Se denomina demisexual a una persona que experimenta atracción sexual sólo cuando siente un verdadero vínculo emocional o espiritual con otra persona, explica Verywell Mind, revista sobre salud mental, relaciones y psicología.

Si bien es cierto que muchas personas desean experimentar una conexión emocional antes de involucrarse en intimidad sexual, ser demisexual no consiste exactamente en esto, destaca el medio. La diferencia radica en que los demisexuales no son capaces de sentirse atraídos por personas con las que no tienen un vínculo emocional o no conocen a un nivel más profundo.

Así, una persona demisexual no se sentiría atraída por una celebridad ni por una persona atractiva que ve por la calle. Mientras, las personas con otro tipo de sexualidad sí pueden desarrollar un vínculo emocional después de haber experimentado la chispa de atracción sexual, basada en la apariencia, la voz o el olor.

Una persona que encaja en este tipo de sexualidad es la estrella británica de hip hop Tulisa Contostavlos. “Soy un poco demisexual. Necesito tener un vínculo emocional muy estrecho con alguien”, manifestó.

“Soy una persona que se excita lentamente. He sido célibe durante más de tres años”, continuó la mujer de 36 años. “No soy una persona demasiado sexualizada. Lo importante es la conexión y las emociones que siento con alguien y luego querer expresar mis sentimientos por esa persona de esa manera”, dijo.

Es posible que una persona sea demisexual si:

• No se siente sexualmente atraído por las personas a menos que las conozca;

• Le lleva un tiempo desarrollar sentimientos de atracción hacia alguien;

• No disfruta del sexo casual ni de las relaciones de amigos con derechos;

• Prefiere tomarse su tiempo para conocer a otra persona antes de involucrarse en una relación romántica o sexual.

“Con algo tan complejo y multifacético como la sexualidad humana, tiene sentido que una sola palabra no capte la experiencia completa de alguien como ser sexual”, comenta la Dra. Margaret Seide, psiquiatra certificada y miembro del cuerpo docente de la Universidad de Nueva York. “La sexualidad humana no es fácil de etiquetar, de definir ni de poner en una categoría clara”, agrega.