Señor presidente, la percepción que cada una de sus declaraciones públicas provoca irritación en un amplio sector de la ciudadanía, permite realizar algunas consideraciones. En tal sentido, debo confesar, que las puedo elaborar luego de superar el primer impulso de impotencia e indignación provocado por su enojo e histeria al practicar, en la fecha, una simulada explicación sobre el desprolijo ingreso a la residencia de Olivos. En estos casos, los años, brindan la pausa necesaria para realizar simples análisis, máxime, si se está privado ilegítimamente de la libertad.
La palabra y estar rodeado de personas correctas son dos de las innumerables cualidades que deben distinguir a un presidente. En su caso y, desde la “tribuna”, se percibe que ambos aspectos lo hacen caer reiteradamente en offside. por lo que se deduce que antes de hablar a la sociedad, debe revisar su archivo de entrevistas y discursos. En segundo término, es imprescindible restructurar su equipo de colaboradores directos.
Ud. no debe salir “a explicar una mentira” señor presidente. ¡No!, Ud. debe explicar correctamente y, en “libre conferencia de prensa”, (no declaraciones en un medio adepto y ante un confeso periodista militante de la izquierda revolucionaria y violenta como es el señor Victor Hugo Morales), que tareas, actividades, realizaron todas y cada una de las personas que ingresaron a la residencia en aquellos tristes días de cuarentena rigurosa.
Allí debe decirles a los ciudadanos si, todos y cada una de las personas que ingresaron, contaban con el permiso para circular vigente o, no. Si tenían permiso, que tareas esenciales realizan. Si no lo tenían, ¿por qué se les permitió el ingreso? También explicar, si el estilista, el adiestrador de canes, si los veterinarios, si los asesores de imágenes, o aquellas personas ajenas al gabinete de gobierno, trabajaban en la elaboración de las políticas y diseño del “plan estratégico para enfrentar la pandemia”. Deberá tener en cuenta, además, al explicar, “si era imprescindible la presencia de tal grupo de personas “para gobernar el país” en medio de una pandemia”.
Es decir, como primer mandatario no se tiene que “enojar” y mostrar irritación con el sector de la sociedad que le reclama transparencia en sus actos.
Ud. no es una “victima”, Ud. “no trabaja de presidente”, Ud. es el primer mandatario, Por lo tanto, tiene la obligación de explicar todos y cada uno de sus actos, incluso, “los privados” que trascienden a lo público, como es “comer un asado”, porque mientras Ud. recibió a “miles”, había millones de argentinos que padecían necesidades. Miles de negocios y actividades paralizadas. Muchos se fundieron.
En tono de enfado, puntualizó en su monologo, ante la mirada complaciente del interlocutor activista: “que es indignante y lamentable tener que estar explicando una mentira”.
Estoy de acuerdo.
Ahora si de verdad piensa así, condene públicamente la ley de la provincia de Buenos Aires, promulgada por la gobernadora Vidal que “obliga a mentir sobre los treinta mil desaparecidos”. Dado que además de ser mentira, origina un grave daño a las arcas del estado nacional.
Además, como hombre del derecho, diga, que los delitos de lesa humanidad “están prescriptos”. Que se llegó a tal situación por indicación de Kirchner y aproveche para explicar a la ciudadanía que fue el operador político ante el poder judicial para lograr se reabrieran estas causas. Dado según Ud. los asesores jurídicos de Kirchner le indicaban que todo aquello era un caso cerrado que no se podía revertir, (tal su declaración en Radio La Red, marzo/mayo 2009 periodista Eduardo Aliverti).
Por ello, de existir en argentina un “TRATO IGUALITARIO ANTE LA LEY”, Ud. debería ser sometido a un juicio político. Como así también, la señora vicepresidente, debe ser juzgada, condenada o absuelta.
Y, yo, junto a los aproximadamente tres mil hombres, que, como integrantes de las FFAA, FFPP, seguridad, jueces, empresarios y religiosas y, que, por el destino nos tocó enfrentar al terrorismo de los años 70, “DEBEMOS ESTAR LIBRES”.
