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Su padre falleció cuando Enrique Santos Discépolo contaba con cinco años, tres años después con el deceso de su madre su hermano mayor, Armando, se convirtió en el hombre de la casa. Enrique Santos fue a vivir con unos tíos de buen pasar. Estos demostraron ser extremadamente excéntricos, obligando al niño a vestirse con disfraces de payasos solamente para su diversión. Discépolo más tarde se recordaría a sí mismo como un niño triste y solitario que nunca hizo amigos entre otros púberes de su edad. Cuando Armando, un conocido escritor de obras de teatro, se casó y pudo establecer un hogar, finalmente trajo a su hermano a vivir con él.

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Enrique sintió el llamado de las artes desde una edad temprana e intentó la actuación y la escritura teatral (con éxito moderado) antes de finalmente descubrir al Tango. Incluso cuando su decisión de escribir música popular no estaba totalmente separada de sus intercambios anteriores con el teatro y la actuación, su hermano mayor Armando se resistió a este movimiento y, por lo tanto, al principio las cosas no fueron fáciles para Enrique. Armando se había hecho cargo de su educación.

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Cierta frustración lo llevó a expresarse sobre las realidades políticas que vieron a su alrededor. En Cambalache, su tango más famoso, Discépolo critica la corrupción del argentino, que reconoce en todas las clases sociales y ámbitos de la vida. “Hoy resulta que es lo mismo, Ser derecho que traidor, Ignorante, sabio, chorro, Generoso o estafador”, se enoja con cierto dejo de resignación. “Lo mismo un burro, Que un gran profesor, No hay aplazaos ni escalafón, Los ignorantes nos han igualao, Si uno vive en la impostura, Y otro roba en su ambición, Da lo mismo que sea cura, Colchonero, Rey de Bastos, Caradura o polizón”. Esta denuncia poética le costó la antipatía de gobiernos militares en los años treinta y cuarenta prohibieron su música como vulgar e inmoral.

También en Yira, Yira despliega su dolor ante la indiferencia: “Aunque te quiebre la vida, Aunque te muerda un dolor, No esperes nunca una ayuda, Ni una mano, ni un favor…”

Enrique Santos Discépolo nació el 27 de marzo de 1901 en Buenos Aires, Argentina. Murió el 23 de diciembre de 1951 en la misma ciudad. 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 27, 2020


 

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