Me dirijo a la señora Cristina Elisabet como ciudadana argentina y, no, por su rol de vicepresidente de la Nación. Su condición de dama, me impone, como caballero, el máximo respeto y consideración.
La inquietud que lleva el presente escrito es aportar a sus conocimientos, con humildad, aspectos experimentados durante mis últimos diez años, privado ilegítimamente de la libertad. Todo este tiempo, en situación de “Prisión Preventiva”. Como abogada, sabe que tal condición solo está permitida por ley, dos años. Excepcionalmente, un año más de prórroga.
Distinguida señora… “quédese tranquila” y valore los siguientes aspectos:
Ud. goza de la libertad y de todos los fueros otorgados por la Constitución Nacional.
Se le respeta el principio de inocencia.
Es tratada con igualdad ante la ley.
Ud. no se ve afectada por “el pacto”, realizado por su esposo para construir poder, con el siniestro personaje Horacio Verbysky. Este avieso pacto, permitió “derribar los obstáculos jurídicos”, ergo, Constitución Nacional y, así, condicionar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para juzgar hechos ya prescriptos. Ello posibilitó, además, con la complicidad de la dirigencia política, declarar nulas leyes aprobadas por el Congreso de la Nación, aceptadas como legítimas, por el Poder Judicial durante más de diez años.
De esta manera se logró encarcelar a casi tres mil miembros, en su mayoría, subalternos de las FFAA, FFSS, jueces y empresarios. Lo dicho, muy bien y en reiteradas declaraciones periodísticas, lo ha expresado el señor Presidente Alberto Ángel Fernández, mientras cumplía la doble función de Jefe de Gabinete y “operador judicial” durante el mandato de su fallecido esposo.
Estimada señora, “quédese tranquila”. A Ud. no la acusa un Ministerio Fiscal creadodeliberadamente para sus causas.
Por el contrario, son fiscales nombrados durante los mandatos presidenciales de su extinto marido y suyo respectivamente, lo cual le garantiza la imparcialidad necesaria en el debido proceso.
En mi caso, sí, se creó una estructura fiscal especial y me acusaron fiscales de la agrupación política/ideológica autodenominada “Justicia Legítima”.
Por ello, reitero, quédese tranquila señora. A Ud., la juzga un tribunal compuesto por “jueces naturales” que, igual que los fiscales, fueron designados como manda la Constitución Nacional.
En él mientras tanto, no he tenido su suerte. A mí, me detuvo, un “secretario del fuero económico federal” devenido en Juez Subrogante, nombrado en acordada por una Cámara de Apelaciones, sin respetar el orden de la planilla de subrogantes y sin el voto mayoritario de dicha cámara, es decir: “a dedo”. Obvio, NO NATURAL. Lo recusé por ello, no obstante, sin el debido análisis, fiscales y jueces lo rechazaron.
Como verá, el juicio continuó su marcha, al punto tal, que fui sentenciado y condenado por un tribunal compuesto por jueces, (no naturales), subrogantes pertenecientes al denominado colectivo de “Justicia Legítima” y, vinculados familiarmente con miembros de ONG de DDHH. Y, lo apoteótico, la señora jueza, presidente del jurado, casada con un ex miembro, de la organización terrorista Fuerzas Armadas Peronistas, fusionada, luego con Montoneros. Por este motivo, fui detenido y enjuiciado durante un gobierno constitucional. Condenado a ocho años de prisión. Fue así que, siendo ella, secretaria de un juzgado federal, lo conoció en la prisión. De ésta manera, iniciaron una relación sentimental que aún perdura. (Lo dicho, es comentado en primera persona por la magistrada en el Capítulo 11, “Ernesto y Fátima”, YouTube, serie “Amores de Historias”).
Igual que Ud. recusé al tribunal. En este caso, podríamos coincidir que “un matrimonio”, es un vínculo afectivo, mucho más fuerte que “jugar al futbol en una cancha perteneciente a un expresidente. ¿Qué pasó, se preguntará?… simple, como en el futbol…siga…siga señora.
Por ello, “quédese tranquila”, dado que, en el hipotético caso de ser condenada, continuará recibiendo las prerrogativas de las leyes y el código penal de la nación. Todos instrumentos legítimos y compartidos por sus respectivos periodos presidenciales.
