LA CLASE POLITICA DEBE esperar a que la Justicia investigue debidamente el hecho y lo esclarezca, ocupándose de las urgentes necesidades de la gente y dejando de lado sus discursos de barricada.
Mientras la Justicia avanza en la investigación por el ataque a la Vicepresidenta de la Nación, desde los medios oficiales se esfuerzan denodadamente para instar que ese hecho fue protagonizado por una organización terrorista que estaría operando en el país.
Aunque mueva a risa, esta organización terrorista, a la cual le endilgan una orientación de extraña derecha, casi filo nazi, se la ha denominado “la banda de los copitos de nieve” y así es catalogada por todos los medios de comunicación, sin excepción alguna.
La misma estaría integrada por jóvenes, más adictos a las redes sociales que a las actividades de una organización de este tipo, provenientes de sectores bastante humildes y no de familias acomodadas o patricias. Ningún antecedente que los vincule a estos grupos más que sus desquiciados comentarios en internet. Como siempre decimos, no hace falta ser un avezado criminalista, para advertir que en el hecho que protagonizaron se movieron con bastante inexperiencia, improvisadamente, casi burda y hasta torpemente.
Con esto no se quiere decir que no hayan sido los autores del hecho ni que no deban responder penalmente por su accionar, lo que cual obviamente deberá investigar la Justicia y hasta las últimas consecuencias, no descartando ninguna hipótesis, ni la del magnicidio ni la de unos psicópatas; sino que nos parece una desmesura, sostener con tamaña liviandad que pertenecen a una organización terrorista.
Hasta acá, el relato que intentan imponer no pasaría de ser una estrategia comunicacional de los medios que responden incondicionalmente al gobierno para “tapar” los acuciantes problemas económicos que sufre el país y de paso “ensuciar y embarrar la cancha” del juicio denominado Vialidad, si no fuera por la preocupante actitud de algunos exaltados periodistas que pícaramente, intentan “colocar” a los sectores más odiados por la militancia popular y nacional como “soporte” o “instigadores” de esta nobel organización terrorista.
Desde la página del ex integrante de la inteligencia de Montoneros (que fuera una verdadera organización terrorista), devino ahora en periodista y uno de los principales ideólogos del kirchnerismo, se ventilan supuestos contactos de los “copitos de nieve” con militares retirados -vinculados obviamente a lo que llaman la represión ilegal de los años 70- y políticos de la oposición. Claro, no se da ningún dato específico, solo presuntos nombres de pila e incomprobables mensajes de audios que se les atribuyen; incluyendo en esa “conspiración” hasta allegados al ex Presidente de los Estados Unidos y al actual Presidente de Brasil.
Nadie se salva. Incluso, desde algunos programas televisivos, se menciona al pasar, pero con la clara intención de involucrarlos subrepticiamente en la “orga de los copitos”, a la vecina de la Vicepresidenta de la Nación, al peluca liberal y hasta el propio Fiscal de la causa denominada “Vialidad”.
Incluso el Boletín Oficial del gobierno, publicó hace poco un artículo titulado “Argentinos bajo ataque”, en el cual se llegó a hablar de “la fuerza de choque gorila”.
Todo muy elaborado, aunque lógicamente habita en el mundo conjetural e hipotético, pero suficiente para ser consumido ávidamente por el mundo “nacional y popular” e instalar un virtual complot de la derecha argentina con conspicuos contactos con la derecha internacional contra el actual gobierno y sobre todo contra la democracia. Todo sirve para seguir manteniendo unido férreamente al peronismo y a los sectores de izquierda que les son afines y no perder ningún voto.
Esperemos que todo este discurso fácil de los enemigos del pueblo, no pase solamente de eso, una mera estrategia político electoral de cara a las próximas elecciones presidenciales, pues siempre en estas maquineas predicas del bien y el mal, amigo-enemigo, donde el bien es el gobierno y el mal el enemigo, los opositores; siempre existe la tentadora idea de recurrir a la “solución Venezuela y Nicaragua”, países espejos del nuestro, donde este tipo de arengas terminó con periodistas y opositores en la cárcel.
Como advertimos en la columna de la semana pasada titulada “El Gobierno y la Caja de Pandora”: “A ojos vista, el gobierno está a todas luces jugando con fuego, coqueteando con abrir “la caja de pandora”, la cual difícilmente pueda cerrarse una vez destapada”.
Como se dice en el mundo futbolero es momento de “parar la pelota y ponerla contra el piso” y así lo debe hacer toda la clase política, absolutamente toda.
Tienen que trasmitir tranquilidad a la ciudadanía, dejarse de arrebatados discursos como de proclamas acusadoras y de pensar solamente en como retener el poder en un caso y de cómo hacerse de el en el otro; para ocuparse de las urgentes necesidades de la gente, priorizando los interese de la sociedad por sobre los suyos, dejando que la Justicia haga su trabajo, cual es esclarecer debidamente el hecho y sancionar a todos sus responsables.
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No puede seguir la clase política ensimismada en su propia realidad, ajena a la realidad de cada uno de los argentinos.
Y es que en medio de un contexto donde prima la peor crisis económica de los últimos años, lo que genera una gran tensión social; resulta muy peligroso agitar la bandera de la violencia política. Como digo el genial Jorge Luis Borges: “No hables a menos que puedas mejorar el silencio”.
