El personal de seguridad del Parlamento australiano en Canberra confiscó las copias de un libro sobre Julian Assange que los familiares del activista trataron de llevar consigo al edificio este jueves. Los libros sobre el caso del fundador de Wikileaks, de Nils Melzer, exrelator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, fueron tachados de “material de protesta”, reveló el medio hermano de Assange, Gabriel Shipton.
La familia de Assange y sus seguidores visitaron el Parlamento para instar a los legisladores a intervenir para impedir la extradición del activista del Reino Unido a EE.UU., donde está acusado de espionaje y piratería informática por la publicación desde 2010 de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades de Washington en las guerras de Irak y Afganistán. Assange apeló la decisión sobre su extradición el mes pasado ante la Corte Suprema del Reino Unido.
Shipton afirmó que finalmente pudieron distribuir las copias del libro a los parlamentarios y representantes de la prensa que tenían en una caja que ya estaba en la oficina del legislador Andrew Wilkie, que promueve los intereses de Assange y apoya la iniciativa para lograr que el australiano vuelva a su patria. Además, un empleado de la oficina de Wilkie posteriormente logró recuperar los libros incautados.
“Este es el tipo de cosas que vemos en EE.UU. de Trump, que criticamos en China. ¿Qué teme nuestro Parlamento para impedirnos llevar un libro?”, preguntó la activista Louise Bennet.
Durante su visita a la sede del Legislativo, Gabriel Shipton y el padre de Assange, John Shipton, denunciaron el delicado estado de salud del ciberactivista, que en octubre del año pasado sufrió un derrame cerebral en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Londres, Reino Unido), donde lleva recluido desde abril de 2019.
Gabriel señaló que Assange está sufriendo “tortura psicológica” y “está siendo aplastado” mentalmente, por lo que considera que se trata de “un asesinato en cámara lenta ante nuestros ojos”, que comparó con el homicidio del periodista saudita Jamal Khashoggi.
📔
El personal de seguridad del Parlamento australiano en Canberra confiscó las copias de un libro sobre Julian Assange que los familiares del activista trataron de llevar consigo al edificio este jueves. Los libros sobre el caso del fundador de Wikileaks, de Nils Melzer, exrelator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, fueron tachados de “material de protesta”, reveló el medio hermano de Assange, Gabriel Shipton.
La familia de Assange y sus seguidores visitaron el Parlamento para instar a los legisladores a intervenir para impedir la extradición del activista del Reino Unido a EE.UU., donde está acusado de espionaje y piratería informática por la publicación desde 2010 de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades de Washington en las guerras de Irak y Afganistán. Assange apeló la decisión sobre su extradición el mes pasado ante la Corte Suprema del Reino Unido.
Shipton afirmó que finalmente pudieron distribuir las copias del libro a los parlamentarios y representantes de la prensa que tenían en una caja que ya estaba en la oficina del legislador Andrew Wilkie, que promueve los intereses de Assange y apoya la iniciativa para lograr que el australiano vuelva a su patria. Además, un empleado de la oficina de Wilkie posteriormente logró recuperar los libros incautados.
“Este es el tipo de cosas que vemos en EE.UU. de Trump, que criticamos en China. ¿Qué teme nuestro Parlamento para impedirnos llevar un libro?”, preguntó la activista Louise Bennet.
Durante su visita a la sede del Legislativo, Gabriel Shipton y el padre de Assange, John Shipton, denunciaron el delicado estado de salud del ciberactivista, que en octubre del año pasado sufrió un derrame cerebral en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Londres, Reino Unido), donde lleva recluido desde abril de 2019.
Gabriel señaló que Assange está sufriendo “tortura psicológica” y “está siendo aplastado” mentalmente, por lo que considera que se trata de “un asesinato en cámara lenta ante nuestros ojos”, que comparó con el homicidio del periodista saudita Jamal Khashoggi.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 8, 2022