Ud. pregunta, “¿Ustedes piensan que puedo hacer esas cosas que se dijeron?” Yo le respondo, con la lógica de los fiscales Palermo, Maldonado, Vega y Garciarena y el Tribunal que me condenó… ¡Sí ¡
Si, pienso, que la Residencia de Olivos, no es la Residencia de Olivos y, si es, en cambio, un “centro clandestino de diversión”, donde asisten personajes de distintos ambientes, especialmente de la farándula. Eso es lo que indican los asientos en los registros de entrada y salida de la residencia.
Tal es el criterio que me fue aplicado para condenarme al decir que, pertenecer al ejército, poseer la especialidad de inteligencia, trasladar una máquina de escribir, formé parte del aparato represivo. Ingresar tres veces a una comisaría, constituye ingresar a centros clandestinos de detención y, ¡todo ello constituye delitos de lesa humanidad!
Hace más de 35 años que cuadros subalternos, tanto de oficiales como suboficiales de las FFAA, FFPP, FFSS, civiles, jueces y religiosos, somos acusados por delitos inexistente para nuestra época y tratamos de “explicar”, sin éxito, que no todos hicimos lo que “piensan que se hizo” sin analizar que no todos tuvimos las mismas responsabilidades.
Nada de esto le importa al Poder Ejecutivo, al Legislativo y, menos al Judicial, el cual condena mediante la matriz del “Caso Simón”.
Y así, como Ud. “no tiene idea que hace la empresa del señor Chien Chia Hong, ni en que concursos se presentó, ni cuales ganó…” “que lo vio una o dos veces en su vida…” etc.
¡Tal cual! …, yo tampoco participé, conocí, secuestré, torturé, robé y, sin embargo, bajo aquella “teoría roxiniana” que sostiene que si Ud. estuvo, perteneció, se encontraba en el lugar, “es responsable” (¡es el hombre de atrás!), fui sometido a juicio durante más tres años y posteriormente condenado por un tribunal “no natural”, compuesto por jueces subrogantes, vinculados a la agrupación “Justicia Legítima”. Todos con lazos familiares con ex miembros de organizaciones terroristas, como la señora jueza Fátima Ruiz López, casada con el ex integrante de las Fuerzas Armadas Peronistas, (FAP) y Montoneros, hoy Decano de la Universidad Nacional Arturo Jauretche Sociólogo Ernesto Fernando Villanueva. (Fuentes: Wikipedia y “Amores de Historias”, Cap. 11 YouTube Ernesto y Fátima).
Podría continuar enumerando el extenso inventario de aberraciones jurídicas e injusticias a las que nos someten, pero temo ser muy extenso. Empero me voy a referir al último tramo de sus declaraciones en la cual sostiene aspectos tales como, “lo único que le va a dejar a su hijo es el buen nombre”. Que “lo pone muy mal que ensucien su nombre”. “El que calla otorga” y que intuye quien está detrás de esta “operación política”.
Todo ello me suena a sarcástico e irónico, dado que, impulsados por la necesidad de crear poder, hace casi veinte años le dieron cabida al proyecto de destrucción y revancha que les presentó el “triple agente” Horacio Verbitsky y con ello dieron inicio al plan de persecución y venganza, de miembros de las FFPP y FFAA.
Por lo tanto, acá, en nuestro caso, no cabe la sospecha. Lo dicho obedeció a una decisión política, Ud. lo sabe, fue parte del plan.
Por eso, mostrarse dolido por estas escaramuzas políticas en las cuales le enrostran ingresos no “claros” a la residencia oficial de Olivos y, achacar la responsabilidad a los “que no fueron capaces de pagar el aporte solidario, siendo millonarios para guardarse la platita, no van a poner en duda su honorabilidad”, le digo que, si no fuese por lo trágico que resultan las más de cien mil muertes por COVID19, seria cómico.
Le explico los por qué. Allá por abril de 1985, paso lo mismo. Con el inicio del juzgamiento a las Juntas de Comandantes, hecho conocido como Causa 13, Ruckauf, Cafiero (Antonio), Lúder, Robledo, Araoz Castex, Vottero y la mayoría de la dirigencia política de todos los signos, no fueron capaces de hacerse cargo de lo que habían firmado tiempo atrás. Tal actitud dio inicio a la creación de un relato que cambio el contenido histórico, objetivo y real de la trágica década del 70. El mismo, atribuye toda la culpabilidad a las FFAA y FFPP, especialmente sus cuadros subalternos. Justamente los que no tuvimos la mínima posibilidad de disponer o decidir. Así, fuimos encarcelados más de 3.000 miembros de todas las fuerzas armadas y, junto a nosotros, nuestras familias.
