EL JUEZ CASANELLO NO ES UNA TORTUGA

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 Por CLAUDIO KUSSMAN

 

DOMICILIARIA AL PRIVILEGIADO PÉREZ GADÍN

Todos recordarán a este juez federal de la “justicia independiente” llamado SEBASTIAN CASANELLO, quien se hizo famoso porque el célebre periodista JORGE LANATA lo apodara “Tortuga” por su lentitud para actuar en la causa que se llamó la ruta del dinero K. En la misma se habían “lavado” unos dinerillos mal habidos, que llegaban a los 60 millones de dólares.  Ahora, debemos reconocer que el hombre cambió, se dejó la barba y esta semana, para ser más precisos el martes, otorgó el arresto domiciliario al contador de LÁZARO BAEZ, DANIEL PÉREZ GADÍN de 67 años de edad. Imputado en esa investigación se encontraba alojado en la Unidad Penitenciaria 31 de Ezeiza, en donde la sagacidad del togado le permitió establecer que su vida corría peligro, a raíz de la pandemia de coronavirus que asola el planeta. Destacable es que reja de por medio, se encuentran uniformados imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad.  A la consideración de los “honorables” togados de la memoria, verdad y justicia, a estos adultos mayores de más de 70 años, cuyas vidas de verdad corren serio peligro, “QUE LOS PARTA UN RAYO”. Pero volviendo al CASANELLO que dejó de ser una tortuga, este entendió del riesgo que corría el ahora privilegiado GADÍN, cuando supo que los médicos penitenciarios sin usar guantes ni barbijos controlaban la temperatura de los presos, sin desinfectar el termómetro entre toma y toma. A título de amarga ironía, debemos decir que lo que no quedó claro es si la misma es controlada por vía bucal o por vía rectal. La impunidad y desvergonzada arbitrariedad con la que se manejan los jueces federales en general, es lo que en pocos días permitió beneficios similares a personajes como LUIS D´ELÍA Y AMADO BOUDOU, que triunfantes dejaran la prisión al son de la Marcha Peronista. Marcha que desde el año 1948 acompaña la decadencia de un país llamado Argentina, que definitivamente abandonó su destino de grandeza.  

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Juez Sebastián Casanello apodado “Tortuga” por el periodista Jorge Lanata, cambió dejándose la barba.
Año 2012, Martín, hijo de Lázaro Báez y el contador Daniel Pérez Gadín, contando dólares en la financiera clandestina “La Rosadita”.

Claudio Kussman

Comisario Mayor (R) 

Policía Pcia. Buenos Aires

Abril 12, 2020

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

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El privilegiado contador Daniel Pérez Gadín
Pasillo central, Unidad Penitenciaria Federal 31, Ezeiza. De la puerta de rejas para acá los privilegiados como Gadín, corren riesgo de vida por el coronavirus. De la puerta para allá, los adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, no corren ningún riesgo. Misterios de la justicia federal argentina.
“En el mundo hay bondad y maldad. Justicia e injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas”

Roberto Fontanarrosa (1944-2007)

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PrisioneroEnArgentina.com

Abril 12, 2020


 

 

 

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