La economía mundial se enfrenta actualmente al conjunto de desafíos más complejo en cuatro décadas, declaró Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro de EE.UU., en una reunión sostenida el 14 de octubre por el Instituto de Finanzas Internacionales en Washington, D.C.
Summers manifestó que dos años de pandemia, sumada a la alta inflación, el alza de los precios de granos y combustibles provocada por el conflicto en Ucrania y las sanciones occidentales, así como el deterioro de las relaciones entre EE.UU. y China, representan “el conjunto de desafíos más complejo, dispar e intersectorial” que él pudiera recordar en los últimos 40 años.
Al mismo tiempo, el exfuncionario acusó a los bancos centrales de los diferentes países del mundo, al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, de inacción ante esa realidad, y dijo estar “muy decepcionado con la respuesta” de los entes reguladores a la crisis. “Alguien debería proponer algo sustancial” para mejorar la situación, subrayó.
Los gobiernos de todo el mundo, en su opinión, deberían aplicar políticas regulatorias en tres áreas a la vez: tendrían que asegurarse de que los mercados financieros funcionen sin problemas; aumentar la cantidad de préstamos y aliviar la carga de la deuda de los países pobres; y acelerar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono.
La alta inflación, que alcanzó a 8,2 %, obligó al Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. a aumentar nuevamente la tasa de interés, lo que llevó al fortalecimiento del dólar y, a su vez, provocó una oleada de subidas de los tipos de interés en otros países, que esperan así evitar la depreciación de sus monedas frente al dólar. Al describir esa situación económica, Summers sostuvo que “tiene todo tipo de consecuencias colaterales en el resto del mundo”, especialmente en los países en vías de desarrollo.
💵
La economía mundial se enfrenta actualmente al conjunto de desafíos más complejo en cuatro décadas, declaró Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro de EE.UU., en una reunión sostenida el 14 de octubre por el Instituto de Finanzas Internacionales en Washington, D.C.
Summers manifestó que dos años de pandemia, sumada a la alta inflación, el alza de los precios de granos y combustibles provocada por el conflicto en Ucrania y las sanciones occidentales, así como el deterioro de las relaciones entre EE.UU. y China, representan “el conjunto de desafíos más complejo, dispar e intersectorial” que él pudiera recordar en los últimos 40 años.
Al mismo tiempo, el exfuncionario acusó a los bancos centrales de los diferentes países del mundo, al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, de inacción ante esa realidad, y dijo estar “muy decepcionado con la respuesta” de los entes reguladores a la crisis. “Alguien debería proponer algo sustancial” para mejorar la situación, subrayó.
Los gobiernos de todo el mundo, en su opinión, deberían aplicar políticas regulatorias en tres áreas a la vez: tendrían que asegurarse de que los mercados financieros funcionen sin problemas; aumentar la cantidad de préstamos y aliviar la carga de la deuda de los países pobres; y acelerar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono.
La alta inflación, que alcanzó a 8,2 %, obligó al Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. a aumentar nuevamente la tasa de interés, lo que llevó al fortalecimiento del dólar y, a su vez, provocó una oleada de subidas de los tipos de interés en otros países, que esperan así evitar la depreciación de sus monedas frente al dólar. Al describir esa situación económica, Summers sostuvo que “tiene todo tipo de consecuencias colaterales en el resto del mundo”, especialmente en los países en vías de desarrollo.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 19, 2022