El 18 de Julio de 1994, un coche bomba fue detonado en la Asociación Mutual Israelita (AMIA), siendo responsables de hacer colocar el explosivo un miembro del operativo Libanes grupo terrorista Hezbollah y siete funcionarios Iraníes. Se trató del mayor atentado terrorista de la historia argentina, con un saldo de 85 muertos y 300 heridos.
Todos los años, son recordadas las víctimas, donde la mayoría de los medios televisivos nos muestran esos tristes momentos como así también los homenajes que se llevan a cabo. En ellos por supuesto vemos a muchos funcionarios del gobierno incluyendo al presidente, lo que demuestra una gran solidaridad muy merecida hacia los familiares de quienes padecieron semejante tragedia en manos de fanáticos psicópatas asesinos
Otro hecho similar, pero con 24 muertos y 66 heridos, de los cuales 20 resultaron mutilados, ocurrió el 2 de julio de 1976, en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina, donde se colocó una bomba del tipo vietnamita (con tornillos, bulones y clavos impregnados en orina y materia fecal) siendo su ideólogo el montonero y periodista RODOLFO WALSH. Lo que aún hoy me conmueve y no llego a entender es el por qué ningún funcionario de los gobiernos democráticos se hacen presente en los homenajes a las víctimas inocentes de este último atentado. Tanto ellos como así también los medios de comunicación brillan por su ausencia, pero lo más doloroso aún, es que la estación de la línea E del subterráneo antes llamada Entre Ríos, fue cambiada por el nombre del terrorista marxista asesino Rodolfo Walsh. Por demás incomprensible es que se hizo durante la gestión de MAURICIO MACRI como Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así la democracia valora a miles de asesinosque mataron, pusieron bombas, secuestraron, asaltaron empresas y bancos, captaron menores de edad para sus organizaciones, premiándolos con suculentas sumas de dinero, calificándolos de “Jóvenes idealistas”, mientras que los familiares de esta tragedia son olvidados y hasta insultados por la organizaciones radicalizadas Hijos, Abuelas, Madres de Plaza de Mayo, etc. Simultáneamente quienes combatieron a esos ejércitos terroristas hoy se están muriendo privados de su libertad a como dé lugar, mientras el poder judicial que no es sinónimo de justicia, sigue abriendo nuevas causas por hechos ocurridos hace medio siglo, contra los uniformados que no permitieron que hoy seamos una nación castro comunista. Por último mucho cuidado, que ningún político los visite en la cárcel, porque entonces estallará un escándalo, en el que sí participaran funcionarios del gobierno y medios de comunicación.
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El 18 de Julio de 1994, un coche bomba fue detonado en la Asociación Mutual Israelita (AMIA), siendo responsables de hacer colocar el explosivo un miembro del operativo Libanes grupo terrorista Hezbollah y siete funcionarios Iraníes. Se trató del mayor atentado terrorista de la historia argentina, con un saldo de 85 muertos y 300 heridos.
Todos los años, son recordadas las víctimas, donde la mayoría de los medios televisivos nos muestran esos tristes momentos como así también los homenajes que se llevan a cabo. En ellos por supuesto vemos a muchos
funcionarios del gobierno incluyendo al presidente, lo que demuestra una gran solidaridad muy merecida hacia los familiares de quienes padecieron semejante tragedia en manos de fanáticos psicópatas asesinos
Otro hecho similar, pero con 24 muertos y 66 heridos, de los cuales 20 resultaron mutilados, ocurrió el 2 de julio de 1976, en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina, donde se colocó una bomba del tipo vietnamita (con tornillos, bulones y clavos impregnados en orina y materia fecal) siendo su ideólogo el montonero y periodista RODOLFO WALSH. Lo que aún hoy me conmueve y no llego a entender es el por qué ningún funcionario de los gobiernos democráticos se hacen presente en los homenajes a las víctimas inocentes de este último atentado. Tanto ellos como así también los medios de comunicación brillan por su ausencia, pero lo más doloroso aún, es que la estación de la línea E del subterráneo antes llamada Entre Ríos, fue cambiada por el nombre del terrorista marxista asesino Rodolfo Walsh. Por demás incomprensible es que se hizo durante la gestión de MAURICIO MACRI como Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así la democracia valora a miles de asesinosque mataron, pusieron bombas, secuestraron, asaltaron empresas y bancos, captaron menores de edad para sus organizaciones, premiándolos con suculentas sumas de dinero, calificándolos de “Jóvenes idealistas”, mientras que los familiares de esta tragedia son olvidados y hasta insultados por la organizaciones radicalizadas Hijos, Abuelas, Madres de Plaza de Mayo, etc. Simultáneamente quienes combatieron a esos ejércitos terroristas hoy se están muriendo privados de su libertad a como dé lugar, mientras el poder judicial que no es sinónimo de justicia, sigue abriendo nuevas causas por hechos ocurridos hace medio siglo, contra los uniformados que no permitieron que hoy seamos una nación castro comunista. Por último mucho cuidado, que ningún político los visite en la cárcel, porque entonces estallará un escándalo, en el que sí participaran funcionarios del gobierno y medios de comunicación.
MIGUEL FRANCISCO PRESTOFELIPPO
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 19, 2025
Tags: AMIA, Mauricio Macri, Rodolfo WalshRelated Posts
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