La República Argentina es un eterno dejá vu. Un país donde el hoy es un continuo ayer, en el cual sus habitantes corremos en círculos, mordiéndonos continuamente la cola.
Tristes recuerdos del pasado vuelven a aparecer en el presente, como si la historia fuera una perfecta circunferencia de 360º que siempre nos devuelve al punto de partida. No importa lo que hagamos o cuanto avancemos como Nación, parece que estamos condenados a volver siempre al principio, para comenzar de nuevo.
Crisis económica, social, política, inflación, saqueos, inseguridad; antiguas postales que se reciclan en la actualidad, con pintorescos toques del siglo XXI.
El inexorable paso del tiempo hace que 6 de cada 10 jóvenes no tengan recuerdos de aquella noche negra que vivimos en los 70. Solo saben de la crisis del 2001 y la historia para ellos cuenta de allí para adelante.
El relato oficial, impuesto por una espuria minoría desde hace dos décadas, oculta lo que pasó en el país antes del 24 de Marzo de 1976, que trágicamente vuelve a sobrevolar nuestro país por estas horas.
El lunes posterior a las últimas elecciones PASO, el gobierno nos desayunó con una brutal devaluación del 25% que hizo disparar el precio del dólar, los alimentos y las tarifas públicas, llevando la inflación anual a un 113%. Un 4 de Junio de 1975 el entonces gobierno (también peronista) se desencajó con una devaluación cercana al 62%, que de igual manera, disparó el precio del dólar, los alimentos y las tarifas públicas, llevando la inflación al 182%.
Hoy la inseguridad como el avance del narcotráfico es el tema recurrente de todos los días. Todos los días tenemos muertos por ese motivo. Un 19 de marzo de 1976 el diario “La Opinión” de Jacobo Timerman publicaba como titular: “Un muerto cada cinco horas, una bomba cada tres”. Hoy nos asola el narcotráfico y la narco criminalidad o peor aún, quizás un marco terrorismo; ayer fue el terrorismo. Al respecto no podemos dejar de mencionar que en círculos oficiales se evalúa la posibilidad de que los saqueos a comercios en los últimos días, hayan sido protagonizados por bandas vinculadas al narcotráfico. Incluso algunos periodistas han vinculado al Movimiento Evita (cuyo líder fue miembro de la organización terrorista Montoneros y creador del grupo Quebracho) en tales hechos, siendo necesario recordar que ese Movimiento ha colado militantes como fiscales, que se desempeñan en forma exclusiva en los denominados juicios de lesa.Nadie duda ya de los contactos del narcotráfico con la política.
Hoy los argentinos tienen la sensación de estar frente a un gobierno debilitado, a la deriva, casi una ausencia de poder. El Presidente la Nación no habla porque dice que no es candidato. La Vicepresidenta Nación tampoco lo hace, estando recluida en el sur del país. Los pocos voceros que hablan lo hacen para negar la realidad. El 10 de Septiembre de 1975, un cable confidencial del Embajador de EEUU al Departamento de Estado decía: “El poder político real no reside más en la Presidenta. A esta altura, si se queda como Presidenta o no, es una cuestión casi de interés académico. Hay un vacío de poder en el centro y no será ella quien lo llene”.
En 1975 todos sintonizaban Radio Colonia, pues suponían que era la única que decía la verdad de lo que sucedía en el país. Nadie escuchaba los noticieros, consideraban que ocultaban la verdad. Hoy sucede exactamente lo mismo y por ello no nos despegamos del WhatsApp, donde reenviamos videos y artículos como si fuera la verdad revelada.
Las últimas elecciones presidenciales PASO demostraron que la gente está harta de los políticos y por ello buscan alternativas “outsider” como el peluca anarco-liberal, que sigue creciendo en las encuestas o alternativas como la de la principal oposición. Un 16 de Marzo de 1976 el principal líder de la oposición, Ricardo Balbín pronunciaba un discurso por radio y televisión donde decía: “Algunos suponen que yo he venido a dar soluciones y no las tengo. Pero la hay”; lo que produjo que la sociedad clamara por la intervención de las Fuerzas Armadas.