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Por Dr. Gonzalo P. Miño.
Mientras la Justicia avanza en la investigación por el ataque a la Vicepresidenta de la Nación, desde los medios oficiales se esfuerzan denodadamente para instar que ese hecho fue protagonizado por una organización terrorista que estaría operando en el país.
Aunque mueva a risa, esta organización terrorista, a la cual le endilgan una orientación de extraña derecha, casi filo nazi, se la ha denominado “la banda de los copitos de nieve” y así es catalogada por todos los medios de comunicación, sin excepción alguna.
La misma estaría integrada por jóvenes, más adictos a las redes sociales que a las actividades de una organización de este tipo, provenientes de sectores bastante humildes y no de familias acomodadas o patricias. Ningún antecedente que los vincule a estos grupos más que sus desquiciados comentarios en internet. Como siempre decimos, no hace falta ser un avezado criminalista, para advertir que en el hecho que protagonizaron se movieron con bastante inexperiencia, improvisadamente, casi burda y hasta torpemente.
Con esto no se quiere decir que no hayan sido los autores del hecho ni que no deban responder penalmente por su accionar, lo que cual obviamente deberá investigar la Justicia y hasta las últimas consecuencias, no descartando ninguna hipótesis, ni la del magnicidio ni la de unos psicópatas; sino que nos parece una desmesura, sostener con tamaña liviandad que pertenecen a una organización terrorista.
Hasta acá, el relato que intentan imponer no pasaría de ser una estrategia comunicacional de los medios que responden incondicionalmente al gobierno para “tapar” los acuciantes problemas económicos que sufre el país y de paso “ensuciar y embarrar la cancha” del juicio denominado Vialidad, si no fuera por la preocupante actitud de algunos exaltados periodistas que pícaramente, intentan “colocar” a los sectores más odiados por la militancia popular y nacional como “soporte” o “instigadores” de esta nobel organización terrorista.
Desde la página del ex integrante de la inteligencia de Montoneros (que fuera una verdadera organización terrorista), devino ahora en periodista y uno de los principales ideólogos del kirchnerismo, se ventilan supuestos contactos de los “copitos de nieve” con militares retirados -vinculados obviamente a lo que llaman la represión ilegal de los años 70- y políticos de la oposición. Claro, no se da ningún dato específico, solo presuntos nombres de pila e incomprobables mensajes de audios que se les atribuyen; incluyendo en esa “conspiración” hasta allegados al ex Presidente de los Estados Unidos y al actual Presidente de Brasil.
Nadie se salva. Incluso, desde algunos programas televisivos, se menciona al pasar, pero con la clara intención de involucrarlos subrepticiamente en la “orga de los copitos”, a la vecina de la Vicepresidenta de la Nación, al peluca liberal y hasta el propio Fiscal de la causa denominada “Vialidad”.
Incluso el Boletín Oficial del gobierno, publicó hace poco un artículo titulado “Argentinos bajo ataque”, en el cual se llegó a hablar de “la fuerza de choque gorila”.
Todo muy elaborado, aunque lógicamente habita en el mundo conjetural e hipotético, pero suficiente para ser consumido ávidamente por el mundo “nacional y popular” e instalar un virtual complot de la derecha argentina con conspicuos contactos con la derecha internacional contra el actual gobierno y sobre todo contra la democracia. Todo sirve para seguir manteniendo unido férreamente al peronismo y a los sectores de izquierda que les son afines y no perder ningún voto.
Esperemos que todo este discurso fácil de los enemigos del pueblo, no pase solamente de eso, una mera estrategia político electoral de cara a las próximas elecciones presidenciales, pues siempre en estas maquineas predicas del bien y el mal, amigo-enemigo, donde el bien es el gobierno y el mal el enemigo, los opositores; siempre existe la tentadora idea de recurrir a la “solución Venezuela y Nicaragua”, países espejos del nuestro, donde este tipo de arengas terminó con periodistas y opositores en la cárcel.
Como advertimos en la columna de la semana pasada titulada “El Gobierno y la Caja de Pandora”: “A ojos vista, el gobierno está a todas luces jugando con fuego, coqueteando con abrir “la caja de pandora”, la cual difícilmente pueda cerrarse una vez destapada”.
[ezcol_2fifth] [/ezcol_2fifth] [ezcol_3fifth_end]Como se dice en el mundo futbolero es momento de “parar la pelota y ponerla contra el piso” y así lo debe hacer toda la clase política, absolutamente toda.
Tienen que trasmitir tranquilidad a la ciudadanía, dejarse de arrebatados discursos como de proclamas acusadoras y de pensar solamente en como retener el poder en un caso y de cómo hacerse de el en el otro; para ocuparse de las urgentes necesidades de la gente, priorizando los interese de la sociedad por sobre los suyos, dejando que la Justicia haga su trabajo, cual es esclarecer debidamente el hecho y sancionar a todos sus responsables.
[/ezcol_3fifth_end]No puede seguir la clase política ensimismada en su propia realidad, ajena a la realidad de cada uno de los argentinos.
Y es que en medio de un contexto donde prima la peor crisis económica de los últimos años, lo que genera una gran tensión social; resulta muy peligroso agitar la bandera de la violencia política. Como digo el genial Jorge Luis Borges: “No hables a menos que puedas mejorar el silencio”.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 19, 2022