Los juicios por los mal llamados delitos de lesa humanidad, sobre hechos ocurridos hace más de cuarenta años, tienen hoy como víctimas a quienes combatieron durante el gobierno democrático peronista, y hasta finales de 1981 a las organizaciones terroristas de izquierda. Las mismas asolaban a la sociedad toda, con acciones vandálicas atroces.
Asesinatos calamitosos, detonación de bombas en lugares públicos, toma de cuarteles, comisarias, secuestro de empresarios y uniformados, retenidos en “cárceles del pueblo”. Estos oscuros pozos de espacio reducido, eran los lugares donde en condiciones infrahumanas torturaban a sus víctimas, para sacar información y dinero para destinar a la guerra fratricida desatada.
Quienes combatieron en mayoría a los terroristas antidemocráticos, fueron: las fuerzas armadas, de seguridad, policiales y también gente civil.
Pareciera haberse olvidado que ante el incontenible caos reinante, durante el gobierno de ISABEL PERON, los políticos firmaron 4 decretos (261/75, 2770/75, 2771/75 y 2772/75) ordenando combatir y aniquilar el accionar terrorista, primero en los montes tucumanos y luego en el resto del país. Pacificada la Argentina, en 1983 volvió la democracia, y el miedo, el dolor y la muerte que viviera la sociedad pasó al olvido. Pero, el 23 de febrero de 1989 (ayer se cumplieron 32 años), pleno gobierno democrático de RAÚL ALFONSÍN (considerado por ciertos sectores “el padre de la democracia”) nuevamente detonaron las armas y nuevamente se impuso la sangre, el dolor y la muerte. Psicópatas terroristas comandados por el sanguinario GORRIARÁN MERLO copaban en las primeras horas de la mañana el Regimiento de Infantería III y el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado I en la Tablada. Trágico evento que quedó inscripto en nuestra historia como: Copamiento del Cuartel de La Tablada, Combate de la Tablada o La batalla de la Tablada. El tiempo siguió su curso, y los miedos fueron nuevamente olvidados, y entonces todos aquellos uniformados que combatieron a los terroristas, primero en los años setenta y luego en la Tablada, en los aciagos días de enero de 1989, terminaron en la cárcel. La “memoria, verdad y justicia” reemplazó a la “historia, verdad y justicia” y entonces los buenos pasaron a ser genocidas y los malos, que habían sido verdaderos asesinos seriales, mutaron en “jóvenes idealistas que luchaban por la democracia”.
Así las organizaciones de “Derechos Humanos” (para algunos) se radicalizaron al ser copadas por los hijos de los guerrilleros, que a su vez son querellantes en los “juicios”, mal llamados de lesa humanidad, y lo propio pasó con algunos ministerios y la administración de no pocas cajas del estado.
Recuerdo cuando ciertos hipócritas políticos, que viven como reyes, rodeados de privilegios, militaban para llegar a ser nuestros gobernantes y decían: “Queremos una patria libre, justa y soberana”,“San Martin, Rosas y Perón, la tercera posición”,“sino tomamos el poder por las urnas, lo tomaremos por las armas”. Estos mentirosos, hoy niegan que haya presos políticos, mientras en prisión, al presente, ya murieron 618 adultos mayores, de los cuales el 80 % no tienen condena firme, por haber cometido el “pecado” de combatir al terrorismo. Mientras tanto la clase de política festeja sus “triunfos”: el haber cedido un espacio de nuestro suelo para una base china en Neuquén, la entrega de la soberanía sobre la Cuenca del Plata, el empobrecimiento de los jubilados, la destrucción de las Instituciones Educativas. Ni hablar de los empresarios que se trasladas a países limítrofes, de los sindicalistas ricos, al tiempo que los trabajadores de la salud, educación y seguridad sobreviven con sueldos que no cubren sus necesidades básicas.
Los políticos y sus familiares por supuesto todos millonarios en moneda extranjera. ¡Por Favor, terminen con el curro de los derechos humanos! Pónganse a gobernar honestamente de una vez por todas y liberen a los verdaderos presos políticos, que no son MILAGRO SALA, BOUDOU y ni DE VIDO, bien condenados por corruptos.
¡EN ARGENTINA, LOS HEROES ESTÁN PRESOS Y LOS CORRUPTOS EN EL GOBIERNO!
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Por Miguel F. Prestofelippo.
