Al menos una vez, casi todas las personas se preguntaron sobre el sentido de la vida. Alguien encuentra rápidamente y con confianza la respuesta a esta pregunta y vive en armonía con su yo interior. Y algunos comienzan a sufrir de incertidumbre, se confunden en sus pensamientos y se pierden. El fenómeno en sí se ha vuelto de interés para las personas desde la antigüedad. Platón y Sócrates afirman que la felicidad es el sentido de la vida y que las personas siempre se esfuerzan por encontrar la felicidad. Se está de acuerdo con esta idea, y se cree que solo el resultado de la búsqueda de una persona y su propia elección puede hacer feliz a un individuo. Sin embargo, el sentido de la vida puede ser impuesto por la sociedad. Por ejemplo, en la URSS, la propaganda inculcó que era necesario trabajar concienzudamente en nombre de las ideas del comunismo. A los soldados japoneses se les dijo que su destino era morir por el emperador. En la antigüedad, creían que el significado principal estaba en satisfacer los deseos y el placer de uno.
La alegoría de la caverna presenta metafóricamente la filosofía de la educación de Platón de una manera notable. Para las personas en la cueva, la única realidad de la que son conscientes son las sombras de las figuras proyectadas por la luz del fuego. Necesitaban desear la educación con todo su cuerpo y alma. Así, la educación es la formación del carácter, lo que implica la transformación del alma. La alegoría me muestra cómo nuestra mente está limitada a cosas que podemos ver y necesitamos educación para “pensar fuera de la cueva”. La educación nos permite ver objetos desde diferentes ángulos y aprender diferentes términos y conceptos que nos permiten para construir nuestra propia opinión sobre varios temas. De esta manera, la educación nos ayuda a evolucionar nuestra mente y alma e influye en la individualidad y el pensamiento crítico, que no se ve fuertemente afectado por las percepciones.
El pensamiento positivo y el enfoque en nuestro propio bienestar emocional, que influyen en el funcionamiento de nuestra mente, pueden ayudarnos a salir de “las sombras” y ver el mundo desde una perspectiva más amplia. Podemos alcanzar la felicidad a través de la sabiduría, y las organizaciones que basan su concepto de trabajo en esta idea ayudan a muchas personas orientadas a la carrera a relajarse y reducir la ansiedad.
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Al menos una vez, casi todas las personas se preguntaron sobre el sentido de la vida. Alguien encuentra rápidamente y con confianza la respuesta a esta pregunta y vive en armonía con su yo interior. Y algunos comienzan a sufrir de incertidumbre, se confunden en sus pensamientos y se pierden. El fenómeno en sí se ha vuelto de interés para las personas desde la antigüedad. Platón y Sócrates afirman que la felicidad es el sentido de la vida y que las personas siempre se esfuerzan por encontrar la felicidad. Se está de acuerdo con esta idea, y se cree que solo el resultado de la búsqueda de una persona y su propia elección puede hacer feliz a un individuo. Sin embargo, el sentido de la vida puede ser impuesto por la sociedad. Por ejemplo, en la URSS, la propaganda inculcó que era necesario trabajar concienzudamente en nombre de las ideas del comunismo. A los soldados japoneses se les dijo que su destino era morir por el emperador. En la antigüedad, creían que el significado principal estaba en satisfacer los deseos y el placer de uno.
La alegoría de la caverna presenta metafóricamente la filosofía de la educación de Platón de una manera notable. Para las personas en la cueva, la única realidad de la que son conscientes son las sombras de las figuras proyectadas por la luz del fuego. Necesitaban desear la educación con todo su cuerpo y alma. Así, la educación es la formación del carácter, lo que implica la transformación del alma. La alegoría me muestra cómo nuestra mente está limitada a cosas que podemos ver y necesitamos educación para “pensar fuera de la cueva”. La educación nos permite ver objetos desde diferentes ángulos y aprender diferentes términos y conceptos que nos permiten para construir nuestra propia opinión sobre varios temas. De esta manera, la educación nos ayuda a evolucionar nuestra mente y alma e influye en la individualidad y el pensamiento crítico, que no se ve fuertemente afectado por las percepciones.
El pensamiento positivo y el enfoque en nuestro propio bienestar emocional, que influyen en el funcionamiento de nuestra mente, pueden ayudarnos a salir de “las sombras” y ver el mundo desde una perspectiva más amplia. Podemos alcanzar la felicidad a través de la sabiduría, y las organizaciones que basan su concepto de trabajo en esta idea ayudan a muchas personas orientadas a la carrera a relajarse y reducir la ansiedad.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 24, 2023