A lo largo de la historia ha habido muchas historias extrañas de asesinos fallidos, tramas individuales casi tan locas como algunos de los planes más extraños de la Segunda Guerra Mundial, o tan inverosímiles e improbables como estas increíbles misiones secretas de la Segunda Guerra Mundial. Estos extraños intentos de asesinato parecen seguir ocurriendo independientemente de la seguridad o la popularidad del gobernante o figura pública. Por lo general, la falta de éxito de estos fracasos históricos de asesinatos se debe a la suerte o las circunstancias, lo que demuestra que los intentos de asesinato locos no son menos peligrosos o intrascendentes. Si las cosas hubieran sido un poco diferentes, estos intentos de asesinato podrían haber tenido éxito.
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Margaret Thatcher casi fue volada por una bomba en una videograbadora En 1984, tras la muerte del huelguista de hambre del IRA Bobby Sands, el IRA se decidió a atacar el corazón mismo del gobierno inglés al intentar asesinar a Margaret Thatcher. Consciente de que Thatcher asistiría a la Conferencia Anual del Partido Conservador, el IRA comenzó a planificar. Tres semanas antes del evento, un fabricante de bombas IRA llamado Jerry Magee se registró en el Grand Hotel en Brighton, Inglaterra, con un nombre falso y colocó una bomba en la habitación 629. Usando partes electrónicas de una videograbadora, puso la bomba para que explotara más de tres semanas después, el 11 de octubre, a las 2:53 de la mañana del último día de la conferencia.
Mira, el líder del partido da un discurso el último día del evento, por lo que el IRA estaba razonablemente seguro de que Thatcher estaría presente. Se suponía que el explosivo era lo suficientemente fuerte como para derrumbar todo el edificio, matando a todos los que estaban dentro. La bomba explotó según lo programado, pero solo mató a cinco personas e hirió a otras treinta. La propia Thatcher evitó por poco una columna de chimenea que se derrumbaba a solo unos metros de su habitación. Las huellas digitales de Magee todavía estaban en su tarjeta de registro y fue arrestado. Con ocho cadenas perpetuas y un mínimo de 35 años de cárcel, fue puesto en libertad como resultado del intercambio de prisioneros del Acuerdo del Viernes Santo en 1999.
Harry Truman durmió durante la mayor parte de un ataque de nacionalistas puertorriqueños Cuando se decidió durante la administración de Harry Truman que la Casa Blanca sería renovada, Truman se mudó a una residencia temporal en Blair House, entonces la casa oficial del vicepresidente. Acompañado sólo por un par de miembros del Servicio Secreto e incluso haciendo una pausa para los semáforos en rojo, Truman solía caminar media cuadra en una calle pública para trabajar en su oficina ejecutiva.
El 1 de noviembre de 1950, dos hombres armados, nacionalistas puertorriqueños, intentaron abrirse camino a tiros en Blair House en un atentado contra la vida de Truman. Griselio Torresola y Oscar Collazo, ambos puertorriqueños nativos, estaban coordinando su ataque con los levantamientos que ocurrían en su isla natal. Mientras Truman tomaba una siesta después del almuerzo en una habitación del segundo piso, los hombres armados se acercaron a los escalones del edificio y comenzaron a disparar contra los agentes de policía de la Casa Blanca y los miembros del servicio secreto.
Collazo llegó hasta los escalones de la entrada antes de resultar gravemente herido. Torresola hirió a varios miembros de las fuerzas del orden antes de que el oficial de policía (ya mortalmente herido) Leslie Coffelt saliera de su caseta de guardia en el frente del edificio y le disparara a Torresola en la cabeza, matándolo instantáneamente. Coffelt moriría en el hospital cuatro horas después.
Collazo
Al escuchar la conmoción, el presidente Truman abrió la ventana del segundo piso directamente sobre la entrada, solo para que el Servicio Secreto le advirtiera que regresara cuando Torresola estaba recargando su arma. Collazo sería condenado a muerte y Truman luego conmutaría la sentencia por cadena perpetua. Jimmy Carter conmutó la sentencia de Collazo en 1979 y regresó a Puerto Rico.
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El gobierno soviético encubrió un intento de asesinato de Leonid Brezhnev durante 30 años El 22 de enero de 1969, un soldado ruso mentalmente inestable y descontento disparó numerosos tiros contra una caravana que supuestamente transportaba al primer ministro soviético Leonid Brezhnev a una ceremonia en honor a varios cosmonautas.
Lo que hizo que este intento de asesinato fuera notable fue que, a pesar de que ocurrió en la televisión soviética en vivo y frente a una gran multitud, estuvo oculto durante 30 años antes de que el gobierno ruso publicara detalles específicos del incidente.
En ese momento, el gobierno soviético reconoció a la prensa occidental que ocurrió un “incidente” pero, aparte de una breve declaración unos días después del intento, no se ofrecieron otros detalles.
El agresor, Viktor Ilyin, fue entrevistado personalmente por el jefe de la KGB, Yuri Andropov, declarado loco y colocado en una institución mental de estilo estalinista.
A pesar de que mató al chófer de una de las limusinas e hirió levemente a los cosmonautas, Ilyin finalmente fue liberado de la institución mental en los años 90 y recibió un apartamento y una pensión por discapacidad.