En cambio, mi vara, es diferente. Soy condenado con leyes creadas expo facto. Ud., como profesional del derecho, sabe lo que ello significa, (art. 18 CN, “nadie puede ser juzgado sin ley previa…”). Para poder lograr este cometido, sustituyeron el “Derecho Positivo” por “El Derecho consuetudinario” ¡A! y, para cerrar el cerco, eliminaron el Código de Justicia Militar. Herramienta jurídica rigurosa que reguló mi vida durante treinta y tres años de servicio.
Podríamos coincidir en pensar ¿¡qué ironía!? ¡El mismo estado que me instruyó y reguló mi actuación como suboficial, hoy me condena por haber cumplido con el sagrado deber de servir y defender la nación! (no cabe esgrimir el argumento de “aparato represivo y terrorismo de estado”. A los comandantes y responsables máximos del “Proceso”, no lo juzgaron por ello y le aplicaron condenas menores).
Ud., reiteradamente expresa que no ha cometido delitos y que todo es Fake news y, además, apela al principio de inocencia. Al respecto digo, tiene razón. Pero quédese tranquila, porque vea Ud., a mí, me acusan por delitos que, al momento de los hechos, hace cuarenta años, “NO EXISTIAN”. Así, llevo diez años privado de la libertad por delitos que no cometí.
No lo digo para “zafar”. ¡No! Lo han dicho y, así quedó demostrado en el juicio. Tanto el Ministerio Fiscal y querellas presentaron más de doscientos testigos y “ninguno”, pronunció mi nombre.Testigos, que al decir del fiscal yo estuve en el lugar y los torturé, cuando estos declararon en las audiencias del juicio, a escasos dos metros de distancia, mirándome a la cara y sin condicionamiento alguno, no expresaron absolutamente nada al respecto… Ni si quiera dijeron que me conocían o me habían visto ese día y, en ese lugar, ¿no le parece raro?
Usted, está molesta porque el fiscal presenta como pruebas, entre otras tantas, 51 contratos de obras públicas llevados a cabo durante su mandato y, por ello, le pide 12 años de prisión.
Mi caso es, aún, más emblemático. Se me condena a “prisión perpetua”, por pertenecer al Ejército con el grado de Sargento, por haber estado destinado en una subunidad deinteligencia, por poseer la especialidad de inteligencia y por ingresar “tres” veces a una repartición policial con la finalidad de realizar gestiones administrativas propias de la función, en un período comprendido de cinco años, (¿¡tres veces en cinco años? ¡SI!) Por eso señora, no se moleste porque el fiscal, solo tomó cinco o seis mensajes de los más de veinte mil encontrados en el teléfono de su funcionario Jose López.
Al respecto, el 20 de diciembre del 2013, le escribí, desde el Penal San Felipe, Mendoza, una carta donde le comenté esta situación. Más aún, le solicite, en su carácter de presidente y Comandante en Jefe de las FFAA de la nación, intercediera para que se me tratara con la misma vara de “igualdad ante la ley” que al general Milani, quien aún, acusado de cometer delitos de lesa humanidad, fue nombrado Jefe de Estado Mayor del Ejército. Además, gozó durante la instrucción y juicio, de plena libertad, dado que, en el Congreso de la Nación, se argumentó que “todo ciudadano es inocente hasta que se pruebe lo contrario”. Es decir, hasta que tenga una condena firme. Tal su caso. Lo cual es justo, pues así lo marca la ley.
La falta de una respuesta a dicho pedido me hizo ver la realidad que, hoy, Ud. recien parece “descubrir”. ¿Pero sabe una cosa señora?, “El derecho y la justicia”, en argentina, fue atropellado en aquel mismo momento que su esposo pactó de manera oportunista con Verbysky sin importarle las consecuencias que ello traería a la justicia argentina.
Por ello, “tranquila”, que vuestra justicia actúa tal cual, ustedes la pergeñaron.
