Los semidioses argentinos de la justicia y la política confrontan, pero entre ellos “La sangre no llega al rio” (1) y hoy pierde CHOCOBAR, un simple mortal miembro novel de la Policía de Buenos Aires. Recordemos que yendo a tomar servicio, el día 8 de diciembre de 2017, en horas de la mañana, intervino cuando FRANK JOE WOLEK (57) turista americano era salvajemente apuñalado, 10 veces, al ser asaltado por 2 menores de edad (17 y 18 años), en el barrio de La Boca ciudad de Buenos Aires.
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Este ejemplar hombre-policía desde el momento en que MAURICIO MACRI lo invitó a la Casa de Gobierno para decirle: “Estoy orgulloso de que haya un policía como vos, al servicio de los ciudadanos”, simultáneamente tuvo la desgracia y la suerte de pasar ser una víctima. Así se transformó en un objeto tironeado por dos facciones políticas, con 2 visiones diferentes sobre la seguridad y la justicia. Hace pocas horas la terrorista PATRICIA BULLRICH ex Ministra de Seguridad entre 2015 y 2019, quien en su gestión había dispuesto protocolos, que este servidor público cumplió, realmente se mostró cariñosa abrazando a CHOCOBAR condenado…y nada más. Desde ya ni la justicia la hizo responsable a ella por los mismos y mucho menos ella por supuesto se mostró firme responsable, junto con el resto del gobierno del que formó parte. En microscópica medida se repitió lo de aquellos cuatro decretos firmados en el año 1975 por hipócritas políticos de entonces, ordenando: “el aniquilamiento del accionar subversivo”. Luego ni la malparida justicia ni el malparido poder político y al parecer tampoco Dios y la Patria les demandaron nada. Entonces años después las cárceles se llenaron de CHOCOBARES, de todas las fuerzas y también civiles, que estamos muriendo por centenares, sin que a casi nadie le interese. Nuestra mala experiencia ni tan siquiera ha sido tenida en cuenta y servido a los uniformados de hoy. Ocurre que los policías en actividad, saben que corren tres riesgos permanentes, en el ejercicio de su función. Muerte violenta, heridas que lo dejen impedido e ir presos. Además, tienen plena conciencia que son utilizados como un preservativo barato por los políticos y la sociedad toda, que exige mucho y tampoco los apoya, no obstante, lo cual ese andar “en la cuerda floja”, es parte de su vida cotidiana. Algo similar ocurre con quien conduce un auto o cruza una calle caminando, sabe que está expuesto a un accidente fatal, pero por ello, con mayor o menor prudencia, no lo deja de hacer. Hoy CHOCOBAR, ya sin poder portar un arma, imaginamos que estará protegido económica y laboralmente por los más encumbrados miembros de CAMBIEMOS. Muchos otros policías cuyos casos no trascienden, no tuvieron su suerte en situación similar, llegando inclusive también a perder su libertad. Su condena continuará siendo tratada y apelada, mientras tantos los familiares de JUAN PABLO KUKOC el delincuente abatido, si bien claman por una prisión perpetua como castigo, ya tienen asegurada una interesante indemnización que les pagaremos entre todos. Vale preguntarse: ¿Qué es un juez penal en la Argentina? En general es un abogado, no muy capaz para ganarse la vida y tener un buen pasar en un estudio jurídico propio, donde debe pagar los gastos de mantenimiento y movilidad. En consecuencia, con alguna recomendación política, alcanza el Olimpo donde se desenvuelven los semidioses que “administran justicia”. Allí en estatales ambientes climatizados, con entornos de obsecuentes a diestra y siniestra, cómodas poltronas y tiempo (días. meses, años) para tomar decisiones, el cual nunca dispone un policía que confronta, como en el caso de CHOCOBAR, él desde las alturas y la distancia nos dice que está bien y que esta mal.
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Mientras tanto lucha descarnadamente con sus pares para escalar posiciones. Entiéndase un “mejor y más importante” juzgado, donde por jurisdicción ingresen grandes e importantes causas. Ello con el tiempo (no mucho), le permitirá llegar a tener una situación económica “brillante”.
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Que tenga sentido común no es requisito que importe, (lo vemos con los jueces abolicionistas), como así tampoco que tenga una honestidad excesiva y un gran apego a la Constitución y la Ley. Por el contrario, esto podría jugar en su contra. Aquellos que no aceptaron la “política de estado” o “la memoria, verdad y justicia” emanadas desde algún recóndito altar del poder gubernamental, debieron soportar fuerte presiones, hasta que finalmente renunciaron a su cargo.
“Los polis como yo nos matamos aquí abajo para que la mierda no suba allá arriba”
Álex González – Morey (1980- )
“La sangre no llega al rio”: Dicho histórico, que da a entender que ciertas situaciones conflictivas no pasan a mayores. Que si bien hubo enfrentamiento este no llega a niveles de violencia.
