El reciente arresto de siete individuos estadounidenses armados que intentaban llegar a Afganistán a través de los Emiratos Árabes Unidos está generando preocupación entre los legisladores, ex funcionarios, veteranos y otros sobre la posibilidad de operaciones civiles deshonestas que intentan sacar a ciudadanos estadounidenses o afganos de una nación liderada por los talibanes después de la retirada militar de Estados Unidos.
El grupo de ciudadanos estadounidenses fue detenido el martes pasado y luego liberado bajo fianza por la policía local en el Aeropuerto Internacional de Dubai después de haber “llegado en un avión privado con armas de fuego”, según un cable del Departamento de Estado.
“Según los informes, los pasajeros planeaban ayudar en los esfuerzos de evacuación de Afganistán, pero no tenían planes de viaje posteriores aprobados”, decía el cable, y agregaba que el Consulado General de Estados Unidos en Dubai estaba “comprometiéndose con las autoridades sobre el tema”.
A la medianoche de ese mismo día, 31 de agosto, el último avión militar estadounidense había salido de Afganistán, lo que marcaba el fin de un esfuerzo de guerra de dos décadas y una evacuación caótica que involucró tanto a funcionarios estadounidenses como a grupos privados que transportaban por aire a decenas de miles de personas, en su mayoría personal afgano. que trabajó con el gobierno de Estados Unidos durante todo el conflicto.
Cuando Estados Unidos comenzó a irse aproximadamente un año y medio después de un acuerdo de paz que el expresidente Donald J. Trump firmó con los talibanes, el grupo logró avances a nivel nacional y rápidamente tomó la capital, dejando a Afganistán una vez más bajo el control del Emirato Islámico 20 años después del 11 de septiembre. Intervención liderada por Estados Unidos.
Pero incluso cuando concluyó la extracción en Estados Unidos, parece que algunos estaban dispuestos a tomar el asunto en sus propias manos.
La Oficina Federal de Investigaciones también confirmó que se les había informado de la situación.
“El FBI está al tanto del asunto pero no tiene más comentarios en este momento”, dijo un portavoz del FBI.
La noticia del evento generó una dura respuesta del Representante de los Estados Unidos, Ritchie Torres, de Nueva York, vicepresidente del Comité de Seguridad Nacional, quien argumentó que el grupo debería ser investigado rápidamente para determinar qué planeaban hacer exactamente y si pueden tener o no vínculos. a los grupos marginales nacionales que piden regularmente hacer alarde de las regulaciones federales.
“El intento de estadounidenses armados de ingresar a Afganistán por razones desconocidas es motivo de alarma”, dijo Torres en declaraciones. “El Departamento de Justicia debe investigar quiénes son estas personas, cuáles fueron sus intenciones y motivaciones, y qué vínculos, si los hay, tienen estos individuos con el extremismo aquí en casa”.
Y si bien la difícil situación de los ciudadanos estadounidenses y los aliados afganos que quedaron atrás ha suscitado la simpatía de muchos en los Estados Unidos, quienes están familiarizados con los precarios esfuerzos diplomáticos en curso entre Washington y un enemigo histórico advirtieron que las acciones no autorizadas de ciudadanos o grupos estadounidenses pueden causar más daño. que bien.
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El reciente arresto de siete individuos estadounidenses armados que intentaban llegar a Afganistán a través de los Emiratos Árabes Unidos está generando preocupación entre los legisladores, ex funcionarios, veteranos y otros sobre la posibilidad de operaciones civiles deshonestas que intentan sacar a ciudadanos estadounidenses o afganos de una nación liderada por los talibanes después de la retirada militar de Estados Unidos.
El grupo de ciudadanos estadounidenses fue detenido el martes pasado y luego liberado bajo fianza por la policía local en el Aeropuerto Internacional de Dubai después de haber “llegado en un avión privado con armas de fuego”, según un cable del Departamento de
Estado.
“Según los informes, los pasajeros planeaban ayudar en los esfuerzos de evacuación de Afganistán, pero no tenían planes de viaje posteriores aprobados”, decía el cable, y agregaba que el Consulado General de Estados Unidos en Dubai estaba “comprometiéndose con las autoridades sobre el tema”.
A la medianoche de ese mismo día, 31 de agosto, el último avión militar estadounidense había salido de Afganistán, lo que marcaba el fin de un esfuerzo de guerra de dos décadas y una evacuación caótica que involucró tanto a funcionarios estadounidenses como a grupos privados que transportaban por aire a decenas de miles de personas, en su mayoría personal afgano. que trabajó con el gobierno de Estados Unidos durante todo el conflicto.
Cuando Estados Unidos comenzó a irse aproximadamente un año y medio después de un acuerdo de paz que el expresidente Donald J. Trump firmó con los talibanes, el grupo logró avances a nivel nacional y rápidamente tomó la capital, dejando a Afganistán una vez más bajo el control del Emirato Islámico 20 años después del 11 de septiembre. Intervención liderada por Estados Unidos.
Pero incluso cuando concluyó la extracción en Estados Unidos, parece que algunos estaban dispuestos a tomar el asunto en sus propias manos.
La Oficina Federal de Investigaciones también confirmó que se les había informado de la situación.
“El FBI está al tanto del asunto pero no tiene más comentarios en este momento”, dijo un portavoz del FBI.
La noticia del evento generó una dura respuesta del Representante de los Estados Unidos, Ritchie Torres, de Nueva York, vicepresidente del Comité de Seguridad Nacional, quien argumentó que el grupo debería ser investigado rápidamente para determinar qué planeaban hacer exactamente y si pueden tener o no vínculos. a los grupos marginales nacionales que piden regularmente hacer alarde de las regulaciones federales.
“El intento de estadounidenses armados de ingresar a Afganistán por razones desconocidas es motivo de alarma”, dijo Torres en declaraciones. “El Departamento de Justicia debe investigar quiénes son estas personas, cuáles fueron sus intenciones y motivaciones, y qué vínculos, si los hay, tienen estos individuos con el extremismo aquí en casa”.
Y si bien la difícil situación de los ciudadanos estadounidenses y los aliados afganos que quedaron atrás ha suscitado la simpatía de muchos en los Estados Unidos, quienes están familiarizados con los precarios esfuerzos diplomáticos en curso entre Washington y un enemigo histórico advirtieron que las acciones no autorizadas de ciudadanos o grupos estadounidenses pueden causar más daño. que bien.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 9, 2021