En cuanto al odio que tanto usted como sus seguidores pregonan, tengo para decirle que lo sufro y sufren mis camaradas de armas presos, fogoneado éste, también, por los mismos “medios de comunicación hegemónicos”, que usted tanto critica. No se han dado cuenta ni los MCS, ni los ignorantes y confundidos dirigentes políticos que, en estos últimos cuarenta años, ese odio contra miembros de las FFAA ha destruido el tejido social y le ha hecho el juego al mismo enemigo que atacó, con apoyoexterior, las instituciones y el sistema de vida argentino, (léase CULTURA) Hoy, lloran sobre la leche derramada.
Este odio, se materializa en hombres de más de setenta años cada fría madrugada en que son levantados para luego soportar largas jornadas de audiencias, previo viaje de cientos de kilómetros. Esposados y amarrados con cadena al piso de ruidosos e incómodos vehículos, no acorde a gerontes, con diversas dolencia y enfermedades crónicas.
En su caso, participa del juicio, desde el cómodo despacho del Congreso de la Nación, con sus fueros, vía zoom y en libertad.
Como puede apreciar señora, a Ud. se le respetan todos sus derechos y garantías y está en la misma condición de “igualdad ante la ley” que cualquier ciudadano. No atice más la hoguera de la grieta. No repita lo que hizo la dirigencia peronista en 1976, dejar el país en llamas.
O, es de los que piensan que todos los demonios los trajeron “los milicos”. Le recuerdo, por ejemplo, la Triple A, la toma de pueblos como Garín, La Calera o, el intento de declarar “Zona Liberada a Tucumán”. Acciones llevadas a cabo por organizaciones terroristas, entrenadas en Cuba. También podemos destacar, los decretos de “aniquilamientos”, firmados por dirigentes peronistas, como el aún vivo, Carlos Ruckauf. (hoy, se farolea por distintos canales de tv con aire de “analista político sabelotodo”. No se le mueve un musculo de la cara por haber entregado a sus compañeros de ruta) Al respecto, es interesante subrayar, dado que el argumento esgrimidos cobardemente tiempo después, “que ellos no quisieron decir lo que dijeron”, lo cierto es que, más allá de esas bajezas, si dijeron, escribieron y firmaron “aniquilar”. Y tal aniquilamiento refería a sus propios compañeros. Es decir, dieron la orden de salir a cazar a personas a sabiendas que muchas de ellas, eran, peronistas y montoneros. Todo esto, con la constitución en sus manos.
-No en las mías-.
Sería importante, que un día, la dirigencia política en general y el peronismo en particular, asuma su cuota parte de aquellos años trágicos y redacten un “nunca más que contemple a todas las partes”. Hoy, solo se recuerda el que contiene un “relato condenatorio, parcial y tuerto”.
Por último, estimada señora, apartándome del objetivo de la presente, quiero decirle que sería un aporte histórico que, en un gesto de honestidad y humildad, tienda la mano al adversario, dialogue, acuerde un camino para recorrer juntos y luego se retire a descansar en su bello El Calafate. La Argentina puede seguir adelante sin toda la actual dirigencia política. Ya han causado mucho daño.
Y, si puede, de un paso más. ¡Rompa con el compromiso que mantiene con el modelo castro comunista a través del Foro de Sao Pablo y Grupo de Puebla”! Debemos salir de este espacio que nos mantiene de manera constante en una profunda crisis generalizada siendo funcional a las nuevas formas de guerras donde la “información y la desinformación” es la reina de las armas.
Sé que lo que le propongo es difícil para usted, dado la pertenencia al selecto y reducido club de “Comandantes”, que integra junto a Castro, Ortega y Maduro. Pero noto en su ondulante personalidad, que, aún guarda rasgos de nuestra cultura gaucha, occidental y cristiana. Por algo pende de su cuello un Rosario con la cruz de Jesucristo.
¡Hágalo por el bien de la Argentina!
Por último, a pesar de padecer las políticas de “revancha y venganza”, concertadas por “todo el arco político” contra los miembros de las FFAA; FFPP y FFSS de aquellos años y, “consentidas éstas como justas por los altos mandos de las FFAA” y como consecuencia de ello, estar preso, junto a mi familia, sepa que: … No siento Odio…Si… Tristeza.
⚖️
Por JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO.
