Share

 Por Prof. Mgtr. María Elena Cisneros Rueda

Uno de los períodos más difíciles de sobrellevar en el ser humano es la etapa de la adolescencia. Tanto para el que la pasa como para todo el contexto en que se desenvuelve. La psicóloga francesa Catherine Dolto Tolitch (1) la denominó la “etapa de la langosta de mar” por la vulnerabilidad en que la persona en formación se encuentra. La langosta de mar al nacer tiene una caparazón que, a medida que crece le va resultando pequeña, entonces a unos pasos de donde se encuentra comienza a construir otra caparazón. Llegado el momento rompe su primer caparazón y camina hasta la nueva pero, está expuesta a toda clase de depredadores, porque es un simple cuerpo frágil sin parapetos. Por tanto, según ella, los adolescentes pasan por ese trauma en la adolescencia.

Sin lugar a dudas el rol de los adultos es fundamental, especialmente los padres que son los que más tiempo se supone, deben pasar con sus vástagos. A mis estudiantes de la cátedra de Didáctica musical les propongo los siguientes pasos a observar para mantener relaciones saludables con ellos.

*Pasar el tiempo con ellos. Esto es algo que los padres también deben hacer. Ese tiempo es de suma importancia para que no se sientan que están “de más” sino que son importantes para nosotros.

*Tratar de incentivar la conversación para interiorizarnos de sus sueños, anhelos, deseos e incertidumbres. Muchos casos de acoso pueden ser prevenidos y también podemos intercambiar ideas al respecto.

*Cortar de raíz el mal comportamiento pero con estrategia. Estamos preparando futuros padres de familia, esposos o esposas y gente que debe trabajar para vivir, por tanto la manera de comportarse es fundamental. Los padres pueden permitir todo. La sociedad no. Hay que saberlo!.

*Facilitar los aprendizajes. No solo de escolaridad sino de buen relacionamiento, de cortesía, de cultura, de saber vivir. El ocuparnos de bien prepararlos les demuestra que los queremos y aceptamos tal como son ahora, pero esperamos un comportamiento acorde a su crecimiento y a su socialización.

*Promover el movimiento y los momentos divertidos es algo primordial para la salud. Nuestros jóvenes viven una vida sedentaria, y más aún en  tiempos de pandemia. El hecho mismo de practicar deportes juntos facilita buenos  y divertidos momentos.

*Guiar con el ejemplo es algo que jamás debemos dejar de lado. Si el joven es agresivo, atrevido, mal hablado, irrespetuoso, intolerante, altisonante y desagradable en su comportamiento, eso lo copia de los comportamientos de la casa. ¡Hay que decirlo!

*Saber siempre lo que hacen, con quién se reúnen, donde van a pasar la noche, la hora de volver. Es tristísimo ver en las redes sociales el pedido de padres desesperados porque desconocen el paradero de sus hijos.

*No perder la calma. No responder con agravios. No menospreciarlos. No atacarlos. No levantar la voz. Decirles algo inesperado y jocoso.

Es aquí donde entra el famoso “Juego del calamar” que en poquísimo tiempo se ha vuelto viral y hasta se practica en “realidad” en lugares tan insospechados como Dubai.

 Ahí se nos muestra la realidad de una sociedad altamente competitiva. Ahí “sobrevive” solo el “mejor”, el que no pierde la calma, el que observa, el que planifica, el que sabe defender sus intereses, el que corre riesgos seguros, el que no desfallece, aún ante la mirada inquisidora de la “siniestra muñeca”. La competencia es “brutal” porque no solo se pierde sino que se pierde la vida, como si nada, casi por nada, solo por tener deudas y querer ganar una suma que los saque de esa situación considerada extrema.

La misma situación se manifestaba en Argentina entre los jóvenes a partir de mediados de los años 60, los 70 y ¿saben qué? Hasta ahora.

¿Por qué pasaba eso? Ellos querían ganar “el premio” del chanchito lleno de dinero que era tomar el poder por medio de las armas. Se llamaba “Juego del quien mata más”. La mayoría estudiantes universitarios, sin problemas económicos, pero “necesitando” crear situaciones caóticas para tener un pretexto de tomar las riendas del poder, poniendo en juego lo aprendido de la revolución cubana que los apoyaba y los entrenaba para ese fin. ¿Eran ellos culpables de tal comportamiento? Sus propios padres, hasta hoy vociferando por una “justicia” que ni ellos mismos respetaban, no se ocupaban de sus hijos y los puntos anteriormente citados nunca se tuvieron en cuenta.