Por eso que Ud. me diga que nadie lo ayudó a conseguir vacuna no le creo. Es mentira.
Reflexionemos. En estos casi dos años, su gobierno, en especial Ud. y sus ministros no han tenido ningún gesto de empatía para con el 50% o, más que no los votó. Por el contrario, existe una permanente prédica agresiva, despectiva y odiosa para con quienes no lo eligieron.
Como se ve, la guerra continúa de otra manera, pero, la filosofía es la misma…, los gobernantes nunca tienen la culpa.
Para finalizar y respaldar lo aquí expresado, traeré a la memoria algunos hechos históricos inmodificables Y QUE NUNCA NADIE REPUDIÓ O RECHAZÓ.
“Declaración de la Cámara de Diputados de la Nación” del día 29 de octubre de 1974: “Que reitera su más terminante repudio a la violencia criminal que está asolando el país, con diversas formas de terrorismo y guerrilla en perjuicio de toda la población: intimidación pública, destrucción de barcos, aviones…; atentados domiciliarios y callejeros…; asaltos insensatos a unidades militares…”
Diputado Citati, 25 de setiembre de 1974, “Estamos en una guerra contra el enemigo común. Cada uno en su lugar de combate. Vistiendo el uniforme con que a cada uno nos dotó el destino. Y nuestro Ejército, un Ejército de paz y de trabajo también ha sido golpeado crudamente por la guerrilla”
Senador Caro, 25 de setiembre de 1974, “Después de esto, tal vez nos tocará empuñar el fusil en vez de los códigos y las leyes. Hay una imagen de la justicia que anda rondando por allí, una Temis que en vez de la venda sobre los ojos lleva antifaz, que en lugar de la balanza tiene una metralleta y en remplazo de la espada tiene una itaka”.
Diputado Stecco 18 de mayo de 1976. “…que no vaya a ocurrir que cuando llegue la hora del castigo a los asesinos que hacen correr la sangre por nuestras calles, alguien salga en su defensa…hay que perseguirlos hasta sus guaridas y matarlos como a ratas, porque no merecen vivir en este suelo”.
Ricardo Balbín, octubre de 1975, “La guerrilla metida en los montes carece de banderas y de sentimientos; no tiene sentimientos porque destruye y no tiene banderas porque es antinacional. Hay un seguro de vida contra ellos; cuando atacan no miran a quienes matan y cuando los toma la justicia reclaman la solidaridad del pueblo para sacarlos; es decir que la guerrilla con seguro de vida es la guerrilla de los cobardes”.
“Cuando los padres entierran a sus hijos, los países se quedan parados…y parece que al país lo quieren parar…enterrando agentes de seguridad, militares, marinos a sencillos hombres de la democracia, a los cuales les regalamos discursos cuando mueren, y yo quiero cantarles los seguros de la victoria cuando viven”.
Señor Alberto Ángel Fernández, a quien el voto obligatorio, dispuesto por la Constitución Nacional lo distinguió con el cargo de presidente de la nación argentina, cuando se dirija a los ciudadanos, tanto sea, de manera individual o en su conjunto debe hacerlo con responsabilidad cívica y ciudadana y no como militante del sector político que conjuga con sus ideales.
Debe leer y, tener siempre presente aquel pasado. Porque, ese pasado, casualmente, solo muestra, errores, engaños, mentiras, fracasos, desilusiones y desencuentros en la que sobresalen como responsable de la constante tragedia argentina, “ustedes”, los gobernantes.
No desaproveche su oportunidad. Para que lo ayuden a conseguir vacunas”, no llame sólo a sus amigos. “Llame a la unidad de la sociedad”. Es simple. HAY QUE DESPOJARSE DEL CINISMO Y LA SOBERBIA.
Sin otro particular, saludo a usted con mi mayor consideración.
