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  Por prof. Dra. María Elena Cisneros Rueda.

El 11 de mayo pasado se recordó a uno de los máximos símbolos patrios de la Argentina, el Himno Nacional, que fuera llamado precisamente así recién  en  1874. La letra fue escrita en 1812 por Vicente López y Planes bajo el nombre de “Marcha patriótica” y se interpretó por primera vez en una reunión organizada en casa de Mariquita Sánchez de Thompson, figura femenina emblemática para los derechos de la mujer en la historia argentina.

La versión original tiene coro y nueve estrofas, cada una de las cuales formada por dos cuartetas decasílabas. En  1900 un decreto señala que solo deben interpretarse la primera y la última cuarteta, además del coro. Primera mutilación.

Por otro decreto del Poder Ejecutivo del 28 de setiembre de 1928 de adopta el texto hecho por Juan Pedro Esnaola escrita en la tonalidad de MI BEMOL pero curiosamente el mismo decreto estipula: “1ro. En cuanto a la tonalidad adoptar la de SI BEMOL que determina para la parte del canto el registro adecuado a la generalidad de las voces. 2ndo: reducir a una sola voz la parte del canto.3ro: conservar los compases que interrumpen la estrofa, pero con la recomendación de que NO deben ejecutarse.4to; darle forma rítmica al grupo correspondiente a la palabra “vivamos”. Segunda, tercera, cuarta y quinta mutilación.

En 1936 Víctor de Rubertis agrega un sonido a la palabra “sean” porque según su observación dicha palabra bisílaba necesita dos sonidos que no figuran en la música. Sexta mutilación.

De Rubertis agrega además las indicaciones metronómicas, pero  los términos de movimiento y de matices utilizados corresponden a la versión de Esnaola, que es una revisión y no la original porque se dijo que esa original compuesta por Blas Perera (según la publicación en el diario La Nación por Martiniano Leguizamón en 1931 porque así firmó el acta de matrimonio en 1809, sin embargo es conocido como Blas Parera) se perdió. Esnaola estuvo presente en la primera  presentación y al poseer un oído educado musicalmente pudo reproducir la melodía lo más acertadamente posible a esa primera presentación donde fuera entonado por primera vez. Seguramente muy similar pero no la real y verdadera versión. Séptima mutilación.

Para los compases que NO debe ejecutarse y que se encuentran al final del compás 31, todo el 32 y principio del 33, según Isidoro Gómez, Presidente del “Centro de Profesores especiales de las Escuelas Primarias de Buenos Aires: ”semejante mutilación se efectúa para facilitar la ejecución del Himno por los muchachos que indisciplinados, distraídos o mal preparados, tengan que cantarlo a veces en  coro,” publicado en La Prensa el 8 de julio de 1939.

Al final del compás 60 se encuentra la palabra “sean” que en la partitura ya tiene una corchea y un silencio de corchea por tanto no era necesario agregar un  segundo sonido de dos semicorcheas porque se alarga el sonido de la corchea o se acelera la pronunciación de la palabra y el problema está resuelto.

En el compás 68 se encuentra el famoso “adorno” que no es otra cosa más que un septillo de siete semicorcheas en repetición de forma melismática formado por las notas Fa, Mi natural, Fa, Mi natural, Fa, Sol, Fa que según Esnaola debía ser interpretado por un solista, pero musicalmente hablando no era en absoluto necesario, debido a que la última nota del compás 67 es un Re y la Primera del 68 es también  un Re  y un Do que corresponde a la sílaba “mos”( de la palabra vivamos) con haber prolongado y colocar una negra con puntillo en ese Re, todo estaba musical y literariamente bien configurado. De hecho, como yo no interpreto ese septillo y hago esa prolongación, mi amado esposo cuando lo interpretaba con su maravillosa voz de barítono, lo hacía sin dudar.

Ahora bien, vayamos a la parte más interesante de todas modificaciones. Porqué se coloca un septillo y no un quintillo o un tresillo o simplemente se liga esa semicorchea con una negra con puntillo (como yo hago). Existe una razón mucho más profunda y mística que nos revela que ciertas mentes decidieron que esta canción patria tuviera estos cambios porque al ser una canción guerrera daba mucha potencia a la gente, a los guerreros, a la gente en general al interpretarla. El bajar cuatro tonos su tonalidad original ya revela un  deseo no de vuelo sino de aterrizaje. No es lo mismo Mi bemol que Si bemol. Mi bemol arma la clave con  tres bemoles (si-mi-la)  y Si bemol con  dos (si-mi) por tanto es mucho más luminoso a pesar de ser una tonalidad con bemoles y su relativa es Sol Menor, mientras que Mi bemol tiene como relativa a Do menor, en cuestión de sonoridad existe una gran diferencia en lo que percibe el oyente.

