John William Vessey Jr., el único oficial del Ejército de los Estados Unidos en el siglo XX que ascendió de soldado raso a general de cuatro estrellas y Jefe del Estado Mayor Conjunto, personificó toda una vida de dedicación, liderazgo y servicio. Su carrera militar, que abarcó más de cuatro décadas, demostró que la perseverancia, la habilidad y la integridad podían superar los humildes comienzos.
Nacido el 29 de junio de 1922 en Minneapolis, Minnesota, Vessey creció durante la Gran Depresión. A los 16 años, ávido de desafíos y oportunidades, mintió sobre su edad para alistarse en la Guardia Nacional de Minnesota en 1939, ingresando como soldado raso. Sus primeros años en la vida militar coincidieron con los preparativos para la Segunda Guerra Mundial, una época en la que el Ejército se expandía y transformaba rápidamente. Para 1940, su unidad, la 34.ª División de Infantería, fue llamada al servicio activo.
Vessey Jr.
El servicio de Vessey en tiempos de guerra fue una prueba que puso a prueba y perfeccionó sus habilidades de liderazgo. Sirviendo en el norte de África e Italia, luchó en importantes campañas, incluyendo la brutal Batalla de Anzio en 1944. En Anzio, el entonces sargento Vessey lideró un pelotón bajo el implacable fuego alemán, una experiencia que dejó una profunda huella en su comprensión del liderazgo en combate. Su servicio le valió reconocimiento por su valor y sentó las bases para su ascenso.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Vessey decidió permanecer en el Ejército, pasando de suboficial en tiempos de guerra a oficial a través de la Escuela de Candidatos a Oficiales. Su carrera lo llevó a diversos destinos: comandos de entrenamiento, asignaciones en el extranjero y puestos de Estado Mayor, cada uno de los cuales amplió su experiencia. Sirvió durante la Guerra de Corea y posteriormente en Vietnam, donde su liderazgo en combate volvió a destacar. En Vietnam, comandó unidades de artillería, demostrando adaptabilidad en operaciones móviles y complejas.
Su servicio en Vietnam, en particular durante la Campaña de Camboya de 1970, demostró su capacidad para integrar estrategia y táctica en condiciones difíciles. Para la década de 1970, la reputación de Vessey como líder disciplinado y reflexivo lo llevó a ocupar altos cargos. Llegó a ser vicejefe del Estado Mayor del Ejército y, finalmente, comandante de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en Corea, donde gestionó las delicadas relaciones de defensa entre Estados Unidos y Corea del Sur.
En 1982, el presidente Ronald Reagan nombró a Vessey décimo jefe del Estado Mayor Conjunto, el cargo militar más alto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. En este cargo, asesoró sobre política de seguridad nacional, supervisó programas de modernización y gestionó las tensiones de la Guerra Fría. Su trayectoria incluyó su participación en la crisis del Líbano, la invasión de Granada y las negociaciones sobre control de armamentos con la Unión Soviética. Conocido por su claridad moral, a menudo enfatizaba que el propósito del ejército era prevenir la guerra mediante la preparación.
Vessey se retiró en 1985 tras 46 años de servicio, culminando una carrera notable por su ascenso desde el rango de alistado hasta la cima del liderazgo militar. Continuó sirviendo a la nación en funciones de asesoramiento, incluyendo como emisario especial en Vietnam sobre asuntos relacionados con prisioneros de guerra y desaparecidos en acción. El General Vessey falleció el 18 de agosto de 2016, dejando un legado como soldado de los soldados: pragmático, con principios y profundamente comprometido con los hombres y mujeres bajo su mando.
La vida del General John W. Vessey Jr. es un testimonio de la posibilidad de ascender en el ejército únicamente por mérito y dedicación. De soldado raso a general, su carrera reflejó los ideales de servicio, honor y liderazgo que siguen inspirando a generaciones de soldados.