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EL ANIQUILAMIENTO
Los semidioses argentinos de la justicia y la política confrontan, pero entre ellos “La sangre no llega al rio” (1) y hoy pierde CHOCOBAR, un simple mortal miembro novel de la Policía de Buenos Aires. Recordemos que yendo a tomar servicio, el día 8 de diciembre de 2017, en horas de la mañana, intervino cuando FRANK JOE WOLEK (57) turista americano era salvajemente apuñalado, 10 veces, al ser asaltado por 2 menores de edad (17 y 18 años), en el barrio de La Boca ciudad de Buenos Aires.
[ezcol_1half]Este ejemplar hombre-policía desde el momento en que MAURICIO MACRI lo invitó a la Casa de Gobierno para decirle: “Estoy orgulloso de que haya un policía como vos, al servicio de los ciudadanos”, simultáneamente tuvo la desgracia y la suerte de pasar ser una víctima. Así se transformó en un objeto tironeado por dos facciones políticas, con 2 visiones diferentes sobre la seguridad y la justicia. Hace pocas horas la terrorista PATRICIA BULLRICH ex Ministra de Seguridad entre 2015 y 2019, quien en su gestión había dispuesto protocolos, que este servidor público cumplió, realmente se mostró cariñosa abrazando a CHOCOBAR condenado…y nada más. Desde ya ni la justicia la hizo responsable a ella por los mismos y mucho menos ella por supuesto se mostró firme responsable, junto con el resto del gobierno del que formó parte. En microscópica medida se repitió lo de aquellos cuatro decretos firmados en el año 1975 por hipócritas políticos de entonces, ordenando: “el aniquilamiento del accionar subversivo”. Luego ni la malparida justicia ni el malparido poder político y al parecer tampoco Dios y la Patria les demandaron nada. Entonces años después las cárceles se llenaron de CHOCOBARES, de todas las fuerzas y también civiles, que estamos muriendo por centenares, sin que a casi nadie le interese. Nuestra mala experiencia ni tan siquiera ha sido tenida en cuenta y servido a los uniformados de hoy. Ocurre que los policías en actividad, saben que corren tres riesgos permanentes, en el ejercicio de su función. Muerte violenta, heridas que lo dejen impedido e ir presos. Además, tienen plena conciencia que son utilizados como un preservativo barato por los políticos y la sociedad toda, que exige mucho y tampoco los apoya, no obstante, lo cual ese andar “en la cuerda floja”, es parte de su vida cotidiana. Algo similar ocurre con quien conduce un auto o cruza una calle caminando, sabe que está expuesto a un accidente fatal, pero por ello, con mayor o menor prudencia, no lo deja de hacer. Hoy CHOCOBAR, ya sin poder portar un arma, imaginamos que estará protegido económica y laboralmente por los más encumbrados miembros de CAMBIEMOS. Muchos otros policías cuyos casos no trascienden, no tuvieron su suerte en situación similar, llegando inclusive también a perder su libertad. Su condena continuará siendo tratada y apelada, mientras tantos los familiares de JUAN PABLO KUKOC el delincuente abatido, si bien claman por una prisión perpetua como castigo, ya tienen asegurada una interesante indemnización que les pagaremos entre todos. Vale preguntarse: ¿Qué es un juez penal en la Argentina? En general es un abogado, no muy capaz para ganarse la vida y tener un buen pasar en un estudio jurídico propio, donde debe pagar los gastos de mantenimiento y movilidad. En consecuencia, con alguna recomendación política, alcanza el Olimpo donde se desenvuelven los semidioses que “administran justicia”. Allí en estatales ambientes climatizados, con entornos de obsecuentes a diestra y siniestra, cómodas poltronas y tiempo (días. meses, años) para tomar decisiones, el cual nunca dispone un policía que confronta, como en el caso de CHOCOBAR, él desde las alturas y la distancia nos dice que está bien y que esta mal.
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[/ezcol_1half_end]Mientras tanto lucha descarnadamente con sus pares para escalar posiciones. Entiéndase un “mejor y más importante” juzgado, donde por jurisdicción ingresen grandes e importantes causas. Ello con el tiempo (no mucho), le permitirá llegar a tener una situación económica “brillante”.
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[/ezcol_1half_end]Que tenga sentido común no es requisito que importe, (lo vemos con los jueces abolicionistas), como así tampoco que tenga una honestidad excesiva y un gran apego a la Constitución y la Ley. Por el contrario, esto podría jugar en su contra. Aquellos que no aceptaron la “política de estado” o “la memoria, verdad y justicia” emanadas desde algún recóndito altar del poder gubernamental, debieron soportar fuerte presiones, hasta que finalmente renunciaron a su cargo.
SERÁ JUSTICIA
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Mayo 31, 2021
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
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Mayo 31, 2021