♣
Por JUAN GIOVARRUSCIO.
Señor Presidente de la República Argentina
Dr. ALBERTO ANGEL FERNANDEZ
De mi consideración:
Señor presidente, la percepción que cada una de sus declaraciones públicas provoca irritación en un amplio sector de la ciudadanía, permite realizar algunas consideraciones. En tal sentido, debo confesar, que las puedo elaborar luego de superar el primer impulso de impotencia e indignación provocado por su enojo e histeria al practicar, en la fecha, una simulada explicación sobre el desprolijo ingreso a la residencia de Olivos. En estos casos, los años, brindan la pausa necesaria para realizar simples análisis, máxime, si se está privado ilegítimamente de la libertad.
La palabra y estar rodeado de personas correctas son dos de las innumerables cualidades que deben distinguir a un presidente. En su caso y, desde la “tribuna”, se percibe que ambos aspectos lo hacen caer reiteradamente en offside. por lo que se deduce que antes de hablar a la sociedad, debe revisar su archivo de entrevistas y discursos. En segundo término, es imprescindible restructurar su equipo de colaboradores directos.
Ud. no debe salir “a explicar una mentira” señor presidente. ¡No!, Ud. debe explicar correctamente y, en “libre conferencia de prensa”, (no declaraciones en un medio adepto y ante un confeso periodista militante de la izquierda revolucionaria y violenta como es el señor Victor Hugo Morales), que tareas, actividades, realizaron todas y cada una de las personas que ingresaron a la residencia en aquellos tristes días de cuarentena rigurosa.
Allí debe decirles a los ciudadanos si, todos y cada una de las personas que ingresaron, contaban con el permiso para circular vigente o, no. Si tenían permiso, que tareas esenciales realizan. Si no lo tenían, ¿por qué se les permitió el ingreso? También explicar, si el estilista, el adiestrador de canes, si los veterinarios, si los asesores de imágenes, o aquellas personas ajenas al gabinete de gobierno, trabajaban en la elaboración de las políticas y diseño del “plan estratégico para enfrentar la pandemia”. Deberá tener en cuenta, además, al explicar, “si era imprescindible la presencia de tal grupo de personas “para gobernar el país” en medio de una pandemia”.
Es decir, como primer mandatario no se tiene que “enojar” y mostrar irritación con el sector de la sociedad que le reclama transparencia en sus actos.
Ud. no es una “victima”, Ud. “no trabaja de presidente”, Ud. es el primer mandatario, Por lo tanto, tiene la obligación de explicar todos y cada uno de sus actos, incluso, “los privados” que trascienden a lo público, como es “comer un asado”, porque mientras Ud. recibió a “miles”, había millones de argentinos que padecían necesidades. Miles de negocios y actividades paralizadas. Muchos se fundieron.
En tono de enfado, puntualizó en su monologo, ante la mirada complaciente del interlocutor activista: “que es indignante y lamentable tener que estar explicando una mentira”.
Estoy de acuerdo.
Ahora si de verdad piensa así, condene públicamente la ley de la provincia de Buenos Aires, promulgada por la gobernadora Vidal que “obliga a mentir sobre los treinta mil desaparecidos”. Dado que además de ser mentira, origina un grave daño a las arcas del estado nacional.
Además, como hombre del derecho, diga, que los delitos de lesa humanidad “están prescriptos”. Que se llegó a tal situación por indicación de Kirchner y aproveche para explicar a la ciudadanía que fue el operador político ante el poder judicial para lograr se reabrieran estas causas. Dado según Ud. los asesores jurídicos de Kirchner le indicaban que todo aquello era un caso cerrado que no se podía revertir, (tal su declaración en Radio La Red, marzo/mayo 2009 periodista Eduardo Aliverti).
Por ello, de existir en argentina un “TRATO IGUALITARIO ANTE LA LEY”, Ud. debería ser sometido a un juicio político. Como así también, la señora vicepresidente, debe ser juzgada, condenada o absuelta.
Y, yo, junto a los aproximadamente tres mil hombres, que, como integrantes de las FFAA, FFPP, seguridad, jueces, empresarios y religiosas y, que, por el destino nos tocó enfrentar al terrorismo de los años 70, “DEBEMOS ESTAR LIBRES”.
