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En la cuarta entrega de la serie Camaradas, presentamos dos cartas de opinión del sitio web de APROPOBA, en las cuales se continúa expresando pareceres sobre la temática en disputa.

 

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Agradecer una opinión

De: Elver Gacorta

Para: central@apropoba.com.ar

Enviado el: lunes, 31 de julio de 2017

Asunto: Agradecer una opinión

Totalmente de acuerdo con lo expresado por el Sr. o Sra. B M, al leer el correo al que se refiere sentí bronca, un poquito de asco por leerlo en una página Policial, pero no tengo capacidad dialéctica para refutarlo, me sentí representado por B M, no me hubiera indignado si el articulo al que él se refiere lo hubiese escuchado de boca de VH Morales o de Navarro, pero bueno, hay libertad de expresarse en esta página, gracias B M por expresarse por mi y mucha fuerza y fe en Dios al SEÑOR Comisario Mayor que está pagando lo que seguro no debe y quizá representándonos a muchos Policías contemporáneos con su carrera.

Luis Alberto Zapata

Mayor (RA)

 


Camaradas -Primera Parte-

CAMARADAS – SEGUNDA PARTE

CAMARADAS -Tercera Parte-

 

 

 

 

 

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 3, 2017


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Policía y democracia o policía y leyes – No es lo mismo

De: BM

Para: central@apropoba.com.ar

Enviado el: domingo 30 de julio de 2017

Asunto: POLICÍA Y DEMOCRACIA O POLICÍA Y LEYES. NO ES LO MISMO.

Sres. Camaradas: Dice un camarada respecto de los dichos del señor comisario mayor:

1) “…los hijos de uniformados… (¿coptados?) presos por delitos de lesa humanidad, ¿Quién puede asegurar que esa ausencia no fue lo que provocó ese sentimiento de rechazo a todo lo que tenga que ver con la imposibilidad de construir afecto e interacción familiar, que ahora visibilizan con toda crudeza?…”;

2) “…(Dice el señor comisario mayor) “nos usaron para enfrentarnos con toda la sociedad”. ¿Por quienes se sintieron usados?. No me queda claro…”;

3) “…¿fueron las autoridades gubernamentales o los jueces quienes dispusieron compartir prisión con los policías narcos?… (estos últimos) no mataron, no torturaron, no desaparecieron a nadie ni se apropiaron de bebés, ni obligaron por medio de una coacción irresistible a nadie, a ser parte de un plan criminal.

4) “…me gustaría saber ¿qué significa decir “BASTA…”;

Ahora, con relación a cada frase, con humildad:

1) A menos que el camarada sustente su apreciación en profesión propia (psicología, psquiatría, sociología) o en análisis específicos de estos casos en particular llevados a cabo por profesionales de esas disciplinas, no puedo dejar de imaginar su opinión como una mera expresión del conocimiento vulgar o a lo sumo, diletante, que hace que un lego sostenga una teoría. No me inspira a decir mucho más el asunto, justamente por la sencillez de su abordaje, al menos para mí. Pero sí debo referirme a la coptación. El señor comisario mayor tiene razón, desde los ochenta que la coptación se viene produciendo, quizás no dirigida específicamente a un sector sociai o conjunto, pero sí teniendo por rehén a la sociedad toda, en el marco de un proceso cultural muy parecido al de la desnazificación germana manipulada por los “aliados”;

2) Es claro. Cuál es la duda. Los dirigentes políticos usaron a la policía. Antes de 1976 esos funcionarios vestían trajes y luego uniformes. Es igual, al menos lo es en el sentido que lo plantea el señor oficial superior y yo coincido. Más. Mi señor padre al igual que otros soldados, ya fallecido, miembro de otra Policía y en comisión en el Comando Primer Cuerpo de Ejército desde 1976 hasta 1983, pensaba exactamente lo mismo;

3) Señor camarada. Fue el Estado. El Estado (no importa cuál de sus Poderes) puso a veteranos de una guerra no reconocida con ratas inmorales. Me cago en que los jueces tengan esa facultad. Perdón, lo voy a decir de nuevo porque alguien puede pensar que me equivoqué al tipear: me cago en que los jueces tengan esas facultades, porque toda facultad legal se encuentra dentro del contexto político en la que la misma es concebida o se desarrolla, y debo decir, que son legales las disposiciones de los jueces militares que disponen de personas en Guantánamo o de los jueces alemanes que disponían la vasectomía por la fuerza de los “débiles mentales” entre 1933 y 1939, fundamentalmente. Poner a un narco junto a un soldado, es rebajar al soldado al lugar del narco, cuestión nada accidental y bien meditada por algunos hijos de puta. De nuevo, no le erré: hijos de puta. Y algo más: matar, torturar, desaparecer, apropiarse de bebés, obligar por medio de una coacción irresistible a ser parte de un plan criminal, todo reprochable así enunciado, reduccionismo mediante, pero habrá que ver caso por caso (algún día, aunque sea para la merecida y honesta revisión histórica), porque suena tan moral y tan solemne hacerse el indignado…quisiera saber la cantidad y calidad de los testigos, su relación con las organizaciones terroristas que por entonces asolaban el pais, la objetividad y seriedad en la merituación de las pruebas por parte de los jueces, la identidad de eses jueces (hace poco separaron de una causa “de lesa humanidad” a dos magistrados santiagueños porque se estableció su pasado erpiano), y todo lo demás (documentales, etc) para poder afirmar con tanta certeza y fuera de toda duda, que específicamente tal soldado, hoy detenido, efectivamente cometió tales actos deshonrosos; ah, claro, debo darlo por acredito puesto que la “Corte” lo estableció! Leamos “…cuando en 1986 el ex juez de la Corte del gobierno militar, Adolfo Gabrielli, intentó justificar la convalidación de las bases jurídicas e institucionales justamente de ese gobierno de facto, sostuvo: “[debíamos, por la Corte] volver a los principios, reglas y valores compartidos sanamente por la comunidad, que habían sido abandonados” (Gabrielli, 1986: 12) ¡Esa es también “la Corte”! y más aún, qué prestigio institucional sacralizado tiene, como para que sus cuasi divinos fallos ameriten tal solemne e incuestionable respeto intelectual y jurídico? “La Corte” también es un señor con decenas de propiedades con algunos simpáticos prostíbulos u otro señor con algún departamento parisino y alguna manceba volando por los aires! Es decir…cierra la discusión el hecho que tal o cual tema haya sido determinado por “la Corte”? Seamos inteligentes, por favor.

4) BASTA significa BASTA.

Gracias APROPOBA por este espacio de disenso, y gracias al señor comisario mayor por las enseñanazas que sus palabras nos dejan a los que creemos que el apego de las instituciones es a los valores democráticos y no a las circunstanciales leyes. Si los policías alemanes de la década de 1930 hubieran tenido verdadero apego a valores y no a meras normas, probablemente el nazismo no hubiese tenido el mismo éxito que tristemente tuvo, Kelsen mediante, autor que -soreprendentemente- veo que sigue teniendo fuerte influencia en algunos.

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