En 1852 Karl Marx escribía en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” que “la historia ocurre dos veces: la 1ª vez como una gran tragedia y la 2ª como una miserable farsa”. Tan cerca del 25 de mayo es bueno recordar de dónde viene la Patria, ya que por el momento no se sabe hacia dónde va.
La Revolución de Mayo fue una revolución de terciopelo, todo se habló, no hubo sangre. No se reconoció al virrey que no representaba a nadie (Fernando VII estaba preso en Bayona) y la Primera Junta juró fidelidad, rodilla en tierra, al apresado rey de España. Eran 7 criollos y 2 españoles.
Fue una revolución porteña, para validarla se incorporó a diputados de las provincias. Así nació la Junta Grande de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Sucedió el 18/12/1810. Hizo poco, pendiente de España y la situación de la guerra contra las fuerzas de ocupación napoleónicas.
Los problemas entre los diputados hizo que estos llegaran a la conclusión que la Provincias Unidas necesitaban otra forma de gobierno. Nació el 1º Triunvirato el 23/9/1811, dirigido por Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea.
Al no cumplir con el mandato de convocar a una Asamblea General Constituyente, estalló la revolución del 8/10/1811. Nació el 2º Triunvirato con Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte. Y llegó la Asamblea del año XII.
A esta le siguió un Director Supremo, cargo unipersonal. Este recuerdo de historia de escuela primaria, se debe a un título del diario La Nación (26/5), “Presión interna para que el Presidente sume a Cristina y a Massa a la gestión”.
El artículo 87 de la Constitución Nacional dice que: El Poder ejecutivo de la Nación será desempeñado por UN ciudadano con el título de “presidente de la Nación Argentina”. ¿La interna del Frente de Todos pretende que el país vuelva al triunvirato, al 2º?
¿La Argentina debe retroceder hasta 1811/1814? ¿Proponen un triunvirato entre Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa? ¿Se remitirán al 2º triunvirato que fue capaz de convocar una Asamblea General Constituyente?
El viejo sueño de Cristina es derogar la actual Constitución y (olvidando que fueron constituyentes en la deforma de 1994, tanto ella como Néstor K) poder barrer al poder judicial. Y reemplazarlo con jueces votados por la gente.
El anuncio de la baja en el impuesto a las ganancias sobre sueldos, lo hizo Sergio Massa en la escalinata de la Casa Rosada. Aún fuera de ella, pero ya con un pie dentro. Y el Instituto Patria ya obstaculiza y define las decisiones del ejecutivo.
Si este salto hacia atrás en el tiempo, delirio de guionistas de TV y cinematográficos, se materializa, el país está destinado… al suicidio. Sin embargo, el éxito, entendido como un país sin inflación, próspero y respetuoso de la ley, es posible.
La feroz invasión de Rusia a Ucrania y su chantaje al mundo sobre una crisis alimentaria (no dejarán salir los granos de Rusia ni de Ucrania), le da a la Argentina una gran oportunidad que debería aprovechar en vez de jugar a las internas.
En el momento justo de sembrar trigo, el ejecutivo debería levantar todas las retenciones a las exportaciones del campo. Así se duplicaría la producción, el mundo tendría menos hambre y la Argentina recibiría los dólares que le hacen falta.
Es simple, más dólares, más trabajo, menos subsidios, vuelta a la dignidad del pan bíblicamente conseguido con “el sudor de la frente”. Sólo se necesita coraje de parte del Presidente, que se auto perciba como tal y enterrar para siempre ideologías, que atrasan, no tanto como el triunvirato, pero sí 50 años.
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Por Malú Kikuchi.
En 1852 Karl Marx escribía en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” que “la historia ocurre dos veces: la 1ª vez como una gran tragedia y la 2ª como una miserable farsa”. Tan cerca del 25 de mayo es bueno recordar de dónde viene la Patria, ya que por el momento no se sabe hacia dónde va.
La Revolución de Mayo fue una revolución de terciopelo, todo se habló, no hubo sangre. No se reconoció al virrey que no representaba a nadie (Fernando VII estaba preso en Bayona) y la Primera Junta juró fidelidad, rodilla en tierra, al apresado rey de España. Eran 7 criollos y 2 españoles.
Fue una revolución porteña, para validarla se incorporó a diputados de las provincias. Así nació la Junta Grande de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Sucedió el 18/12/1810. Hizo poco, pendiente de España y la situación de la guerra contra las fuerzas de ocupación napoleónicas.
Los problemas entre los diputados hizo que estos llegaran a la conclusión que la Provincias Unidas necesitaban otra forma de gobierno. Nació el 1º Triunvirato el 23/9/1811, dirigido por Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea.
Al no cumplir con el mandato de convocar a una Asamblea General Constituyente, estalló la revolución del 8/10/1811. Nació el 2º Triunvirato con Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte. Y llegó la Asamblea del año XII.
A esta le siguió un Director Supremo, cargo unipersonal. Este recuerdo de historia de escuela primaria, se debe a un título del diario La Nación (26/5), “Presión interna para que el Presidente sume a Cristina y a Massa a la gestión”.
El artículo 87 de la Constitución Nacional dice que: El Poder ejecutivo de la Nación será desempeñado por UN ciudadano con el título de “presidente de la Nación Argentina”. ¿La interna del Frente de Todos pretende que el país vuelva al triunvirato, al 2º?
¿La Argentina debe retroceder hasta 1811/1814? ¿Proponen un triunvirato entre Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa? ¿Se remitirán al 2º triunvirato que fue capaz de convocar una Asamblea General Constituyente?
El viejo sueño de Cristina es derogar la actual Constitución y (olvidando que fueron constituyentes en la deforma de 1994, tanto ella como Néstor K) poder barrer al poder judicial. Y reemplazarlo con jueces votados por la gente.
El anuncio de la baja en el impuesto a las ganancias sobre sueldos, lo hizo Sergio Massa en la escalinata de la Casa Rosada. Aún fuera de ella, pero ya con un pie dentro. Y el Instituto Patria ya obstaculiza y define las decisiones del ejecutivo.
Si este salto hacia atrás en el tiempo, delirio de guionistas de TV y cinematográficos, se materializa, el país está destinado… al suicidio. Sin embargo, el éxito, entendido como un país sin inflación, próspero y respetuoso de la ley, es posible.
La feroz invasión de Rusia a Ucrania y su chantaje al mundo sobre una crisis alimentaria (no dejarán salir los granos de Rusia ni de Ucrania), le da a la Argentina una gran oportunidad que debería aprovechar en vez de jugar a las internas.
En el momento justo de sembrar trigo, el ejecutivo debería levantar todas las retenciones a las exportaciones del campo. Así se duplicaría la producción, el mundo tendría menos hambre y la Argentina recibiría los dólares que le hacen falta.
Es simple, más dólares, más trabajo, menos subsidios, vuelta a la dignidad del pan bíblicamente conseguido con “el sudor de la frente”. Sólo se necesita coraje de parte del Presidente, que se auto perciba como tal y enterrar para siempre ideologías, que atrasan, no tanto como el triunvirato, pero sí 50 años.
菊池寛士
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 28, 2022