32 ANIVERSARIO DEL COMBATE DE LA TABLADA
Los juicios por los mal llamados delitos de lesa humanidad, sobre hechos ocurridos hace más de cuarenta años, tienen hoy como víctimas a quienes combatieron durante el gobierno democrático peronista, y hasta finales de 1981 a las organizaciones terroristas de izquierda. Las mismas asolaban a la sociedad toda, con acciones vandálicas atroces.
Asesinatos calamitosos, detonación de bombas en lugares públicos, toma de cuarteles, comisarias, secuestro de empresarios y uniformados, retenidos en “cárceles del pueblo”. Estos oscuros pozos de espacio reducido, eran los lugares donde en condiciones infrahumanas torturaban a sus víctimas, para sacar información y dinero para destinar a la guerra fratricida desatada.
Quienes combatieron en mayoría a los terroristas antidemocráticos, fueron: las fuerzas armadas, de seguridad, policiales y también gente civil.
Pareciera haberse olvidado que ante el incontenible caos reinante, durante el gobierno de ISABEL PERON, los políticos firmaron 4 decretos (261/75, 2770/75, 2771/75 y 2772/75) ordenando combatir y aniquilar el accionar terrorista, primero en los montes tucumanos y luego en el resto del país. Pacificada la Argentina, en 1983 volvió la democracia, y el miedo, el dolor y la muerte que viviera la sociedad pasó al olvido. Pero, el 23 de febrero de 1989 (ayer se cumplieron 32 años), pleno gobierno democrático de RAÚL ALFONSÍN (considerado por ciertos sectores “el padre de la democracia”) nuevamente detonaron las armas y nuevamente se impuso la sangre, el dolor y la muerte. Psicópatas terroristas comandados por el sanguinario GORRIARÁN MERLO copaban en las primeras horas de la mañana el Regimiento de Infantería III y el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado I en la Tablada. Trágico evento que quedó inscripto en nuestra historia como: Copamiento del Cuartel de La Tablada, Combate de la Tablada o La batalla de la Tablada. El tiempo siguió su curso, y los miedos fueron nuevamente olvidados, y entonces todos aquellos uniformados que combatieron a los terroristas, primero en los años setenta y luego en la Tablada, en los aciagos días de enero de 1989, terminaron en la cárcel. La “memoria, verdad y justicia” reemplazó a la “historia, verdad y justicia” y entonces los buenos pasaron a ser genocidas y los malos, que habían sido verdaderos asesinos seriales, mutaron en “jóvenes idealistas que luchaban por la democracia”.
Así las organizaciones de “Derechos Humanos” (para algunos) se radicalizaron al ser copadas por los hijos de los guerrilleros, que a su vez son querellantes en los “juicios”, mal llamados de lesa humanidad, y lo propio pasó con algunos ministerios y la administración de no pocas cajas del estado.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Recuerdo cuando ciertos hipócritas políticos, que viven como reyes, rodeados de privilegios, militaban para llegar a ser nuestros gobernantes y decían: “Queremos una patria libre, justa y soberana”, “San Martin, Rosas y Perón, la tercera posición”, “sino tomamos el poder por las urnas, lo tomaremos por las armas”. Estos mentirosos, hoy niegan que haya presos políticos, mientras en prisión, al presente, ya murieron 618 adultos mayores, de los cuales el 80 % no tienen condena firme, por haber cometido el “pecado” de combatir al terrorismo. Mientras tanto la clase de política festeja sus “triunfos”: el haber cedido un espacio de nuestro suelo para una base china en Neuquén, la entrega de la soberanía sobre la Cuenca del Plata, el empobrecimiento de los jubilados, la destrucción de las Instituciones Educativas. Ni hablar de los empresarios que se trasladas a países limítrofes, de los sindicalistas ricos, al tiempo que los trabajadores de la salud, educación y seguridad sobreviven con sueldos que no cubren sus necesidades básicas.
Los políticos y sus familiares por supuesto todos millonarios en moneda extranjera. ¡Por Favor, terminen con el curro de los derechos humanos! Pónganse a gobernar honestamente de una vez por todas y liberen a los verdaderos presos políticos, que no son MILAGRO SALA, BOUDOU y ni DE VIDO, bien condenados por corruptos.
¡EN ARGENTINA, LOS HEROES ESTÁN PRESOS Y LOS CORRUPTOS EN EL GOBIERNO!
MIGUEL PRESTOFELIPPO
Ciudadano de Argentina
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 24, 2021