Citando el texto del Génesis (3:9) “Y el Señor Dios llamó a Adán, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”, un predicador le dijo a los congregados: “ A este texto lo podemos dividir en tres partes: La primera sería que todo hombre debe estar en alguna parte; la segunda que algunos hombres están donde ellos no deberían estar y, la última, aquellos que están donde no querrían estar”.
Si a través de la experiencia queremos descubrir qué es el pecado, nos encontraremos donde no queremos estar, pero si buscamos de manera santa este discernimiento, no necesitaremos experimentar el pecado porque conocemos el resultado de antemano. Pero, ¿qué paso con Adán? Se encontró donde no quería estar después de comer la fruta prohibida.
Llevando esto al hoy, hay gente que dice que le gustan las aventuras, de vivir peligrosamente. Se sienten emocionados por las peleas y se alimentan de las dificultades. Lamentablemente y a menudo, solo ven el error cuando es demasiado tarde. Son de esas personas que insisten en caminar por lugares engañosos, disfrutar de estar enredadas y se regocijan hablando de liberaciones. Mas luego, se quejan del destino, lloran las frustraciones y se lamentan de las desgracias; no conocen la verdadera alegría.
Los que prefieren disfrutar de esas bendiciones especiales, que desean experimentar la verdadera paz y felicidad, que aspiran a recorrer los caminos de los grandes logros y victorias, son aquellos que no se complacen en el error, los que no toman el camino errado, saben dónde están y dónde quiero estar.
¿Y tú? ¿Sabes dónde estás? De mi parte puedo decir que no quiero esconderme, no quiero caminar en este mundo sin estar en lo cierto. No quiero escuchar la pregunta que escuchó Adam… Quiero que se sepa siempre donde estoy, quiero saber lo que es y lo que soy.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un cordial abrazo y
mi deseo que la vida te sonría y permita que prosperes en todo, y
puedas derramar Salud, Amor y Paz.
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Citando el texto del Génesis (3:9) “Y el Señor Dios llamó a Adán, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”, un predicador le dijo a los congregados: “ A este texto lo podemos dividir en tres partes: La primera sería que todo hombre debe estar en alguna parte; la segunda que algunos
hombres están donde ellos no deberían estar y, la última, aquellos que están donde no querrían estar”.
Si a través de la experiencia queremos descubrir qué es el pecado, nos encontraremos donde no queremos estar, pero si buscamos de manera santa este discernimiento, no necesitaremos experimentar el pecado porque conocemos el resultado de antemano. Pero, ¿qué paso con Adán? Se encontró donde no quería estar después de comer la fruta prohibida.
Llevando esto al hoy, hay gente que dice que le gustan las aventuras, de vivir peligrosamente. Se sienten emocionados por las peleas y se alimentan de las dificultades. Lamentablemente y a menudo, solo ven el error cuando es demasiado tarde. Son de esas personas que insisten en caminar por lugares engañosos, disfrutar de estar enredadas y se regocijan hablando de liberaciones. Mas luego, se quejan del destino, lloran las frustraciones y se lamentan de las desgracias; no conocen la verdadera alegría.
Los que prefieren disfrutar de esas bendiciones especiales, que desean experimentar la verdadera paz y felicidad, que aspiran a recorrer los caminos de los grandes logros y victorias, son aquellos que no se complacen en el error, los que no toman el camino errado, saben dónde están y dónde quiero estar.
¿Y tú? ¿Sabes dónde estás? De mi parte puedo decir que no quiero esconderme, no quiero caminar en este mundo sin estar en lo cierto. No quiero escuchar la pregunta que escuchó Adam… Quiero que se sepa siempre donde estoy, quiero saber lo que es y lo que soy.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un cordial abrazo y
mi deseo que la vida te sonría y permita que prosperes en todo, y
puedas derramar Salud, Amor y Paz.
Claudio Valerio
® Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 12, 2021