El debate sobre el aborto ha dividido a Estados Unidos, y es poco probable que se resuelva con esta decisión de la Corte Suprema. La Corte Suprema acaba de lanzar una granada de mano constitucional a las furiosas guerras culturales en los EE. UU., iniciando una nueva batalla en esta lucha de décadas por el aborto.
En un fallo de 6-3, la corte encontró que no existía el derecho constitucional al aborto, dejando la decisión de permitir o no los abortos a los estados. Ahora se espera que millones de mujeres pierdan el acceso.
Si bien este fallo legal cambiará la ley, no resolverá los argumentos sobre el aborto. Los inflamará.
Jubilosos activistas contra el aborto han logrado algo que parecía prácticamente imposible hace solo unos años. Creen que ahora se salvarán las vidas de miles de bebés.
Los defensores del derecho a decidir están completamente consternados porque piensan que los derechos de las mujeres acaban de retroceder 50 años. Volver a una época en que las mujeres morían como resultado de abortos clandestinos ilegales.
Encuestas recientes sugieren que alrededor de dos tercios de los estadounidenses no querían que se eliminara el derecho constitucional al aborto.
En tiempos tan polémicos, incluso la propia Suprema Corte se convierte en un personaje protagonista de la narrativa, no solo en un juez. Antes de que saliera este fallo, un hombre con una pistola y un cuchillo fue arrestado frente a la casa de uno de los jueces más conservadores, diciendo que estaba molesto por la filtración del borrador del fallo. Los jueces de la Corte Suprema ahora tienen que tener protección de seguridad. Así de incendiario es este tema.
Esta decisión se basó en su interpretación de la ley constitucional, pero también es profundamente política. Cuando el tribunal anula un fallo anterior, inevitablemente parece más político que constitucional.
El tribunal tiene una supermayoría conservadora de 6-3, gracias a los tres jueces designados por Donald Trump. Hizo una promesa de campaña específica de nombrar jueces que revocarían Roe v Wade, y tuvo la oportunidad de nombrar a tres de ellos durante su mandato de cuatro años. Esos nombramientos serán probablemente su legado más duradero.
El impacto político sísmico del fallo de la Corte Suprema se sentirá en los 50 estados, pero es probable que el impacto práctico inmediato de leyes mucho más restrictivas ocurra en la mitad de ellos.
Uno de esos estados es Oklahoma, que el mes pasado aprobó la legislación de aborto más restrictiva de Estados Unidos: una prohibición total desde el momento de la concepción con pocas excepciones.
Cuando me reuní con la representante estatal Wendi Stearman en Tulsa, me dijo que es su honor y privilegio haber escrito el proyecto de ley. Ella dice que ayudará a 4.000 niños por nacer cada año “a tener una oportunidad en la vida”.
Cuando le pregunté si creía que la legislación detendría los abortos en Oklahoma, dijo que no, pero que los haría más difíciles de obtener.
Ella argumenta que en todos los casos, excepto en una pequeña minoría, las mujeres pueden optar por no quedar embarazadas antes de la concepción y que “la mayoría de las mujeres simplemente usan el aborto como una forma de anticoncepción”.
Ese es un argumento refutado con vehemencia por Andrea Gallego, quien dirige una clínica de abortos en Tulsa. Ella dice que la decisión de abortar es a menudo la decisión más difícil que cualquier mujer tomará.
Hace unas semanas, su clínica atendía alrededor de 40 pacientes embarazadas todos los días. Cuando visité, las salas de espera y las instalaciones de tratamiento estaban completamente vacías. Solo quedan unos pocos miembros del personal: responden llamadas y brindan información sobre clínicas en otros estados.
“Los pacientes han estado pidiendo ayuda”, dice ella. “Es devastador. Estas leyes no previenen el aborto. Simplemente agregan cargas adicionales a los pacientes”.
Lo que ya está sucediendo en Oklahoma ahora se replicará en otros estados.
Ahora que se anuló Roe v Wade, 26 estados podrían restringir aún más el acceso al aborto, incluidos 13 estados que aprobaron las llamadas leyes de activación, que introducirían prohibiciones inmediatamente después de la decisión del tribunal. Menos de un tercio de esos estados incluirían excepciones por violación de incesto, de acuerdo con la legislación que ya aprobaron o están tratando de aprobar.
