Con enorme preocupación y desagrado me enteré de que un colegio de Palermo estaría por dejar sin trabajo a la profesora Cecilia Pando, recientemente contratada en ese establecimiento, porque personas intolerantes y que evidentemente no entienden de libertad ni de respeto han comenzado a presionar a través de las redes sociales y escrachado a esta señora respetable, mamá de siete hijos, que como tantas mujeres necesita trabajar.
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Me sorprende que un establecimiento educativo (privado y religioso) no sepa defender a sus docentes, que se deje amedrentar por algunas reacciones de aquellos que exigen “libertades de todo tipo”, y que quieren imponer sus ideas como si fueran los dueños de la verdad. Verdad que no es probablemente la de millones de argentinos, como tampoco de los directivos del colegio, que supongo habrán elegido a la señora Pando por la firmeza de sus convicciones. Me pregunto qué dice el Ministerio de Educación ante esta situación, o si organismos como el Inadi defenderán a Cecilia Pando, que en este caso sería discriminada.
Cuánto lamento que en vísperas de la Semana Santa, y cuando todos deberíamos estar bregando por la paz y la verdadera justicia, sigamos enfrentándonos, sembrando resentimientos, presos de la intolerancia y de la violencia de todo tipo que otra vez está inundando nuestra Argentina. Ojalá las autoridades del colegio recapaciten. Y que estos días sirvan para que todos los argentinos busquemos pacificar y tomemos conciencia del mal que podemos hacer si el amor no vence al odio.
Con enorme preocupación y desagrado me enteré de que un colegio de Palermo estaría por dejar sin trabajo a la profesora Cecilia Pando, recientemente contratada en ese establecimiento, porque personas intolerantes y que evidentemente no entienden de libertad ni de respeto han comenzado a presionar a través de las redes sociales y escrachado a esta señora respetable, mamá de siete hijos, que como tantas mujeres necesita trabajar.
[ezcol_1half]Me sorprende que un establecimiento educativo (privado y religioso) no sepa defender a sus docentes, que se deje amedrentar por algunas reacciones de aquellos que exigen “libertades de todo tipo”, y que quieren imponer sus ideas como si fueran los dueños de la verdad. Verdad que no es probablemente la de millones de argentinos, como tampoco de los directivos del colegio, que supongo habrán elegido a la señora Pando por la firmeza de sus convicciones. Me pregunto qué dice el Ministerio de Educación ante esta situación, o si organismos como el Inadi defenderán a Cecilia Pando, que en este caso sería discriminada.
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Cuánto lamento que en vísperas de la Semana Santa, y cuando todos deberíamos estar bregando por la paz y la verdadera justicia, sigamos enfrentándonos, sembrando resentimientos, presos de la intolerancia y de la violencia de todo tipo que otra vez está inundando nuestra Argentina. Ojalá las autoridades del colegio recapaciten. Y que estos días sirvan para que todos los argentinos busquemos pacificar y tomemos conciencia del mal que podemos hacer si el amor no vence al odio.
Luz García Hamilton
Envío y colaboración: DRA. ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Matzo 27, 2018
Tags: Andrea Palomas Alarcón, Luz García Hamilton, María Cecilia PandoRelated Posts
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