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John William Vessey Jr., el único oficial del Ejército de los Estados Unidos en el siglo XX que ascendió de soldado raso a general de cuatro estrellas y Jefe del Estado Mayor Conjunto, personificó toda una vida de dedicación, liderazgo y servicio. Su carrera militar, que abarcó más de cuatro décadas, demostró que la perseverancia, la habilidad y la integridad podían superar los humildes comienzos.
Nacido el 29 de junio de 1922 en Minneapolis, Minnesota, Vessey creció durante la Gran Depresión. A los 16 años, ávido de desafíos y oportunidades, mintió sobre su edad para alistarse en la Guardia Nacional de Minnesota en 1939, ingresando como soldado raso. Sus primeros años en la vida militar coincidieron con los preparativos para la Segunda Guerra Mundial, una época en la que el Ejército se expandía y transformaba rápidamente. Para 1940, su unidad, la 34.ª División de Infantería, fue llamada al servicio activo.
El servicio de Vessey en tiempos de guerra fue una prueba que puso a prueba y perfeccionó sus habilidades de liderazgo. Sirviendo en el norte de África e Italia, luchó en importantes campañas, incluyendo la brutal Batalla de Anzio en 1944. En Anzio, el entonces sargento Vessey lideró un pelotón bajo el implacable fuego alemán, una experiencia que dejó una profunda huella en su comprensión del liderazgo en combate. Su servicio le valió reconocimiento por su valor y sentó las bases para su ascenso.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Vessey decidió permanecer en el Ejército, pasando de suboficial en tiempos de guerra a oficial a través de la Escuela de Candidatos a Oficiales. Su carrera lo llevó a diversos destinos: comandos de entrenamiento, asignaciones en el extranjero y puestos de Estado Mayor, cada uno de los cuales amplió su experiencia. Sirvió durante la Guerra de Corea y posteriormente en Vietnam, donde su liderazgo en combate volvió a destacar. En Vietnam, comandó unidades de artillería, demostrando adaptabilidad en operaciones móviles y complejas.
Su servicio en Vietnam, en particular durante la Campaña de Camboya de 1970, demostró su capacidad para integrar estrategia y táctica en condiciones difíciles. Para la década de 1970, la reputación de Vessey como líder disciplinado y reflexivo lo llevó a ocupar altos cargos. Llegó a ser vicejefe del Estado Mayor del Ejército y, finalmente, comandante de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en Corea, donde gestionó las delicadas relaciones de defensa entre Estados Unidos y Corea del Sur.
En 1982, el presidente Ronald Reagan nombró a Vessey décimo jefe del Estado Mayor Conjunto, el cargo militar más alto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. En este cargo, asesoró sobre política de seguridad nacional, supervisó programas de modernización y gestionó las tensiones de la Guerra Fría. Su trayectoria incluyó su participación en la crisis del Líbano, la invasión de Granada y las negociaciones sobre control de armamentos con la Unión Soviética. Conocido por su claridad moral, a menudo enfatizaba que el propósito del ejército era prevenir la guerra mediante la preparación.
Vessey se retiró en 1985 tras 46 años de servicio, culminando una carrera notable por su ascenso desde el rango de alistado hasta la cima del liderazgo militar. Continuó sirviendo a la nación en funciones de asesoramiento, incluyendo como emisario especial en Vietnam sobre asuntos relacionados con prisioneros de guerra y desaparecidos en acción. El General Vessey falleció el 18 de agosto de 2016, dejando un legado como soldado de los soldados: pragmático, con principios y profundamente comprometido con los hombres y mujeres bajo su mando.
La vida del General John W. Vessey Jr. es un testimonio de la posibilidad de ascender en el ejército únicamente por mérito y dedicación. De soldado raso a general, su carrera reflejó los ideales de servicio, honor y liderazgo que siguen inspirando a generaciones de soldados.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 14, 2025
Tags: Anzio, Ejército, Guerra de Corea, Libano, Minnesota, Segunda Guerra Mundial, VietnamRelated Posts
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