El medio Sanjuanino se hizo eco de la situación que atraviesa el ex Teniente Primero Gustavo Ramón De Marchi, a quién señala como represor, y vuelca en sus páginas sus ideas y reclamos.
Gustavo De Marchi. El represor hace 27 días inició una huelga de hambre en el Servicio Penitenciario de Ezeiza.
El exmilitar, que recibió dos condenas (una a perpetua) del TOF de San Juan, está alojado en el Hospital del Servicio Penitenciario de Ezeiza donde solo toma líquidos.
El exmilitar Gustavo De Marchi, condenado dos veces por el Tribunal Oral Federal de San Juan por delitos de lesa humanidad, hace 27 días que inició una huelga de hambre en el Hospital del Servicio Penitenciario de Ezeiza en donde se encuentra alojado. Según señala un medio nacional que pudo hablar con el represor, condenado en 2013 a 25 años de prisión y en 2018 a perpetua, De Marchi señaló que comenzó esta huelga “en reclamo de igualdad ante la ley, que los militares presos tengamos los mismos derechos y el mismo trato que los presos comunes”. El mismo medio contó que uno de los principales represores que hubo en San Juan durante la época de la dictadura militar “interrumpió los 17 medicamentos que tenía prescriptos, sufrió un ACV, tiene diabetes y perdió la visión de un ojo. Además, por la huelga de hambre, perdió más de 15 kilos, se niega a que le extraigan sangre y solo accedió a tomar líquidos, especialmente mate”. “Llevo diez años y cuatro meses preso, según el cómputo legal, y no tengo sentencia firme. Yo no designé abogado, me representa un defensor oficial que me puso el Estado y él mismo reconoció que todo proceso es un circo”, expresó De Marchi al medio. De Marchi, quien integró el “grupo de tareas” liderado por el exteniente Jorge Olivera durante los años de plomo, actualmente es uno de los 35 imputados del tercer juicio de lesa humanidad que se desarrolla en San Juan y que comenzó en junio del año pasado.
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El medio Sanjuanino se hizo eco de la situación que atraviesa el ex Teniente Primero Gustavo Ramón De Marchi, a quién señala como represor, y vuelca en sus páginas sus ideas y reclamos.
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