada por un individuo o miembros de su red social debido a la participación en el juego. Esto se puede experimentar en un espectro que va desde experiencias negativas menores hasta crisis, y no siempre es proporcional a la cantidad de participación en el juego. Los daños del juego pueden incluir:
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[/ezcol_1third] [ezcol_1third]Daño en las relaciones (por ejemplo, conflicto dentro de las relaciones, negligencia en las responsabilidades)
Daño a la salud (por ejemplo, estrés, depresión, sueño reducido)
Daño emocional/psicológico (por ejemplo, sentimientos de arrepentimiento, inutilidad, fracaso)
Daño financiero (por ejemplo, deuda de tarjeta de crédito, reducción del gasto en artículos esenciales)
Daño laboral/estudio (por ejemplo, rendimiento reducido debido al cansancio, ausentismo).
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Febrero 3, 2022