Un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU, por sus siglas en inglés) elaboró un modelo matemático que permitirá a los especialistas médicos evaluar si un astronauta es apto para soportar los efectos que experimentará en los próximos vuelos espaciales de larga duración con destino a Marte, informó la institución académica.
Lex van Loon, investigador de la Facultad de Medicina de la ANU, mencionó que la mayor preocupación que existe entorno a los viajes que se realizarán al planeta rojo está relacionada con la exposición prolongada a la microgravedad, que, combinada con la incidencia de la radiación, ocasionará cambios “fundamentales” en los cuerpos de los futuros viajeros.
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“Sabemos que se necesitan entre 6 y 7 meses para viajar a Marte y esto podría causar que la estructura de los vasos sanguíneos o la fuerza de su corazón cambien debido a la ingravidez experimentada como resultado de un viaje espacial de gravedad cero”, señaló Van Loon.
Asimismo, indicó que la utilización de modelos matemáticos ayudará a “predecir si alguien está en condiciones de volar a Marte”, ya que, aseguró, “hay más cupos para que las personas ricas, pero no necesariamente sanas, vayan al espacio”, debido al incremento en la oferta de “vuelos espaciales comerciales” por parte de compañías privadas como SpaceX y Blue Origin.
Ante este argumento, los autores del estudio, publicado en la revista npj Microgravity, desarrollaron un modelo con la capacidad de simular los cambios que ocurren en el sistema cardiovascular de una persona después de estar expuesta a la microgravedad por largos períodos de tiempo.
Lo hicieron con el propósito de determinar e identificar si el cuerpo humano puede resistir las fuerzas gravitatorias marcianas, que no son tan fuertes como las terrestres.
El modelo utiliza un algoritmo basado en datos de astronautas que han sido recopilados en expediciones anteriores, incluyendo las misiones lunares Apolo.
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“El propósito de nuestro modelo es predecir, con gran precisión, si un astronauta puede llegar con seguridad a Marte sin desmayarse”, afirmó la especialista en medicina de emergencias Emma Tucker, quien explicó que la ausencia de la “atracción gravitacional” provoca que los fluidos se desplacen hacia la parte superior del cuerpo, lo que causará que posteriormente ocurra una deshidratación, dado que la persona acudirá continuamente al baño para eliminar el exceso de líquido. Además, de que no experimentará la sensación de sed, por lo que no beberá ningún tipo de líquido, agravando más la situación.
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“Esta es la razón por la que es posible que veas a los astronautas en las noticias desmayarse cuando vuelven a poner un pie en la Tierra”, precisó Tucker, añadiendo que “esto es algo bastante común como resultado de los viajes espaciales”, por lo que es más probable que una persona colapse a su retorno mientras más tiempo haya permanecido en el espacio.
Otra problemática que enfrentará la futura tripulación para el cumplimiento de sus funciones en la superficie marciana es el retraso en las comunicaciones entre ellos y la Tierra, lo que conllevaría a una interrupción de la asistencia médica inmediata por parte de los equipos de apoyo terrestre. De acuerdo con Von Loon, la ventana de silencio de las señales de radio podría durar alrededor de 20 minutos, dependiendo de la alineación del Sol, la Tierra y Marte.
“Si un astronauta se desmaya cuando sale por primera vez de la nave espacial o si hay una emergencia médica, no habrá nadie en Marte para ayudarlo”, subrayó el investigador, agregando que por esta situación es que se debe de “estar absolutamente seguros de que el astronauta está en condiciones de volar y puede adaptarse al campo gravitatorio de Marte”, para que este pueda “operar de manera efectiva y eficiente con un apoyo mínimo durante esos primeros minutos cruciales”.
Por último, los científicos esperan ampliar las características de simulación de su modelo matemático mediante la utilización de datos de personas con enfermedades cardiacas para observar los efectos de los viajes espaciales prolongados, ya que esto proporcionará un panorama más realista de lo que sucedería en un viaje al espacio realizado por una persona común.