Señora ciudadana
Cristina Elisabet Fernández
Me dirijo a la señora Cristina Elisabet como ciudadana argentina y, no, por su rol de vicepresidente de la Nación. Su condición de dama, me impone, como caballero, el máximo respeto y consideración.
La inquietud que lleva el presente escrito es aportar a sus conocimientos, con humildad, aspectos experimentados durante mis últimos diez años, privado ilegítimamente de la libertad. Todo este tiempo, en situación de “Prisión Preventiva”. Como abogada, sabe que tal condición solo está permitida por ley, dos años. Excepcionalmente, un año más de prórroga.
Distinguida señora… “quédese tranquila” y valore los siguientes aspectos:
Ud. goza de la libertad y de todos los fueros otorgados por la Constitución Nacional.
Se le respeta el principio de inocencia.
Es tratada con igualdad ante la ley.
Ud. no se ve afectada por “el pacto”, realizado por su esposo para construir poder, con el siniestro personaje Horacio Verbysky. Este avieso pacto, permitió “derribar los obstáculos jurídicos”, ergo, Constitución Nacional y, así, condicionar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para juzgar hechos ya prescriptos. Ello posibilitó, además, con la complicidad de la dirigencia política, declarar nulas leyes aprobadas por el Congreso de la Nación, aceptadas como legítimas, por el Poder Judicial durante más de diez años.
De esta manera se logró encarcelar a casi tres mil miembros, en su mayoría, subalternos de las FFAA, FFSS, jueces y empresarios. Lo dicho, muy bien y en reiteradas declaraciones periodísticas, lo ha expresado el señor Presidente Alberto Ángel Fernández, mientras cumplía la doble función de Jefe de Gabinete y “operador judicial” durante el mandato de su fallecido esposo.
Estimada señora, “quédese tranquila”. A Ud. no la acusa un Ministerio Fiscal creado deliberadamente para sus causas.
Por el contrario, son fiscales nombrados durante los mandatos presidenciales de su extinto marido y suyo respectivamente, lo cual le garantiza la imparcialidad necesaria en el debido proceso.
En mi caso, sí, se creó una estructura fiscal especial y me acusaron fiscales de la agrupación política/ideológica autodenominada “Justicia Legítima”.
Por ello, reitero, quédese tranquila señora. A Ud., la juzga un tribunal compuesto por “jueces naturales” que, igual que los fiscales, fueron designados como manda la Constitución Nacional.
En él mientras tanto, no he tenido su suerte. A mí, me detuvo, un “secretario del fuero económico federal” devenido en Juez Subrogante, nombrado en acordada por una Cámara de Apelaciones, sin respetar el orden de la planilla de subrogantes y sin el voto mayoritario de dicha cámara, es decir: “a dedo”. Obvio, NO NATURAL. Lo recusé por ello, no obstante, sin el debido análisis, fiscales y jueces lo rechazaron.
Como verá, el juicio continuó su marcha, al punto tal, que fui sentenciado y condenado por un tribunal compuesto por jueces, (no naturales), subrogantes pertenecientes al denominado colectivo de “Justicia Legítima” y, vinculados familiarmente con miembros de ONG de DDHH. Y, lo apoteótico, la señora jueza, presidente del jurado, casada con un ex miembro, de la organización terrorista Fuerzas Armadas Peronistas, fusionada, luego con Montoneros. Por este motivo, fui detenido y enjuiciado durante un gobierno constitucional. Condenado a ocho años de prisión. Fue así que, siendo ella, secretaria de un juzgado federal, lo conoció en la prisión. De ésta manera, iniciaron una relación sentimental que aún perdura. (Lo dicho, es comentado en primera persona por la magistrada en el Capítulo 11, “Ernesto y Fátima”, YouTube, serie “Amores de Historias”).
Igual que Ud. recusé al tribunal. En este caso, podríamos coincidir que “un matrimonio”, es un vínculo afectivo, mucho más fuerte que “jugar al futbol en una cancha perteneciente a un expresidente. ¿Qué pasó, se preguntará?… simple, como en el futbol…siga…siga señora.
Por ello, “quédese tranquila”, dado que, en el hipotético caso de ser condenada, continuará recibiendo las prerrogativas de las leyes y el código penal de la nación. Todos instrumentos legítimos y compartidos por sus respectivos periodos presidenciales.