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Por otro lado la cifra siete es cabalística y  se relaciona  con muchos símbolos tales que: siete figuras musicales, siete silencios musicales, siete notas musicales, siete chacras en el cuerpo humano, siete años en cada etapa del desarrollo del ser humano, siete orificios en la cara humana a saber: dos orificios visuales, dos orificios nasales, dos orificios auditivos, una boca. Siete son las últimas palabras que dice Jesús antes de morir, siete son las llagas que porta su cuerpo atormentado: dos en los pies, dos en las manos, uno al costado, uno en el hombro por la cruz, uno en  la cabeza subdividido por la corona de espinas. Siete días tiene la semana. Jesús enseña que hay que perdonar “setenta veces siete” y llamó primero a siete discípulos y luego a los otros cinco y envío a setenta por el mundo a predicar. 

La  cifra  siete es totalmente utilizada en todas las agrupaciones secretas  para enumerar  sus grados de ascenso y a pesar de que son muchos más, el llegar al séptimo es un enorme logro. Eso nos muestra fehacientemente cuando observamos todas estas mutilaciones llevadas a cabo en el Himno Nacional Argentino que, una de esas agrupaciones con un enorme poder en esa época y a la cual sin dudas pertenecieron los señores que llevaron a cabo esos cambios, estuvo detrás de todo este trabajo minucioso y muy estudiado.

Se realizaron siete mutilaciones. Esto es tema de reflexión seria y concienzuda. Mientras tanto pasan cosas en el país que nadie se imagina cómo suceden. Piensen ¿si acaso cambiarían una tilde de “God save the King” o de la “Marsellesa” o de el “National Antem”?

En este nuevo milenio sería muy positivo volver a interpretar el Himno sin  todos esos cambios para recobrar el espíritu patriótico del que habla la letra que también  fue mutilada para “no ofender a los residentes españoles”.

No es necesario jurar con  “gloria morir” sino que es perentorio con “gloria vivir” y luchar para que esos laureles “que supimos conseguir” realmente nos coronen de honor y patriotismo.

¡QUE ASÍ SEA!

 

MARÍA ELENA CISNEROS RUEDA, nacida el 16 de marzo de 1951, en la Provincia de Entre Ríos, Argentina, es: periodista, profesora superior de danzas clásicas, profesora superior de danzas españolas, maestra normal nacional, profesora superior de piano, profesora superior de teoría y solfeo, dactilógrafa, licenciada en Ciencias de la Educación, en la  Universidad de Ginebra, Suiza, profesora superior de idioma francés, habla además español inglés, italiano, portugués y hebreo bíblico. Ha compuesto más de 150 obras musicales y escrito: “Cuaderno de Iniciación Musical”, y 15 libros de partituras entre los que se encuentran: “La educación musical de los pequeñitos”, “El señor de la Isla” (obtuvo premio de la ciudad de Meyrin. Suiza), “Rulos y Bigotes”, “La evolución de la musicoterapia a través del tiempo”. En deportes ha practicado: natación, tenis, equitación, golf y cetrería. Entre otros, ha recibido premios como: “Ciudad de Meyrin” (Suiza) en Literatura. “Gian Batista Viotti” (Italia) en música, y “ Rosa Mística”, (Curitiba. Brasil) en piano. Se ha desempeñado como profesora de Parvularios y  Técnica especializada en Dirección y Supervisión de Escuelas de la Universidad Católica Argentina. Es creadora del “Atelier de Creation Musical”, en Ginebra. Suiza y   creadora del “Centro Pedagógico Musical”, en la Escuela de Música de Paraguay. Posee un Masteradocen de Musicoterapia y es doctorante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido de Gran Bretaña).  Un Masterado en Educación Musical en el Instituto de Ribaupuerre Lausanne de  Suiza. Y un Masterado en “Educación y Didáctica Universitaria” en la Universidad Americana de Paraguay. En ese país, donde reside ha sido profesora en: El Ateneo Paraguayo, Colegio de San José, Colegio Teresiano, Colegio San Nicolás de Bari, Panamericana International School, Colegio Francés, Universidad Evangélica, y Universidad Nacional. Actualmente es Profesora investigadora en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Universidad Nacional de Asunción y da clases de piano en la casa que alquila en “Rincón San Lorenzo” un humilde barrio de Asunción. Siendo proteccionista convive con 12 perros y 20 gatos, rescatados. Así espera que el tiempo transcurra y finalmente la lleve a reunirse nuevamente con el amor de su vida, JOSÉ LÓPEZ REGA, quien, en junio de 1989, le dijera por última vez: “Hasta que la muerte nos vuelva a unir”.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 17, 2023


 

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