Estos participantes del “Juego de quien mata más” propagaron el terror, la desintegración de familias, dolor, caos, enfermedades y hasta el día de hoy proyectan sus propias mezquindades en los “guardianes” que tenían (tal como en el juego) diferentes responsabilidades: los círculos (ejecutores) ,los triángulos( que ordenaban)y los cuadrados( que lideraban).

Todos los protagonistas conocen cuál es el precio  del “Juego del calamar” y lo aceptan. El problema es que los jugadores del “Juego de quien mata más” no aceptaron esas reglas que conocían y hasta hoy se vengan de los “guardianes” que solo cumplían su rol en sus tres diferentes niveles.

Cuando se “entra”  a jugar y se integra el círculo del mismo, hay que tener el coraje de aceptar que se puede ganar o se puede perder.

 Pero los argentinos son especialistas del juego de “tirar la piedra y esconder la mano”, donde los comportamientos cobardes son comunes y el chillar por “justicia” que no merecen, es muy conocida dentro y fuera del país.

En el “juego del calamar” cada jugador conoce y acepta los riesgos pero en el “Juego de quien mata más” apoyados por gente injusta  y carente honor, siguen queriendo el premio “del chanchito” lleno de dinero a costa del sacrificio de los viejos guardianes que matan lentamente en las mazmorras de la iniquidad mientras que destrozan y desmiembran todo el tejido social impidiendo a las generaciones futuras un porvenir digno.

¿El juego del calamar? ¡¡¡Sólo para valientes!!!!

 

MARÍA ELENA CISNEROS RUEDA, nacida el 16 de marzo de 1951, en la Provincia de Entre Ríos, Argentina, es: profesora superior de danzas clásicas, profesora superior de danzas españolas, maestra normal nacional, profesora superior de piano, profesora superior de teoría y solfeo, dactilógrafa, licenciada en Ciencias de la Educación, en la  Universidad de Ginebra, Suiza, profesora superior de idioma francés, habla además español inglés, italiano, portugués y hebreo bíblico. Ha compuesto más de 150 obras musicales y escrito: “Cuaderno de Iniciación Musical”, y 15 libros de partituras entre los que se encuentran: “La educación musical de los pequeñitos”, “El señor de la Isla” (obtuvo premio de la ciudad de Meyrin. Suiza), “Rulos y Bigotes”, “La evolución de la musicoterapia a través del tiempo”. En deportes ha practicado: natación, tenis, equitación, golf y cetrería. Entre otros, ha recibido premios como: “Ciudad de Meyrin” (Suiza) en Literatura. “Gian Batista Viotti” (Italia) en música, y “ Rosa Mística”, (Curitiba. Brasil) en piano. Se ha desempeñado como profesora de Parvularios y  Técnica especializada en Dirección y Supervisión de Escuelas de la Universidad Católica Argentina. Es creadora del “Atelier de Creation Musical”, en Ginebra. Suiza y   creadora del “Centro Pedagógico Musical”, en la Escuela de Música de Paraguay. Posee un Masteradocen de Musicoterapia y es doctorante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido de Gran Bretaña).  Un Masterado en Educación Musical en el Instituto de Ribaupuerre Lausanne de  Suiza. Y un Masterado en “Educación y Didáctica Universitaria” en la Universidad Americana de Paraguay. En ese país, donde reside ha sido profesora en: El Ateneo Paraguayo, Colegio de San José, Colegio Teresiano, Colegio San Nicolás de Bari, Panamericana International School, Colegio Francés, Universidad Evangélica, y Universidad Nacional. Actualmente es Profesora investigadora en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Universidad Nacional de Asunción y da clases de piano en la casa que alquila en “Rincón San Lorenzo” un humilde barrio de Asunción. Siendo proteccionista convive con 12 perros y 20 gatos, rescatados. Así espera que el tiempo transcurra y finalmente la lleve a reunirse nuevamente con el amor de su vida, JOSÉ LÓPEZ REGA, quien, en junio de 1989, le dijera por última vez: “Hasta que la muerte nos vuelva a unir”.

 

1)Hija de la célbre Francoise Doltó

Lecturas sugeridas para la cuestión “adolescencia”

Sanar las emociones de Chris Griscom

El rol del padre  de Kyle D. Pruett

No se afane por nada de Joyce Meyer

El peligro del poder de Richard Exley

Cambia tu mentalidad de David Yonggi Cho

La salud de la mujer de Jordan y Nick Rubin

 


PrisioneroEnArgentina.com

October 22, 2021


 

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
5 Comments
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
5
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x