JORGE FERRO es uno de los jueces que desde su puesto de subrogante en la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca, con un solo ojo y como se le dio la gana ha resuelto sobre mi persona y mi vida, desde que fui detenido en noviembre de 2014. Lo propio ha hecho con otros imputados adultos mayores entre quienes por supuesto, es muy conocido y repudiado. Coincidentemente con el año de mi detención, en el prostíbulo Vip MADAHO´S de Playa Grande frente a la costa en Mar del Plata, se llevó a cabo un procedimiento policial que marcó el principio del fin de su cargo como togado 4 años después. Con militancia en el colectivo de “Justicia Legítima”, este inmoral estaba vinculado y protegía a los proxenetas que explotaban a un staff rotativo de unas veinticinco mujeres, en el local de la avenida Alem 4285 desde hace casi 20 años. Él, luego de algún procedimiento policial, desde su poltrona de semidiós cambiaba la calificación de “trata de personas” a “explotación de la prostitución ajena”, declarando así incompetente a la justicia federal. Debido a las indisimulables y elevadísimas ganancias de la “trata de mujeres”, también se instruyó una causa por “lavado de dinero agravado”, en la que fueron procesadas diez personas.
¿TOGADO O PROXENETA?
FERRO a través del tiempo ha tenido otros “deslices” menores como lo fue su actuación en el caso Coppola, el representante de Maradona, o cuando detuvo a un cuidacoches por no dejarlo estacionar donde él quería. También se lo recuerda interceptando a un operario de la estación de trenes de Mar del Plata, que no siguió sus órdenes y otras menudencias que lo hacen un abusador más, de los que ocupan algunos de los despachos judiciales. Dentro de las numerosas pruebas colectadas sobre el accionar ilícito de este miembro de “la justicia federal independiente”, por lo increíble, se destaca la extensión de su tarjeta de crédito. Estaba nada menos que a nombre de uno de los proxenetas de nombre ALEJANDRO FERRARELO. ¿Si yo razonara en la misma forma que FERRO hizo conmigo, acaso tengo que “inferir” que el señor juez era socio en la explotación del prostíbulo y no su mero encubridor protector? Pero eso no importa, ocupando el cargo desde el 2 de septiembre de 1991 y estar acorralado por el Consejo de la Magistratura, eligió la salida que eligieron otros togados imputados antes que él. El 22 de marzo pasado presentó su renuncia y esta le fue aceptada, con la rúbrica de estilo del Presidente MAURICIO MACRI y el Ministro de Justicia y Derechos Humanos GERMÁN GARAVANO. Este es un ejemplo más, de quienes son los que nos prejuzgan en esta Argentina tan “generosa” con todos aquellos que infringiendo la ley quitaron y quitan vidas y bienes a mansalva.
Por CLAUDIO KUSSMAN.
MADAHO´S
JORGE FERRO es uno de los jueces que desde su puesto de subrogante en la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca, con un solo ojo y como se le dio la gana ha resuelto sobre mi persona y mi vida, desde que fui detenido en noviembre de 2014. Lo propio ha hecho con otros imputados adultos mayores entre quienes por supuesto, es muy conocido y repudiado. Coincidentemente con el año de mi detención, en el prostíbulo Vip MADAHO´S de Playa Grande frente a la costa en Mar del Plata, se llevó a cabo un procedimiento policial que marcó el principio del fin de su cargo como togado 4 años después. Con militancia en el colectivo de “Justicia Legítima”, este inmoral estaba vinculado y protegía a los proxenetas que explotaban a un staff rotativo de unas veinticinco mujeres, en el local de la avenida Alem 4285 desde hace casi 20 años. Él, luego de algún procedimiento policial, desde su poltrona de semidiós cambiaba la calificación de “trata de personas” a “explotación de la prostitución ajena”, declarando así incompetente a la justicia federal. Debido a las indisimulables y elevadísimas ganancias de la “trata de mujeres”, también se instruyó una causa por “lavado de dinero agravado”, en la que fueron procesadas diez personas.
¿TOGADO O PROXENETA?
FERRO a través del tiempo ha tenido otros “deslices” menores como lo fue su actuación en el caso Coppola, el representante de Maradona, o cuando detuvo a un cuidacoches por no dejarlo estacionar donde él quería. También se lo recuerda interceptando a un operario de la estación de trenes de Mar del Plata, que no siguió sus órdenes y otras menudencias que lo hacen un abusador más, de los que ocupan algunos de los despachos judiciales. Dentro de las numerosas pruebas colectadas sobre el accionar ilícito de este miembro de “la justicia federal independiente”, por lo increíble, se destaca la extensión de su tarjeta de crédito. Estaba nada menos que a nombre de uno de los proxenetas de nombre ALEJANDRO FERRARELO. ¿Si yo razonara en la misma forma que FERRO hizo conmigo, acaso tengo que “inferir” que el señor juez era socio en la explotación del prostíbulo y no su mero encubridor protector? Pero eso no importa, ocupando el cargo desde el 2 de septiembre de 1991 y estar acorralado por el Consejo de la Magistratura, eligió la salida que eligieron otros togados imputados antes que él. El 22 de marzo pasado presentó su renuncia y esta le fue aceptada, con la rúbrica de estilo del Presidente MAURICIO MACRI y el Ministro de Justicia y Derechos Humanos GERMÁN GARAVANO. Este es un ejemplo más, de quienes son los que nos prejuzgan en esta Argentina tan “generosa” con todos aquellos que infringiendo la ley quitaron y quitan vidas y bienes a mansalva.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Mayo 31, 2018
Tags: Corrupción en Argentina, Jorge Ferro, ProstituciónRelated Posts
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