NOS HEMOS CONVERTIDO en una pusilánime versión de las viejas comedias italianas, donde las penurias diarias de los protagonistas eran llevadas al absurdo del grotesco
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Desde esta columna, no nos cansamos de decir que, si algo de maravilloso tiene la Argentina, es que sabe superar la capacidad de asombro de sus ciudadanos dia a dia. Este “orgullo argentino” ha alcanzado uno de los picos máximos en los últimos días, como la curva de contagios de la COVID-19, aunque estamos seguro de que al igual que lo que sucede con este virus, seguramente volverá A superarse el límite, en una locura que ya se ha convertido en esquizofrenia.
El famoso cantautor K, el que interpretaba el celebre hit de los años 80 “Cuanta mina que tengo” y que volvió a popularizare durante la pandemia con su bizarra canción “Quiero la Pfizer, dame la Pfizer”, burlándose de quienes reclamaban esta vacuna, se supo que se finalmente se vacunó y saben con cual… con la “Pfizer”, gratis y sin viajar a Estados Unidos.
Una jueza penal de Comodoro Rivadavia que participó del juicio a un hombre, en el cual salió condenado a reclusión perpetua por asesinar a un policía, fue a visitarlo a la cárcel, y entre mate y mate, se dieron amorosos abrazos y románticos besos en la boca. En su descargo, la Magistrada dice que fue a “hacer un trabajo académico”.
El gobierno nacional decidió gastar $ 1.000 millones en mejorar las redes de internet en las cárceles, a fin de favorecer la conectividad de los presos y que tengan un acceso igualitario y de calidad de internet, al igual que todos los ciudadanos del país. Mientras que nuestros niños de los barrios más carenciados, no lo tienen, para poder estudiar y las PYMES claman por ayuda económica ante el aumento de la curva de contagios de COVID-19 y los aislamientos que ello genera, impidiéndoles muchas veces poder abrir sus negocios.
Y hablando del aumento de la curva de contagios por COVID-19 que registra nuestro país, muchos argentinos deciden testearse, pero lo hacen en los centros de testeos de Mar del Plata, Pinamar o Punta del Este. Abarrotan los centros de testeos pero también abarrotan las playas y los jóvenes los denominados “after beach”. Justamente esto provoca la saturación de esos centros de testeos, los cuales han comenzado a sufrir escenas de violencia física hacia los médicos y enfermeras, quienes trabajan a destajo y quienes piden a gritos que le den seguridad. En tanto los agentes de policías son enviados a caminar sin sentido por calles y plazas y sin que sus armas tengan cargadores, por orden del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Como dicen, la cosa no termina allí, en internet ya se puede conseguir el pase sanitario trucho y hasta el llavero personalizado con el pase sanitario. Ideal para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama.
En Bahía Blanca apareció un Comando de Restauración Nacional que habría colocado un artefacto explosivo en la casa del Jefe de la Región Sanitaria I en contra del uso del pase sanitario, dejando obviamente prolijos panfletos para que se individualicen a sus autores; los cuales vinculan al grupo con sectores denominados “carapintadas”. Simplemente de manual, empezarán a culpar a los sectores de derecha haciéndoles responsables de los contagios de la COVID-19 y por supuesto del malestar social. Parece que el exponencial crecimiento del libertario esta poniendo nerviosos a los grupos “progres”, sobre todo por la inédita actitud que tuvo de sortear su sueldo de diputado nacional entre la gente, que dicho sea de paso colapsó la página de internet donde uno se podía inscribir al haber superado ya los 500.000 inscriptos.
El Presidente de la Nación no resulta ajeno a todo este desatino. Clama a los cuatro vientos que quiere cerrar el acuerdo con el FMI pero al mismo tiempo dice que no lo hará con recesión.