Ud. pregunta, “¿Ustedes piensan que puedo hacer esas cosas que se dijeron?” Yo le respondo, con la lógica de los fiscales Palermo, Maldonado, Vega y Garciarena y el Tribunal que me condenó… ¡Sí ¡
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Tal es el criterio que me fue aplicado para condenarme al decir que, pertenecer al ejército, poseer la especialidad de inteligencia, trasladar una máquina de escribir, formé parte del aparato represivo. Ingresar tres veces a una comisaría, constituye ingresar a centros clandestinos de detención y, ¡todo ello constituye delitos de lesa humanidad!
Hace más de 35 años que cuadros subalternos, tanto de oficiales como suboficiales de las FFAA, FFPP, FFSS, civiles, jueces y religiosos, somos acusados por delitos inexistente para nuestra época y tratamos de “explicar”, sin éxito, que no todos hicimos lo que “piensan que se hizo” sin analizar que no todos tuvimos las mismas responsabilidades.
Nada de esto le importa al Poder Ejecutivo, al Legislativo y, menos al Judicial, el cual condena mediante la matriz del “Caso Simón”.
Y así, como Ud. “no tiene idea que hace la empresa del señor Chien Chia Hong, ni en que concursos se presentó, ni cuales ganó…” “que lo vio una o dos veces en su vida…” etc.
¡Tal cual! …, yo tampoco participé, conocí, secuestré, torturé, robé y, sin embargo, bajo aquella “teoría roxiniana” que sostiene que si Ud. estuvo, perteneció, se encontraba en el lugar, “es responsable” (¡es el hombre de atrás!), fui sometido a juicio durante más tres años y posteriormente condenado por un tribunal “no natural”, compuesto por jueces subrogantes, vinculados a la agrupación “Justicia Legítima”. Todos con lazos familiares con ex miembros de organizaciones terroristas, como la señora jueza Fátima Ruiz López, casada con el ex integrante de las Fuerzas Armadas Peronistas, (FAP) y Montoneros, hoy Decano de la Universidad Nacional Arturo Jauretche Sociólogo Ernesto Fernando Villanueva. (Fuentes: Wikipedia y “Amores de Historias”, Cap. 11 YouTube Ernesto y Fátima).
Podría continuar enumerando el extenso inventario de aberraciones jurídicas e injusticias a las que nos someten, pero temo ser muy extenso. Empero me voy a referir al último tramo de sus declaraciones en la cual sostiene aspectos tales como, “lo único que le va a dejar a su hijo es el buen nombre”. Que “lo pone muy mal que ensucien su nombre”. “El que calla otorga” y que intuye quien está detrás de esta “operación política”.
Todo ello me suena a sarcástico e irónico, dado que, impulsados por la necesidad de crear poder, hace casi veinte años le dieron cabida al proyecto de destrucción y revancha que les presentó el “triple agente” Horacio Verbitsky y con ello dieron inicio al plan de persecución y venganza, de miembros de las FFPP y FFAA.
Por lo tanto, acá, en nuestro caso, no cabe la sospecha. Lo dicho obedeció a una decisión política, Ud. lo sabe, fue parte del plan.
Por eso, mostrarse dolido por estas escaramuzas políticas en las cuales le enrostran ingresos no “claros” a la residencia oficial de Olivos y, achacar la responsabilidad a los “que no fueron capaces de pagar el aporte solidario, siendo millonarios para guardarse la platita, no van a poner en duda su honorabilidad”, le digo que, si no fuese por lo trágico que resultan las más de cien mil muertes por COVID19, seria cómico.
Le explico los por qué. Allá por abril de 1985, paso lo mismo. Con el inicio del juzgamiento a las Juntas de Comandantes, hecho conocido como Causa 13, Ruckauf, Cafiero (Antonio), Lúder, Robledo, Araoz Castex, Vottero y la mayoría de la dirigencia política de todos los signos, no fueron capaces de hacerse cargo de lo que habían firmado tiempo atrás. Tal actitud dio inicio a la creación de un relato que cambio el contenido histórico, objetivo y real de la trágica década del 70. El mismo, atribuye toda la culpabilidad a las FFAA y FFPP, especialmente sus cuadros subalternos. Justamente los que no tuvimos la mínima posibilidad de disponer o decidir. Así, fuimos encarcelados más de 3.000 miembros de todas las fuerzas armadas y, junto a nosotros, nuestras familias.