En cambio, mi vara, es diferente. Soy condenado con leyes creadas expo facto. Ud., como profesional del derecho, sabe lo que ello significa, (art. 18 CN, “nadie puede ser juzgado sin ley previa…”). Para poder lograr este cometido, sustituyeron el “Derecho Positivo” por “El Derecho consuetudinario” ¡A! y, para cerrar el cerco, eliminaron el Código de Justicia Militar. Herramienta jurídica rigurosa que reguló mi vida durante treinta y tres años de servicio.
Podríamos coincidir en pensar ¿¡qué ironía!? ¡El mismo estado que me instruyó y reguló mi actuación como suboficial, hoy me condena por haber cumplido con el sagrado deber de servir y defender la nación! (no cabe esgrimir el argumento de “aparato represivo y terrorismo de estado”. A los comandantes y responsables máximos del “Proceso”, no lo juzgaron por ello y le aplicaron condenas menores).
Ud., reiteradamente expresa que no ha cometido delitos y que todo es Fake news y, además, apela al principio de inocencia. Al respecto digo, tiene razón. Pero quédese tranquila, porque vea Ud., a mí, me acusan por delitos que, al momento de los hechos, hace cuarenta años, “NO EXISTIAN”. Así, llevo diez años privado de la libertad por delitos que no cometí.
No lo digo para “zafar”. ¡No! Lo han dicho y, así quedó demostrado en el juicio. Tanto el Ministerio Fiscal y querellas presentaron más de doscientos testigos y “ninguno”, pronunció mi nombre. Testigos, que al decir del fiscal yo estuve en el lugar y los torturé, cuando estos declararon en las audiencias del juicio, a escasos dos metros de distancia, mirándome a la cara y sin condicionamiento alguno, no expresaron absolutamente nada al respecto… Ni si quiera dijeron que me conocían o me habían visto ese día y, en ese lugar, ¿no le parece raro?
Usted, está molesta porque el fiscal presenta como pruebas, entre otras tantas, 51 contratos de obras públicas llevados a cabo durante su mandato y, por ello, le pide 12 años de prisión.
Mi caso es, aún, más emblemático. Se me condena a “prisión perpetua”, por pertenecer al Ejército con el grado de Sargento, por haber estado destinado en una subunidad de inteligencia, por poseer la especialidad de inteligencia y por ingresar “tres” veces a una repartición policial con la finalidad de realizar gestiones administrativas propias de la función, en un período comprendido de cinco años, (¿¡tres veces en cinco años? ¡SI!) Por eso señora, no se moleste porque el fiscal, solo tomó cinco o seis mensajes de los más de veinte mil encontrados en el teléfono de su funcionario Jose López.
Al respecto, el 20 de diciembre del 2013, le escribí, desde el Penal San Felipe, Mendoza, una carta donde le comenté esta situación. Más aún, le solicite, en su carácter de presidente y Comandante en Jefe de las FFAA de la nación, intercediera para que se me tratara con la misma vara de “igualdad ante la ley” que al general Milani, quien aún, acusado de cometer delitos de lesa humanidad, fue nombrado Jefe de Estado Mayor del Ejército. Además, gozó durante la instrucción y juicio, de plena libertad, dado que, en el Congreso de la Nación, se argumentó que “todo ciudadano es inocente hasta que se pruebe lo contrario”. Es decir, hasta que tenga una condena firme. Tal su caso. Lo cual es justo, pues así lo marca la ley.
La falta de una respuesta a dicho pedido me hizo ver la realidad que, hoy, Ud. recien parece “descubrir”. ¿Pero sabe una cosa señora?, “El derecho y la justicia”, en argentina, fue atropellado en aquel mismo momento que su esposo pactó de manera oportunista con Verbysky sin importarle las consecuencias que ello traería a la justicia argentina.
Por ello, “tranquila”, que vuestra justicia actúa tal cual, ustedes la pergeñaron.