Ambos contextos son casi calcados, con la única salvedad que ahora tenemos dos alternativas políticas que pueden poner fin a la agonía que viene nuestro país. En la década del 70 no las hubo y por esa razón intervinieron las Fuerzas Armadas. Así como hoy la sociedad clama por orden y que se haga cumplir la ley, así lo hizo en la década del 70. No hay diferencia en el reclamo, solo que aquella vez no hubo alternativa pues los mismos partidos imploraron la intervención de las Fuerzas Armadas; las cuales hoy no existen por la persecución y humillación a las que fueron sometidas, a la vez que las fuerzas policiales (igualmente degradadas) encuentran maniatadas de actuar, por las teorías progres que enarbola un cooptado Poder Judicial.
Con errores y virtudes las Fuerzas Armadas cumplieron con su deber, como seguramente lo harán quienes asuman el próximo 10 de Diciembre. Todo eso lo de instalar un plan de represión, instalar el miedo a la derecha y demás yerbas, son todos artilugios discursivos del progresismo que se reutilizan en estos días. Bla bla puro. Si van a hablar de represión y sangre en las calles primero que expliquen lo de Maldonado o difundan la verdadera lista de desaparecidos entre 1976-1983 y después hablen.
Solo esperamos que esta vez la sociedad cambie. Que superada la angustia y la incertidumbre que hoy nos atraviesa, no se de vuelta para acusar a quienes lo lograron, olvidando lo que hoy demandan y exigen; como hicieron con los miembros de las Fuerzas Armadas, Policiales, de Seguridad y civiles, que se pudren en una cárcel, solo por haber cumplido con el preciso mandato de una sociedad en una determinada década.
Alguna vez Tennyson escribió: “La autoridad se olvida de un rey agonizante”. No hay verdad más grande para quienes sufren una verdadera persecución judicial solo por haber defendido a la Patria. Rogamos que todo esto sirva para que la sociedad argentina madure de una vez y reconozca el deber de memoria y reconocimiento que les debe.
Si ello no sucede, no habremos aprendido nada y quienes próximamente asuman los destinos del país corren serio riesgo de seguir la misma suerte, solo que esta vez en menos tiempo.
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Por Dr. Gonzalo P. Miño.
La República Argentina es un eterno dejá vu. Un país donde el hoy es un continuo ayer, en el cual sus habitantes corremos en círculos, mordiéndonos continuamente la cola.
Tristes recuerdos del pasado vuelven a aparecer en el presente, como si la historia fuera una perfecta circunferencia de 360º que siempre nos devuelve al punto de partida. No importa lo que hagamos o cuanto avancemos como Nación, parece que estamos condenados a volver siempre al principio, para comenzar de nuevo.
Crisis económica, social, política, inflación, saqueos, inseguridad; antiguas postales que se reciclan en la actualidad, con pintorescos toques del siglo XXI.
El inexorable paso del tiempo hace que 6 de cada 10 jóvenes no tengan recuerdos de aquella noche negra que vivimos en los 70. Solo saben de la crisis del 2001 y la historia para ellos cuenta de allí para adelante.
El relato oficial, impuesto por una espuria minoría desde hace dos décadas, oculta lo que pasó en el país antes del 24 de Marzo de 1976, que trágicamente vuelve a sobrevolar nuestro país por estas horas.
El lunes posterior a las últimas elecciones PASO, el gobierno nos desayunó con una brutal devaluación del 25% que hizo disparar el precio del dólar, los alimentos y las tarifas públicas, llevando la inflación anual a un 113%. Un 4 de Junio de 1975 el entonces gobierno (también peronista) se desencajó con una devaluación cercana al 62%, que de igual manera, disparó el precio del dólar, los alimentos y las tarifas públicas, llevando la inflación al 182%.
Hoy la inseguridad como el avance del narcotráfico es el tema recurrente de todos los días. Todos los días tenemos muertos por ese motivo. Un 19 de marzo de 1976 el diario “La Opinión” de Jacobo Timerman publicaba como titular: “Un muerto cada cinco horas, una bomba cada tres”. Hoy nos asola el narcotráfico y la narco criminalidad o peor aún, quizás un marco terrorismo; ayer fue el terrorismo. Al respecto no podemos dejar de mencionar que en círculos oficiales se evalúa la posibilidad de que los saqueos a comercios en los últimos días, hayan sido protagonizados por bandas vinculadas al narcotráfico. Incluso algunos periodistas han vinculado al Movimiento Evita (cuyo líder fue miembro de la organización terrorista Montoneros y creador del grupo Quebracho) en tales hechos, siendo necesario recordar que ese Movimiento ha colado militantes como fiscales, que se desempeñan en forma exclusiva en los denominados juicios de lesa. Nadie duda ya de los contactos del narcotráfico con la política.
