En uno de los tantos actos que últimamente organizó el Senado de la Nación en el histórico y fastuoso Palacio del Congreso argentino, honrando militares, disertó el COMODORO (R) PABLO CARBALLO. Reconocido por su heroico desempeño en la gesta de Malvinas, embargado por la emoción entre otros conceptos habló de sus sueños cumplidos a través de la Vicepresidente VICTORIA VILLARRUEL por quien se siente representado, porque ella tiene valor, coraje, fidelidad, y AMOR A LA LIBERTAD, LA CUAL NO SE NEGOCIA. Destacó que antes había estado arto de quienes los ignoraron, no les permitieron desfilar y los ningunearon. Al verlo y escucharlo en las redes, debo reconocer que se me hizo un nudo en la garganta y sentí verdadera tristeza e impotencia. Primero, por ver el lujoso ambiente palaciego con paredes cubiertas de boiseries de nobles maderas y exquisitos mármoles, rutilantes luces, marciales guardias de honor de Granaderos con sus uniformes de gala, y elegantes asistentes vistiendo ropa de marca, e imagino que envueltos en finas fragancias francesas, quienes lo aplaudieron efusivamente. Segundo por sus emotivas y sentidas lisonjas a la señora VILLARRUEL. Mas que evidente que tanto CARBALLO, como todos los presentes, están a años luz de este lóbrego mundo paralelo en el que permanecemos encerrados pudriéndonos y muriendo los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. En él, también hay camaradas que vistieron el mismo uniforme que el gran orador, destacándose el horrendo caso del humilde ex cabo de la Fuerza Aérea JULIO FLORES, cuya trágica e injusta historia se puede leer en las 2 notas adjuntas. La vida y sobrevivencia de este santiagueño, sí, que esta bien lejos de los vanos desfiles y festejos militares. Además, pese a la amplia cobertura periodística, el Comodoro debe ignorar lo ocurrido a partir del 11 de julio pasado cuando una visita de 6 diputados oficialistas a un grupo de prisioneros, en mayoría uniformados, sinceró el desamparo nuestro frente a un hijoputismo político sin precedentes, y un poder judicial prevaricador, esclavo de la “política de estado” y no de la Constitución, leyes y códigos penales. En el escándalo que siguió, a esa desafortunada visita, el presidente MILEI brutalmente manifestó: “que le hizo ruido porque esa no es mi agenda”. Por su parte la combativa vicepresidente que tanto lo representa a este militar, en esta oportunidad guardó sepulcral silencio, olvidando los tiempos en que estando en el llano, nos visitaba y arengaba en la cárcel para que lucháramos por nuestra justa libertad. Percibiendo como este gobierno al igual que el kirchnerista, socio de los terroristas, nos querella en los juicios a los cuales estamos sometidos, más todas estas actitudes tan hipócritas, sin temor a equivocarme puedo decir que no necesitamos enemigos ideológicamente radicalizados, empujándonos al exterminio. Muerte liberadora… allá vamos.
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Por Claudio Kussman.
En uno de los tantos actos que últimamente organizó el Senado de la Nación en el histórico y fastuoso Palacio del Congreso argentino, honrando militares, disertó el COMODORO (R) PABLO CARBALLO. Reconocido por su heroico desempeño en la gesta de Malvinas, embargado por la emoción entre otros conceptos habló de sus sueños cumplidos a través de la Vicepresidente VICTORIA VILLARRUEL por quien se siente representado, porque ella tiene valor, coraje, fidelidad, y AMOR A LA LIBERTAD, LA CUAL NO SE NEGOCIA. Destacó que antes había estado arto de quienes los ignoraron, no les permitieron desfilar y los ningunearon. Al verlo y escucharlo en las redes, debo reconocer que se me hizo un nudo en la garganta y sentí verdadera tristeza e impotencia. Primero, por ver el lujoso ambiente palaciego con paredes cubiertas de boiseries de nobles maderas y exquisitos mármoles, rutilantes luces, marciales guardias de honor de Granaderos con sus uniformes de gala, y elegantes asistentes vistiendo ropa de marca, e imagino que envueltos en finas fragancias francesas, quienes lo aplaudieron efusivamente. Segundo por sus emotivas y sentidas lisonjas a la señora VILLARRUEL. Mas que evidente que tanto CARBALLO, como todos los presentes, están a años luz de este lóbrego mundo paralelo en el que permanecemos encerrados pudriéndonos y muriendo los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. En él, también hay camaradas que vistieron el mismo uniforme que el gran orador, destacándose el horrendo caso del humilde ex cabo de la Fuerza Aérea JULIO FLORES, cuya trágica e injusta historia se puede leer en las 2 notas adjuntas. La vida y sobrevivencia de este santiagueño, sí, que esta bien lejos de los vanos desfiles y festejos militares. Además, pese a la amplia cobertura periodística, el Comodoro debe ignorar lo ocurrido a partir del 11 de julio pasado cuando una visita de 6 diputados oficialistas a un grupo de prisioneros, en mayoría uniformados, sinceró el desamparo nuestro frente a un hijoputismo político sin precedentes, y un poder judicial prevaricador, esclavo de la “política de estado” y no de la Constitución, leyes y códigos penales. En el escándalo que siguió, a esa desafortunada visita, el presidente MILEI brutalmente manifestó: “que le hizo ruido porque esa no es mi agenda”. Por su parte la combativa vicepresidente que tanto lo representa a este militar, en esta oportunidad guardó sepulcral silencio, olvidando los tiempos en que estando en el llano, nos visitaba y arengaba en la cárcel para que lucháramos por nuestra justa libertad. Percibiendo como este gobierno al igual que el kirchnerista, socio de los terroristas, nos querella en los juicios a los cuales estamos sometidos, más todas estas actitudes tan hipócritas, sin temor a equivocarme puedo decir que no necesitamos enemigos ideológicamente radicalizados, empujándonos al exterminio. Muerte liberadora… allá vamos.
CLAUDIO KUSSMAN
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
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“¡Eh! Mira… Mira a tu espalda, cuantos amigos… ¿Ya hiciste a alguien feliz hoy? ¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?”
Sir Charles Chaplin (1889-1977)
NOTA DEDICADA A LOS QUE MURIERON Y SIGUEN MURIENDO HOY EN PRISIÓN.
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Setiembre 7, 2024