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2022 – “After beach” en Pinamar, ArgentinaIgnacio Copani, cantautor.La jueza Mariel Suarez, descalza, sentada en el suelo junto al interno de máxima peligrosidad, Cristian Omar “Mai” Bustos compartiendo, mate, selfis y una dudosa aproximación.Alberto Fernández, presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)Javier Milei, sortea su dieta (sueldo) como legisladorAlberto Sordi (f) actor, director y guionista italiano. Fue uno de los grandes nombres de la commedia all’italiana
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Claro, lo que él llama recesión, no es más que el pedido del FMI de bajar el déficit fiscal, pero como el gobierno no esta dispuesto a reducir los gastos de la casta política, como dice el libertario, el mismo deberá caer sobre el ya sufrido ciudadano argentino. En lengua de buen romance: “más impuestos”. Entre tanto se hizo elegir presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con el voto de sus “amiguitos” de Cuba, Venezuela y Nicaragua. De este organismo, creado hace más de una década por el ya fallecido dictador venezolano, no participan Estados Unidos, Canadá ni Brasil.
Como no podía ser de otra manera, la principal oposición del país, no quiso perderse este festival tragicómico y el Gobernador de Jujuy salió a decir que había que pagar la deuda que “ellos habían contraído”, en clara referencia a la anterior gestión presidencial, en un comentario producto de una torpeza increíble, que mereció la ovación del oficialismo y la dura critica de sus propios compañeros de fila. Todos sabemos que el anterior gobierno tuvo que tomar deuda para pagar deuda y hacer ajustes, para arreglar el desajuste de que le dejo la hoy Vicepresidente de la Nación.
Y como la frutilla del postre, la joven entrerriana condenada por asesinar a su ex novio, ahora sale a decir que en realidad el que lo mató fue su papá.
Tristemente Argentina se ha convertido en una pusilánime versión de las viejas comedias italianas, donde las penurias diarias de los protagonistas eran llevadas al absurdo del grotesco, situación claro que es producto de esta Argentina sumergida en la decadencia, la pobreza y la miseria.
Como decía el genial Groucho Marx: “No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos”.
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NOS HEMOS CONVERTIDO en una pusilánime versión de las viejas comedias italianas, donde las penurias diarias de los protagonistas eran llevadas al absurdo del grotesco
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Desde esta columna, no nos cansamos de decir que, si algo de maravilloso tiene la Argentina, es que sabe superar la capacidad de asombro de sus ciudadanos dia a dia. Este “orgullo argentino” ha alcanzado uno de los picos máximos en los últimos días, como la curva de contagios de la COVID-19, aunque estamos seguro de que al igual que lo que sucede con este virus, seguramente volverá A superarse el límite, en una locura que ya se ha convertido en esquizofrenia.
El famoso cantautor K, el que interpretaba el celebre hit de los años 80 “Cuanta mina que tengo” y que volvió a popularizare durante la pandemia con su bizarra canción “Quiero la Pfizer, dame la Pfizer”, burlándose de quienes reclamaban esta vacuna, se supo que se finalmente se vacunó y saben con cual… con la “Pfizer”, gratis y sin viajar a Estados Unidos.
Una jueza penal de Comodoro Rivadavia que participó del juicio a un hombre, en el cual salió condenado a reclusión perpetua por asesinar a un policía, fue a visitarlo a la cárcel, y entre mate y mate, se dieron amorosos abrazos y románticos besos en la boca. En su descargo, la Magistrada dice que fue a “hacer un trabajo académico”.
El gobierno nacional decidió gastar $ 1.000 millones en mejorar las redes de internet en las cárceles, a fin de favorecer la conectividad de los presos y que tengan un acceso igualitario y de calidad de internet, al igual que todos los ciudadanos del país. Mientras que nuestros niños de los barrios más carenciados, no lo tienen, para poder estudiar y las PYMES claman por ayuda económica ante el aumento de la curva de contagios de COVID-19 y los aislamientos que ello genera, impidiéndoles muchas veces poder abrir sus negocios.