En cuanto al odio que tanto usted como sus seguidores pregonan, tengo para decirle que lo sufro y sufren mis camaradas de armas presos, fogoneado éste, también, por los mismos “medios de comunicación hegemónicos”, que usted tanto critica. No se han dado cuenta ni los MCS, ni los ignorantes y confundidos dirigentes políticos que, en estos últimos cuarenta años, ese odio contra miembros de las FFAA ha destruido el tejido social y le ha hecho el juego al mismo enemigo que atacó, con apoyo exterior, las instituciones y el sistema de vida argentino, (léase CULTURA) Hoy, lloran sobre la leche derramada.
Este odio, se materializa en hombres de más de setenta años cada fría madrugada en que son levantados para luego soportar largas jornadas de audiencias, previo viaje de cientos de kilómetros. Esposados y amarrados con cadena al piso de ruidosos e incómodos vehículos, no acorde a gerontes, con diversas dolencia y enfermedades crónicas.
En su caso, participa del juicio, desde el cómodo despacho del Congreso de la Nación, con sus fueros, vía zoom y en libertad.
Como puede apreciar señora, a Ud. se le respetan todos sus derechos y garantías y está en la misma condición de “igualdad ante la ley” que cualquier ciudadano. No atice más la hoguera de la grieta. No repita lo que hizo la dirigencia peronista en 1976, dejar el país en llamas.
O, es de los que piensan que todos los demonios los trajeron “los milicos”. Le recuerdo, por ejemplo, la Triple A, la toma de pueblos como Garín, La Calera o, el intento de declarar “Zona Liberada a Tucumán”. Acciones llevadas a cabo por organizaciones terroristas, entrenadas en Cuba. También podemos destacar, los decretos de “aniquilamientos”, firmados por dirigentes peronistas, como el aún vivo, Carlos Ruckauf. (hoy, se farolea por distintos canales de tv con aire de “analista político sabelotodo”. No se le mueve un musculo de la cara por haber entregado a sus compañeros de ruta) Al respecto, es interesante subrayar, dado que el argumento esgrimidos cobardemente tiempo después, “que ellos no quisieron decir lo que dijeron”, lo cierto es que, más allá de esas bajezas, si dijeron, escribieron y firmaron “aniquilar”. Y tal aniquilamiento refería a sus propios compañeros. Es decir, dieron la orden de salir a cazar a personas a sabiendas que muchas de ellas, eran, peronistas y montoneros. Todo esto, con la constitución en sus manos.
-No en las mías-.
Sería importante, que un día, la dirigencia política en general y el peronismo en particular, asuma su cuota parte de aquellos años trágicos y redacten un “nunca más que contemple a todas las partes”. Hoy, solo se recuerda el que contiene un “relato condenatorio, parcial y tuerto”.
Por último, estimada señora, apartándome del objetivo de la presente, quiero decirle que sería un aporte histórico que, en un gesto de honestidad y humildad, tienda la mano al adversario, dialogue, acuerde un camino para recorrer juntos y luego se retire a descansar en su bello El Calafate. La Argentina puede seguir adelante sin toda la actual dirigencia política. Ya han causado mucho daño.
Y, si puede, de un paso más. ¡Rompa con el compromiso que mantiene con el modelo castro comunista a través del Foro de Sao Pablo y Grupo de Puebla”! Debemos salir de este espacio que nos mantiene de manera constante en una profunda crisis generalizada siendo funcional a las nuevas formas de guerras donde la “información y la desinformación” es la reina de las armas.
Sé que lo que le propongo es difícil para usted, dado la pertenencia al selecto y reducido club de “Comandantes”, que integra junto a Castro, Ortega y Maduro. Pero noto en su ondulante personalidad, que, aún guarda rasgos de nuestra cultura gaucha, occidental y cristiana. Por algo pende de su cuello un Rosario con la cruz de Jesucristo.
¡Hágalo por el bien de la Argentina!
Por último, a pesar de padecer las políticas de “revancha y venganza”, concertadas por “todo el arco político” contra los miembros de las FFAA; FFPP y FFSS de aquellos años y, “consentidas éstas como justas por los altos mandos de las FFAA” y como consecuencia de ello, estar preso, junto a mi familia, sepa que: … No siento Odio…Si… Tristeza.
Cordialmente.
JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO
Sub. Ofl. Mayor (R)
Ejército Argentino
Ilegalmente Preso
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 10, 2022