La guerra “fue un desatino”, decía el general Martín Balza, jefe del ejército en ese entonces, refiriéndose a la recuperación de las Malvinas que ordenara en 1982 el general Galtieri. Tiene toda la razón. Fue un desatino, como son desatinos todas las guerras que en el mundo han sido. Siendo que el tino es moderación o cordura, llegar a emplear la violencia es, por definición, un desatino. Y precisamente por eso, por ir en contra de aquellos principios por los que el hombre siente un innato apego, es que valoramos a los que hacen el supremo sacrificio personal de exponer sus propias vidas y las vidas de sus enemigos por una causa superior. El artículo 21 de la Constitución dice que: “todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria…” Y se supone que armarse no significa esgrimir armas de juguete para realizar un desfile sino empuñar armas de verdadpara realizar el supremo desatino, la magnífica locura, de exponer la vida por un bien superior que nos envuelve a todos. El general Balza, que ha jurado cumplir la constitución, debiera tenerlo en cuenta. La Constitución no es sólo para marcar cuántos años han de actuar las autoridades, sino también –por lo menos lo propone– , para “asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad…”. Libertad que se necesita defender para que sus beneficios sean seguros. Es evidente que Galtieri se equivocó. Fue imprudente. Fracasó como técnico del combate, que debe conocer las condiciones, las tropas, los pertrechos, el terreno, las reservas. La oportunidad cuando se toma la excelsa decisión de cometer el supremo desatino, debe buscarse el asesoramiento de gente idónea que enseñe cómo llegar al único objetivo válido: la victoria, ya que emprender una guerra para no ganarla se parece demasiado al suicidio. Galtieri falló como técnico. Pero no puede negársele a él, ni a ningún otro argentino, el acierto en su propósito de recuperar el territorio nacional y el de emplear la violencia cuando las pacíficas negociaciones han fracasado a lo largo de siglo y medio. ¿No alcanzó un siglo y medio para darse cuenta de que ese no es el camino eficaz? .Pero el objetivo, que la hermanita perdida vuelva a casa, ¿No es acaso el mayor logro al que puedan aspirar los que tienen a su cargo la defensa de la nación? Con sus declaraciones Balza ha puesto en claro la actitud que asumen nuestras fuerzas armadas hasta en la actualidad. Pueden actuar -muy prudentemente- en los Balcanes, en la cochinchina o en cualquier parte del mundo en que nuestros acreedores precisen su presencia. Ahora ¿Haciendo la guerra en defensa de la patria, como lo establece la constitución? ¿O defendiendo a sus camaradas de armas cuando son enjuiciados injustamente? No, eso no. Sería un desatino. Él lo dice. Lo dijo el general. El hombre que nunca estuvo.
El sueño de Balza, era ser Ministro de Guerra, tal me lo dijo un integrante del Ejército en el momento que era Jefe del mismo el citado y en cualquier momento, tenemos la noticia de que el sueño se le cumple, total, vemos a cada uno que se le hacen realidad todas las fantasias de niñoy se las pagamos sin chistar.
A Menem lo elegimos 2 veces, a De la Rua una porque no servia ni para espiar, a los KK los elegimos 3 veces y no seguimos votándolos porque Nestor se murio sino ahora sería el presidente. Quien es el responsable bellos ciudadanos? Y dentro de un tiempo me cuentan de ete gobierno.