Los estados controlados por los demócratas, como California y Nueva York, se convertirán en santuarios del aborto y darán la bienvenida a mujeres de lugares donde el procedimiento ha sido prohibido. Hay 20 estados en total donde el aborto seguirá siendo un derecho protegido. Alrededor de 26,5 millones de mujeres en edad fértil viven en esos estados.
A medida que las clínicas de aborto cierran en los estados que han prohibido la práctica, se espera que muchas más abran cerca de las fronteras estatales en lugares donde todavía está permitido. Aquellos que no tienen el tiempo o el dinero para viajar pueden recurrir a otros medios, como pedir píldoras abortivas en línea, incluso si es ilegal.
Hubo entre 600 000 y 800 000 abortos en los EE. UU. en 2019. Según el Centro para el Control de Enfermedades, aproximadamente uno de cada seis embarazos termina en aborto y más del 90 % ocurre en el primer trimestre. Más de la mitad de las mujeres que abortan ya son madres y, para la mayoría, es su primer aborto.
La decisión de la corte no podría ser más oportuna, ya que los estadounidenses votarán por sus representantes en el Congreso a finales de este año.
Enfrentados a una paliza en las elecciones de noviembre, los demócratas esperan que el tema del aborto impulse a las mujeres a favor del aborto a salir y votar por ellas. Pero ya han fracasado en su intento de lograr que el Congreso presente una legislación para otorgar un derecho federal al aborto, lo que habría impedido que los estados individuales prohibieran el procedimiento.
Incluso si los demócratas mantienen el control de la Cámara y el Senado, no podrán anular este fallo judicial.
Por otro lado, hay muchos republicanos a los que les gustaría legislar una prohibición federal del aborto que prohibiría el aborto en todos los estados. Esa puede ser la próxima batalla si los republicanos toman el control del Congreso después de las próximas elecciones.
Es posible que haya más peleas sobre cómo esta decisión afecta ciertos tipos de anticoncepción o tratamiento de FIV. Y algunos han cuestionado si se pueden usar argumentos legales similares para socavar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Estados Unidos hoy se siente como un país que contiene dos naciones muy separadas, habitado por dos tribus que tienen valores, creencias y objetivos completamente diferentes. Ahora, simplemente se han alejado más.
⚖
El debate sobre el aborto ha dividido a Estados Unidos, y es poco probable que se resuelva con esta decisión de la Corte Suprema. La Corte Suprema acaba de lanzar una granada de mano constitucional a las furiosas guerras culturales en los EE. UU., iniciando una nueva batalla en esta lucha de décadas por el aborto.
En un fallo de 6-3, la corte encontró que no existía el derecho constitucional al aborto, dejando la decisión de permitir o no los abortos a los estados. Ahora se espera que millones de mujeres pierdan el acceso.
Si bien este fallo legal cambiará la ley, no resolverá los argumentos sobre el aborto. Los inflamará.
Jubilosos activistas contra el aborto han logrado algo que parecía prácticamente imposible hace solo unos años. Creen que ahora se salvarán las vidas de miles de bebés.
Los defensores del derecho a decidir están completamente consternados porque piensan que los derechos de las mujeres acaban de retroceder 50 años. Volver a una época en que las mujeres morían como resultado de abortos clandestinos ilegales.
Encuestas recientes sugieren que alrededor de dos tercios de los estadounidenses no querían que se eliminara el derecho constitucional al aborto.
En tiempos tan polémicos, incluso la propia Suprema Corte se convierte en un personaje protagonista de la narrativa, no solo en un juez. Antes de que saliera este fallo, un hombre con una pistola y un cuchillo fue arrestado frente a la casa de uno de los jueces más conservadores, diciendo que estaba molesto por la filtración del borrador del fallo. Los jueces de la Corte Suprema ahora tienen que tener protección de seguridad. Así de incendiario es este tema.
Esta decisión se basó en su interpretación de la ley constitucional, pero también es profundamente política. Cuando el tribunal anula un fallo
anterior, inevitablemente parece más político que constitucional.
El tribunal tiene una supermayoría conservadora de 6-3, gracias a los tres jueces designados por Donald Trump. Hizo una promesa de campaña específica de nombrar jueces que revocarían Roe v Wade, y tuvo la oportunidad de nombrar a tres de ellos durante su mandato de cuatro años. Esos nombramientos serán probablemente su legado más duradero.
