Técnicamente una persona podría ser decapitada pero aún así sobrevivir. Existe una lesión llamada decapitación interna que podría dislocar la columna vertebral del cráneo, pero no lo suficiente como para que sufra un traumatismo grave o tenga signos inmediatos de la gravedad de la lesión.
Una decapitación interna ocurre cuando el cuello está hiperextendido hacia atrás. A veces, también se producen movimientos de torsión que aumentan la probabilidad de lesiones graves. Estos movimientos rompen tendones y ligamentos que normalmente unen el cráneo al cuello y los hombros. La piel y los músculos todavía están en su lugar, por lo que a veces las personas sobreviven a pesar de que se producen lesiones tan graves.
Las decapitaciones internas suelen ser fatales, es decir, para la mayoría, las decapitaciones internas son fatales. Son extremadamente raros, y con la gravedad del daño causado durante la hiperextensión, por lo general, la médula espinal se corta o se daña lo suficientemente grave como para provocar la muerte. En alrededor del 70% de los casos, las víctimas de estas lesiones mueren inmediatamente.
En el otro 30% de los casos, la parálisis, la pérdida del conocimiento u otros síntomas suelen informar a los paramédicos de que algo anda muy mal. Sin embargo, hay momentos en que las personas sobreviven y no tienen lesiones tan graves como cabría esperar. Por ejemplo, en 2018, un joven sufrió esta lesión en un accidente y sobrevivió. Pasó por cirugías para fusionar la columna vertebral y estabilizar el cuello y el cráneo. Todavía está vivo hoy y, aunque tiene algo de dolor y problemas para mover su brazo derecho, está en camino a la recuperación.
Las lesiones graves en el cuello requieren tratamiento de emergencia. Si se lesiona en el trabajo o mientras está en el trabajo y tiene un caso grave como este, es vital que obtenga tratamiento médico lo antes posible. Incluso una decapitación interna parcial puede provocar síntomas graves, como parálisis, y debe tratarse lo antes posible para preservar la médula espinal y la funcionalidad de la cabeza y el cuello.
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Técnicamente una persona podría ser decapitada pero aún así sobrevivir. Existe una lesión llamada decapitación interna que podría dislocar la columna vertebral del cráneo, pero no lo suficiente como para que sufra un traumatismo grave o tenga signos inmediatos de la gravedad de la lesión.
Una decapitación interna ocurre cuando el cuello está hiperextendido hacia atrás. A veces, también se producen movimientos de torsión que aumentan la probabilidad de lesiones graves. Estos movimientos rompen tendones y ligamentos que normalmente unen el cráneo al cuello y los hombros. La piel y los músculos todavía están en su lugar, por lo que a veces las personas sobreviven a pesar de que se producen lesiones tan graves.
En el otro 30% de los casos, la parálisis, la pérdida del conocimiento u otros síntomas suelen informar a los paramédicos de que algo anda muy mal. Sin embargo, hay momentos en que las personas sobreviven y no tienen lesiones tan graves como cabría esperar. Por ejemplo, en 2018, un joven sufrió esta lesión en un accidente y sobrevivió. Pasó por cirugías para fusionar la columna vertebral y estabilizar el cuello y el cráneo. Todavía está vivo hoy y, aunque tiene algo de dolor y problemas para mover su brazo derecho, está en camino a la recuperación.
Las lesiones graves en el cuello requieren tratamiento de emergencia. Si se lesiona en el trabajo o mientras está en el trabajo y tiene un caso grave como este, es vital que obtenga tratamiento médico lo antes posible. Incluso una decapitación interna parcial puede provocar síntomas graves, como parálisis, y debe tratarse lo antes posible para preservar la médula espinal y la funcionalidad de la cabeza y el cuello.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 7, 2023