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A lo largo de la historia ha habido muchas historias extrañas de asesinos fallidos, tramas individuales casi tan locas como algunos de los planes más extraños de la Segunda Guerra Mundial, o tan inverosímiles e improbables como estas increíbles misiones secretas de la Segunda Guerra Mundial. Estos extraños intentos de asesinato parecen seguir ocurriendo independientemente de la seguridad o la popularidad del gobernante o figura pública. Por lo general, la falta de éxito de estos fracasos históricos de asesinatos se debe a la suerte o las circunstancias, lo que demuestra que los intentos de asesinato locos no son menos peligrosos o intrascendentes. Si las cosas hubieran sido un poco diferentes, estos intentos de asesinato podrían haber tenido éxito.
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Margaret Thatcher casi fue volada por una bomba en una videograbadora
En 1984, tras la muerte del huelguista de hambre del IRA Bobby Sands, el IRA se decidió a atacar el corazón mismo del gobierno inglés al intentar asesinar a Margaret Thatcher. Consciente de que Thatcher asistiría a la Conferencia Anual del Partido Conservador, el IRA comenzó a planificar. Tres semanas antes del evento, un fabricante de bombas IRA llamado Jerry Magee se registró en el Grand Hotel en Brighton, Inglaterra, con un nombre falso y colocó una bomba en la habitación 629. Usando partes electrónicas de una videograbadora, puso la bomba para que explotara más de tres semanas después, el 11 de octubre, a las 2:53 de la mañana del último día de la conferencia.
Mira, el líder del partido da un discurso el último día del evento, por lo que el IRA estaba razonablemente seguro de que Thatcher estaría presente. Se suponía que el explosivo era lo suficientemente fuerte como para derrumbar todo el edificio, matando a todos los que estaban dentro. La bomba explotó según lo programado, pero solo mató a cinco personas e hirió a otras treinta. La propia Thatcher evitó por poco una columna de chimenea que se derrumbaba a solo unos metros de su habitación. Las huellas digitales de Magee todavía estaban en su tarjeta de registro y fue arrestado. Con ocho cadenas perpetuas y un mínimo de 35 años de cárcel, fue puesto en libertad como resultado del intercambio de prisioneros del Acuerdo del Viernes Santo en 1999.
[/ezcol_1third] [ezcol_1third]Harry Truman durmió durante la mayor parte de un ataque de nacionalistas puertorriqueños
Cuando se decidió durante la administración de Harry Truman que la Casa Blanca sería renovada, Truman se mudó a una residencia temporal en Blair House, entonces la casa oficial del vicepresidente. Acompañado sólo por un par de miembros del Servicio Secreto e incluso haciendo una pausa para los semáforos en rojo, Truman solía caminar media cuadra en una calle pública para trabajar en su oficina ejecutiva.
El 1 de noviembre de 1950, dos hombres armados, nacionalistas puertorriqueños, intentaron abrirse camino a tiros en Blair House en un atentado contra la vida de Truman. Griselio Torresola y Oscar Collazo, ambos puertorriqueños nativos, estaban coordinando su ataque con los levantamientos que ocurrían en su isla natal. Mientras Truman tomaba una siesta después del almuerzo en una habitación del segundo piso, los hombres armados se acercaron a los escalones del edificio y comenzaron a disparar contra los agentes de policía de la Casa Blanca y los miembros del servicio secreto.
Collazo llegó hasta los escalones de la entrada antes de resultar gravemente herido. Torresola hirió a varios miembros de las fuerzas del orden antes de que el oficial de policía (ya mortalmente herido) Leslie Coffelt saliera de su caseta de guardia en el frente del edificio y le disparara a Torresola en la cabeza, matándolo instantáneamente. Coffelt moriría en el hospital cuatro horas después.
Al escuchar la conmoción, el presidente Truman abrió la ventana del segundo piso directamente sobre la entrada, solo para que el Servicio Secreto le advirtiera que regresara cuando Torresola estaba recargando su arma. Collazo sería condenado a muerte y Truman luego conmutaría la sentencia por cadena perpetua. Jimmy Carter conmutó la sentencia de Collazo en 1979 y regresó a Puerto Rico.
[/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]El gobierno soviético encubrió un intento de asesinato de Leonid Brezhnev durante 30 años
El 22 de enero de 1969, un soldado ruso mentalmente inestable y descontento disparó numerosos tiros contra una caravana que supuestamente transportaba al primer ministro soviético Leonid Brezhnev a una ceremonia en honor a varios cosmonautas.
Lo que hizo que este intento de asesinato fuera notable fue que, a pesar de que ocurrió en la televisión soviética en vivo y frente a una gran multitud, estuvo oculto durante 30 años antes de que el gobierno ruso publicara detalles específicos del incidente.
En ese momento, el gobierno soviético reconoció a la prensa occidental que ocurrió un “incidente” pero, aparte de una breve declaración unos días después del intento, no se ofrecieron otros detalles.
El agresor, Viktor Ilyin, fue entrevistado personalmente por el jefe de la KGB, Yuri Andropov, declarado loco y colocado en una institución mental de estilo estalinista.
A pesar de que mató al chófer de una de las limusinas e hirió levemente a los cosmonautas, Ilyin finalmente fue liberado de la institución mental en los años 90 y recibió un apartamento y una pensión por discapacidad.
[/ezcol_1third_end]PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 14, 2021