Hoy los argentinos tienen la sensación de estar frente a un gobierno debilitado, a la deriva, casi una ausencia de poder. El Presidente la Nación no habla porque dice que no es candidato. La Vicepresidenta Nación tampoco lo hace, estando recluida en el sur del país. Los pocos voceros que hablan lo hacen para negar la realidad. El 10 de Septiembre de 1975, un cable confidencial del Embajador de EEUU al Departamento de Estado decía: “El poder político real no reside más en la Presidenta. A esta altura, si se queda como Presidenta o no, es una cuestión casi de interés académico. Hay un vacío de poder en el centro y no será ella quien lo llene”.
En 1975 todos sintonizaban Radio Colonia, pues suponían que era la única que decía la verdad de lo que sucedía en el país. Nadie escuchaba los noticieros, consideraban que ocultaban la verdad. Hoy sucede exactamente lo mismo y por ello no nos despegamos del WhatsApp, donde reenviamos videos y artículos como si fuera la verdad revelada.
Las últimas elecciones presidenciales PASO demostraron que la gente está harta de los políticos y por ello buscan alternativas “outsider” como el peluca anarco-liberal, que sigue creciendo en las encuestas o alternativas como la de la principal oposición. Un 16 de Marzo de 1976 el principal líder de la oposición, Ricardo Balbín pronunciaba un discurso por radio y televisión donde decía: “Algunos suponen que yo he venido a dar soluciones y no las tengo. Pero la hay”; lo que produjo que la sociedad clamara por la intervención de las Fuerzas Armadas.
Ambos contextos son casi calcados, con la única salvedad que ahora tenemos dos alternativas políticas que pueden poner fin a la agonía que viene nuestro país. En la década del 70 no las hubo y por esa razón intervinieron las Fuerzas Armadas. Así como hoy la sociedad clama por orden y que se haga cumplir la ley, así lo hizo en la década del 70. No hay diferencia en el reclamo, solo que aquella vez no hubo alternativa pues los mismos partidos imploraron la intervención de las Fuerzas Armadas; las cuales hoy no existen por la persecución y humillación a las que fueron sometidas, a la vez que las fuerzas policiales (igualmente degradadas) encuentran maniatadas de actuar, por las teorías progres que enarbola un cooptado Poder Judicial.
Con errores y virtudes las Fuerzas Armadas cumplieron con su deber, como seguramente lo harán quienes asuman el próximo 10 de Diciembre. Todo eso lo de instalar un plan de represión, instalar el miedo a la derecha y demás yerbas, son todos artilugios discursivos del progresismo que se reutilizan en estos días. Bla bla puro. Si van a hablar de represión y sangre en las calles primero que expliquen lo de Maldonado o difundan la verdadera lista de desaparecidos entre 1976-1983 y después hablen.
Solo esperamos que esta vez la sociedad cambie. Que superada la angustia y la incertidumbre que hoy nos atraviesa, no se de vuelta para acusar a quienes lo lograron, olvidando lo que hoy demandan y exigen; como hicieron con los miembros de las Fuerzas Armadas, Policiales, de Seguridad y civiles, que se pudren en una cárcel, solo por haber cumplido con el preciso mandato de una sociedad en una determinada década.
Alguna vez Tennyson escribió: “La autoridad se olvida de un rey agonizante”. No hay verdad más grande para quienes sufren una verdadera persecución judicial solo por haber defendido a la Patria. Rogamos que todo esto sirva para que la sociedad argentina madure de una vez y reconozca el deber de memoria y reconocimiento que les debe.
Si ello no sucede, no habremos aprendido nada y quienes próximamente asuman los destinos del país corren serio riesgo de seguir la misma suerte, solo que esta vez en menos tiempo.
“No olviden al rey que agoniza”.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 28, 2023