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Un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU, por sus siglas en inglés) elaboró un modelo matemático que permitirá a los especialistas médicos evaluar si un astronauta es apto para soportar los efectos que experimentará en los próximos vuelos espaciales de larga duración con destino a Marte, informó la institución académica.
Lex van Loon, investigador de la Facultad de Medicina de la ANU, mencionó que la mayor preocupación que existe entorno a los viajes que se realizarán al planeta rojo está relacionada con la exposición prolongada a la microgravedad, que, combinada con la incidencia de la radiación, ocasionará cambios “fundamentales” en los cuerpos de los futuros viajeros.
[ezcol_2third]“Sabemos que se necesitan entre 6 y 7 meses para viajar a Marte y esto podría causar que la estructura de los vasos sanguíneos o la fuerza de su corazón cambien debido a la ingravidez experimentada como resultado de un viaje espacial de gravedad cero”, señaló Van Loon.
Asimismo, indicó que la utilización de modelos matemáticos ayudará a “predecir si alguien está en condiciones de volar a Marte”, ya que, aseguró, “hay más cupos para que las personas ricas, pero no necesariamente sanas, vayan al espacio”, debido al incremento en la oferta de “vuelos espaciales comerciales” por parte de compañías privadas como SpaceX y Blue Origin.
[/ezcol_2third] [ezcol_1third_end] [/ezcol_1third_end]Ante este argumento, los autores del estudio, publicado en la revista npj Microgravity, desarrollaron un modelo con la capacidad de simular los cambios que ocurren en el sistema cardiovascular de una persona después de estar expuesta a la microgravedad por largos períodos de tiempo.
Lo hicieron con el propósito de determinar e identificar si el cuerpo humano puede resistir las fuerzas gravitatorias marcianas, que no son tan fuertes como las terrestres.
El modelo utiliza un algoritmo basado en datos de astronautas que han sido recopilados en expediciones anteriores, incluyendo las misiones lunares Apolo.
[ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_2third_end]“El propósito de nuestro modelo es predecir, con gran precisión, si un astronauta puede llegar con seguridad a Marte sin desmayarse”, afirmó la especialista en medicina de emergencias Emma Tucker, quien explicó que la ausencia de la “atracción gravitacional” provoca que los fluidos se desplacen hacia la parte superior del cuerpo, lo que causará que posteriormente ocurra una deshidratación, dado que la persona acudirá continuamente al baño para eliminar el exceso de líquido. Además, de que no experimentará la sensación de sed, por lo que no beberá ningún tipo de líquido, agravando más la situación.
[/ezcol_2third_end]“Esta es la razón por la que es posible que veas a los astronautas en las noticias desmayarse cuando vuelven a poner un pie en la Tierra”, precisó Tucker, añadiendo que “esto es algo bastante común como resultado de los viajes espaciales”, por lo que es más probable que una persona colapse a su retorno mientras más tiempo haya permanecido en el espacio.
Otra problemática que enfrentará la futura tripulación para el cumplimiento de sus funciones en la superficie marciana es el retraso en las comunicaciones entre ellos y la Tierra, lo que conllevaría a una interrupción de la asistencia médica inmediata por parte de los equipos de apoyo terrestre. De acuerdo con Von Loon, la ventana de silencio de las señales de radio podría durar alrededor de 20 minutos, dependiendo de la alineación del Sol, la Tierra y Marte.
“Si un astronauta se desmaya cuando sale por primera vez de la nave espacial o si hay una emergencia médica, no habrá nadie en Marte para ayudarlo”, subrayó el investigador, agregando que por esta situación es que se debe de “estar absolutamente seguros de que el astronauta está en condiciones de volar y puede adaptarse al campo gravitatorio de Marte”, para que este pueda “operar de manera efectiva y eficiente con un apoyo mínimo durante esos primeros minutos cruciales”.
Por último, los científicos esperan ampliar las características de simulación de su modelo matemático mediante la utilización de datos de personas con enfermedades cardiacas para observar los efectos de los viajes espaciales prolongados, ya que esto proporcionará un panorama más realista de lo que sucedería en un viaje al espacio realizado por una persona común.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 24, 2022