Pero también es un gran vivo en un país “muy especial” como es la Argentina en donde tanto se premia a los mentirosos con cargos gubernamentales. Pasea por todos lados sin problemas ya que nadie lo escracha, lo invitan a los canales de televisión, a actos militares, está libre, muchos retirados lo tratan y respetan y en cualquier momento vuelve a la función pública con un puesto en el gobierno. Como dije esto es Argentina. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON·
La guerra “fue un desatino”, decía el general Martín Balza, jefe del ejército en ese entonces, refiriéndose a la recuperación de las Malvinas que ordenara en 1982 el general Galtieri. Tiene toda la razón. Fue un desatino, como son desatinos todas las guerras que en el mundo han sido. Siendo que el tino es moderación o cordura, llegar a emplear la violencia es, por definición, un desatino. Y precisamente por eso, por ir en contra de aquellos principios por los que el hombre siente un innato
apego, es que valoramos a los que hacen el supremo sacrificio personal de exponer sus propias vidas y las vidas de sus enemigos por una causa superior. El artículo 21 de la Constitución dice que: “todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria…” Y se supone que armarse no significa esgrimir armas de juguete para realizar un desfile sino empuñar armas de verdad para realizar el supremo desatino, la magnífica locura, de exponer la vida por un bien superior que nos envuelve a todos. El general Balza, que ha jurado cumplir la constitución, debiera tenerlo en cuenta. La Constitución no es sólo para marcar cuántos años han de actuar las autoridades, sino también –por lo menos lo propone– , para “asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad…”. Libertad que se necesita defender para que sus beneficios sean seguros. Es evidente que Galtieri se equivocó. Fue imprudente. Fracasó como técnico del combate, que debe conocer las condiciones, las tropas, los pertrechos, el terreno, las reservas. La oportunidad cuando se toma la excelsa decisión de cometer el supremo desatino, debe buscarse el asesoramiento de gente idónea que enseñe cómo llegar al único objetivo válido: la victoria, ya que emprender una guerra para no ganarla se parece demasiado al suicidio. Galtieri falló como técnico. Pero no puede negársele a él, ni a ningún otro argentino, el acierto en su propósito de recuperar el territorio nacional y el de emplear la violencia cuando las pacíficas negociaciones han fracasado a lo largo de siglo y medio. ¿No alcanzó un siglo y medio para darse cuenta de que ese no es el camino eficaz? .Pero el objetivo, que la hermanita perdida vuelva a casa, ¿No es acaso el mayor logro al que puedan aspirar los que tienen a su cargo la defensa de la nación? Con sus declaraciones Balza ha puesto en claro la actitud que asumen nuestras fuerzas armadas hasta en la actualidad. Pueden actuar -muy prudentemente- en los Balcanes, en la cochinchina o en cualquier parte del mundo en que nuestros acreedores precisen su presencia. Ahora ¿Haciendo la guerra en defensa de la patria, como lo establece la constitución? ¿O defendiendo a sus camaradas de armas cuando son enjuiciados injustamente? No, eso no. Sería un desatino. Él lo dice. Lo dijo el general. El hombre que nunca estuvo.
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13 thoughts on “Balza – El hombre del desatino…”
Un ejemplar de aquellos
Innombrables Querido amigo . Escriba bello como sólo usted sabe hacerlo . Debemos enterrar todo este desatino .
El sueño de Balza, era ser Ministro de Guerra, tal me lo dijo un integrante del Ejército en el momento que era Jefe del mismo el citado y en cualquier momento, tenemos la noticia de que el sueño se le cumple, total, vemos a cada uno que se le hacen realidad todas las fantasias de niñoy se las pagamos sin chistar.
Un delincuente como Menem
A Menem lo elegimos 2 veces, a De la Rua una porque no servia ni para espiar, a los KK los elegimos 3 veces y no seguimos votándolos porque Nestor se murio sino ahora sería el presidente. Quien es el responsable bellos ciudadanos? Y dentro de un tiempo me cuentan de ete gobierno.
Tendrian que explicar el y menem los de las armas.
Que rabia da mas que todo por que se supone que es un militar y tiene que hacer gala de la honra. y es un terrible mentiroso y cobarde
Pero también es un gran vivo en un país “muy especial” como es la Argentina en donde tanto se premia a los mentirosos con cargos gubernamentales. Pasea por todos lados sin problemas ya que nadie lo escracha, lo invitan a los canales de televisión, a actos militares, está libre, muchos retirados lo tratan y respetan y en cualquier momento vuelve a la función pública con un puesto en el gobierno. Como dije esto es Argentina. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
A Balza lo sacaron del cuento de Kahka
No se olviden de Bendini y Milani que esta trabajando para que si vuelven los KK ser San Martín.
Hay un montón de generales Balza que están escondidos y no se los conoce, pobre ejército y pobre pueblo.
Causa justa, mal ejecutada.
Galtieri era un dipsomano, y Balza siempre un lameculos… si es tan heroe,porque no les hizo frente en ese momento.?