El impacto político sísmico del fallo de la Corte Suprema se sentirá en los 50 estados, pero es probable que el impacto práctico inmediato de leyes mucho más restrictivas ocurra en la mitad de ellos.
Uno de esos estados es Oklahoma, que el mes pasado aprobó la legislación de aborto más restrictiva de Estados Unidos: una prohibición total desde el momento de la concepción con pocas excepciones.
Cuando me reuní con la representante estatal Wendi Stearman en Tulsa, me dijo que es su honor y privilegio haber escrito el proyecto de ley. Ella dice que ayudará a 4.000 niños por nacer cada año “a tener una oportunidad en la vida”.
Cuando le pregunté si creía que la legislación detendría los abortos en Oklahoma, dijo que no, pero que los haría más difíciles de obtener.
Ella argumenta que en todos los casos, excepto en una pequeña minoría, las mujeres pueden optar por no quedar embarazadas antes de la concepción y que “la mayoría de las mujeres simplemente usan el aborto como una forma de anticoncepción”.
Ese es un argumento refutado con vehemencia por Andrea Gallego, quien dirige una clínica de abortos en Tulsa. Ella dice que la decisión de abortar es a menudo la decisión más difícil que cualquier mujer tomará.
Hace unas semanas, su clínica atendía alrededor de 40 pacientes embarazadas todos los días. Cuando visité, las salas de espera y las instalaciones de tratamiento estaban completamente vacías. Solo quedan unos pocos miembros del personal: responden llamadas y brindan información sobre clínicas en otros estados.
“Los pacientes han estado pidiendo ayuda”, dice ella. “Es devastador. Estas leyes no previenen el aborto. Simplemente agregan cargas adicionales a los pacientes”.
Lo que ya está sucediendo en Oklahoma ahora se replicará en otros estados.
Ahora que se anuló Roe v Wade, 26 estados podrían restringir aún más el acceso al aborto, incluidos 13 estados que aprobaron las llamadas leyes de activación, que introducirían prohibiciones inmediatamente después de la decisión del tribunal. Menos de un tercio de esos estados incluirían excepciones por violación de incesto, de acuerdo con la legislación que ya aprobaron o están tratando de aprobar.
Los estados controlados por los demócratas, como California y Nueva York, se convertirán en santuarios del aborto y darán la bienvenida a mujeres de lugares donde el procedimiento ha sido prohibido. Hay 20 estados en total donde el aborto seguirá siendo un derecho protegido. Alrededor de 26,5 millones de mujeres en edad fértil viven en esos estados.
A medida que las clínicas de aborto cierran en los estados que han prohibido la práctica, se espera que muchas más abran cerca de las fronteras estatales en lugares donde todavía está permitido. Aquellos que no tienen el tiempo o el dinero para viajar pueden recurrir a otros medios, como pedir píldoras abortivas en línea, incluso si es ilegal.
Hubo entre 600 000 y 800 000 abortos en los EE. UU. en 2019. Según el Centro para el Control de Enfermedades, aproximadamente uno de cada seis embarazos termina en aborto y más del 90 % ocurre en el primer trimestre. Más de la mitad de las mujeres que abortan ya son madres y, para la mayoría, es su primer aborto.
La decisión de la corte no podría ser más oportuna, ya que los estadounidenses votarán por sus representantes en el Congreso a finales de este año.
Enfrentados a una paliza en las elecciones de noviembre, los demócratas esperan que el tema del aborto impulse a las mujeres a favor del aborto a salir y votar por ellas. Pero ya han fracasado en su intento de lograr que el Congreso presente una legislación para otorgar un derecho federal al aborto, lo que habría impedido que los estados individuales prohibieran el procedimiento.
Incluso si los demócratas mantienen el control de la Cámara y el Senado, no podrán anular este fallo judicial.
Por otro lado, hay muchos republicanos a los que les gustaría legislar una prohibición federal del aborto que prohibiría el aborto en todos los estados. Esa puede ser la próxima batalla si los republicanos toman el control del Congreso después de las próximas elecciones.
Es posible que haya más peleas sobre cómo esta decisión afecta ciertos tipos de anticoncepción o tratamiento de FIV. Y algunos han cuestionado si se pueden usar argumentos legales similares para socavar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Estados Unidos hoy se siente como un país que contiene dos naciones muy separadas, habitado por dos tribus que tienen valores, creencias y objetivos completamente diferentes. Ahora, simplemente se han alejado más.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 25 2022