Por eso que Ud. me diga que nadie lo ayudó a conseguir vacuna no le creo. Es mentira.
Reflexionemos. En estos casi dos años, su gobierno, en especial Ud. y sus ministros no han tenido ningún gesto de empatía para con el 50% o, más que no los votó. Por el contrario, existe una permanente prédica agresiva, despectiva y odiosa para con quienes no lo eligieron.
Como se ve, la guerra continúa de otra manera, pero, la filosofía es la misma…, los gobernantes nunca tienen la culpa.
Para finalizar y respaldar lo aquí expresado, traeré a la memoria algunos hechos históricos inmodificables Y QUE NUNCA NADIE REPUDIÓ O RECHAZÓ.
“Declaración de la Cámara de Diputados de la Nación” del día 29 de octubre de 1974: “Que reitera su más terminante repudio a la violencia criminal que está asolando el país, con diversas formas de terrorismo y guerrilla en perjuicio de toda la población: intimidación pública, destrucción de barcos, aviones…; atentados domiciliarios y callejeros…; asaltos insensatos a unidades militares…”
Diputado Citati, 25 de setiembre de 1974, “Estamos en una guerra contra el enemigo común. Cada uno en su lugar de combate. Vistiendo el uniforme con que a cada uno nos dotó el destino. Y nuestro Ejército, un Ejército de paz y de trabajo también ha sido golpeado crudamente por la guerrilla”
Senador Caro, 25 de setiembre de 1974, “Después de esto, tal vez nos tocará empuñar el fusil en vez de los códigos y las leyes. Hay una imagen de la justicia que anda rondando por allí, una Temis que en vez de la venda sobre los ojos lleva antifaz, que en lugar de la balanza tiene una metralleta y en remplazo de la espada tiene una itaka”.
Diputado Stecco 18 de mayo de 1976. “…que no vaya a ocurrir que cuando llegue la hora del castigo a los asesinos que hacen correr la sangre por nuestras calles, alguien salga en su defensa…hay que perseguirlos hasta sus guaridas y matarlos como a ratas, porque no merecen vivir en este suelo”.
Ricardo Balbín, octubre de 1975, “La guerrilla metida en los montes carece de banderas y de sentimientos; no tiene sentimientos porque destruye y no tiene banderas porque es antinacional. Hay un seguro de vida contra ellos; cuando atacan no miran a quienes matan y cuando los toma la justicia reclaman la solidaridad del pueblo para sacarlos; es decir que la guerrilla con seguro de vida es la guerrilla de los cobardes”.
“Cuando los padres entierran a sus hijos, los países se quedan parados…y parece que al país lo quieren parar…enterrando agentes de seguridad, militares, marinos a sencillos hombres de la democracia, a los cuales les regalamos discursos cuando mueren, y yo quiero cantarles los seguros de la victoria cuando viven”.
Señor Alberto Ángel Fernández, a quien el voto obligatorio, dispuesto por la Constitución Nacional lo distinguió con el cargo de presidente de la nación argentina, cuando se dirija a los ciudadanos, tanto sea, de manera individual o en su conjunto debe hacerlo con responsabilidad cívica y ciudadana y no como militante del sector político que conjuga con sus ideales.
Debe leer y, tener siempre presente aquel pasado. Porque, ese pasado, casualmente, solo muestra, errores, engaños, mentiras, fracasos, desilusiones y desencuentros en la que sobresalen como responsable de la constante tragedia argentina, “ustedes”, los gobernantes.
No desaproveche su oportunidad. Para que lo ayuden a conseguir vacunas”, no llame sólo a sus amigos. “Llame a la unidad de la sociedad”. Es simple. HAY QUE DESPOJARSE DEL CINISMO Y LA SOBERBIA.
Sin otro particular, saludo a usted con mi mayor consideración.
JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO
PRISIONERO POLÍTICO
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 10, 2021