Y hablando del aumento de la curva de contagios por COVID-19 que registra nuestro país, muchos argentinos deciden testearse, pero lo hacen en los centros de testeos de Mar del Plata, Pinamar o Punta del Este. Abarrotan los centros de testeos pero también abarrotan las playas y los jóvenes los denominados “after beach”. Justamente esto provoca la saturación de esos centros de testeos, los cuales han comenzado a sufrir escenas de violencia física hacia los médicos y enfermeras, quienes trabajan a destajo y quienes piden a gritos que le den seguridad. En tanto los agentes de policías son enviados a caminar sin sentido por calles y plazas y sin que sus armas tengan cargadores, por orden del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Como dicen, la cosa no termina allí, en internet ya se puede conseguir el pase sanitario trucho y hasta el llavero personalizado con el pase sanitario. Ideal para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama.
En Bahía Blanca apareció un Comando de Restauración Nacional que habría colocado un artefacto explosivo en la casa del Jefe de la Región Sanitaria I en contra del uso del pase sanitario, dejando obviamente prolijos panfletos para que se individualicen a sus autores; los cuales vinculan al grupo con sectores denominados “carapintadas”. Simplemente de manual, empezarán a culpar a los sectores de derecha haciéndoles responsables de los contagios de la COVID-19 y por supuesto del malestar social. Parece que el exponencial crecimiento del libertario esta poniendo nerviosos a los grupos “progres”, sobre todo por la inédita actitud que tuvo de sortear su sueldo de diputado nacional entre la gente, que dicho sea de paso colapsó la página de internet donde uno se podía inscribir al haber superado ya los 500.000 inscriptos.
El Presidente de la Nación no resulta ajeno a todo este desatino. Clama a los cuatro vientos que quiere cerrar el acuerdo con el FMI pero al mismo tiempo dice que no lo hará con recesión.
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2022 – “After beach” en Pinamar, Argentina 
Ignacio Copani, cantautor. 
La jueza Mariel Suarez, descalza, sentada en el suelo junto al interno de máxima peligrosidad, Cristian Omar “Mai” Bustos compartiendo, mate, selfis y una dudosa aproximación. 
Alberto Fernández, presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) 
Javier Milei, sortea su dieta (sueldo) como legislador 
Alberto Sordi (f) actor, director y guionista italiano. Fue uno de los grandes nombres de la commedia all’italiana
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Claro, lo que él llama recesión, no es más que el pedido del FMI de bajar el déficit fiscal, pero como el gobierno no esta dispuesto a reducir los gastos de la casta política, como dice el libertario, el mismo deberá caer sobre el ya sufrido ciudadano argentino. En lengua de buen romance: “más impuestos”. Entre tanto se hizo elegir presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con el voto de sus “amiguitos” de Cuba, Venezuela y Nicaragua. De este organismo, creado hace más de una década por el ya fallecido dictador venezolano, no participan Estados Unidos, Canadá ni Brasil.
Como no podía ser de otra manera, la principal oposición del país, no quiso perderse este festival tragicómico y el Gobernador de Jujuy salió a
decir que había que pagar la deuda que “ellos habían contraído”, en clara referencia a la anterior gestión presidencial, en un comentario producto de una torpeza increíble, que mereció la ovación del oficialismo y la dura critica de sus propios compañeros de fila. Todos sabemos que el anterior gobierno tuvo que tomar deuda para pagar deuda y hacer ajustes, para arreglar el desajuste de que le dejo la hoy Vicepresidente de la Nación.
Y como la frutilla del postre, la joven entrerriana condenada por asesinar a su ex novio, ahora sale a decir que en realidad el que lo mató fue su papá.
Tristemente Argentina se ha convertido en una pusilánime versión de las viejas comedias italianas, donde las penurias diarias de los protagonistas eran llevadas al absurdo del grotesco, situación claro que es producto de esta Argentina sumergida en la decadencia, la pobreza y la miseria.
Como decía el genial Groucho Marx: “No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos”.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 10, 2022