El otro Tito

El primer turista espacial recuerda su experiencia de hace veinte años
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El último día de abril de 2001, el millonario estadounidense Dennis Tito llegó a la Estación Espacial Internacional (EEI) a través de un cohete ruso Soyuz, convirtiéndose en el primer turista espacial del mundo. Para Tito, que entonces tenía 60 años, fue la culminación de un sueño que había tenido desde joven y por el que había desembolsado nada menos que US$ 20 millones para hacerlo realidad.

Reflexionando sobre el viaje dos décadas después, Tito describe con alegría el momento en que el cohete entró en órbita por primera vez.

“Los lápices empezaron a flotar en el aire y pude ver la negrura del espacio y la curvatura de la Tierra”, cuenta Tito. “Estaba eufórico. Fue el mejor momento de mi vida, conseguir un objetivo vital, y entonces supe que nada podría superar esto”.

En los 20 años transcurridos desde que Tito pasó sus vacaciones en el espacio, solo un puñado de otros turistas extremadamente ricos han seguido sus pasos, pero empresas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic apuestan por que el próximo gran destino de vacaciones esté fuera de este mundo, y trabajan para hacerlo realidad en un futuro no muy lejano. Tito ha estado muy atento a las actualizaciones en el campo del turismo espacial, y dice que espera que muchos otros puedan experimentar algún día la emoción de un viaje al espacio.

“Les deseo lo mejor”, dice. “Tengo la esperanza de que tengan la maravillosa experiencia que yo tuve”. Tito dice que su viaje fue la mejor experiencia de toda su vida, “esos ocho días”. 

Cuando Tito se embarcó en su histórico viaje en 2001, trabajaba en finanzas, pero había empezado su carrera en aeronáutica y astronáutica. A Tito le fascinaba el espacio desde niño, y cree que ya en aquella época estaba preparando el terreno para una estancia en el espacio.

“Cuando volé en 2001, no era alguien que dijera: ‘Quiero ser famoso y volar al espacio’. Era un objetivo que me propuse en 1961”, dice.

Ese fue el año en que el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio.

Más tarde, cuando cambió de profesión y dejó de trabajar en el ámbito de la aeronáutica, Tito siguió soñando con su propio vuelo espacial.

La NASA se opuso durante mucho tiempo a la idea de enviar civiles al espacio, pero en 1991, poco antes del colapso de la URSS, Tito empezó a hablar con la Unión Soviética para unirse a una misión espacial como ciudadano que pagara un pasaje. Retomó estas conversaciones a finales de esa década.

“A finales de los 90, en Rusia estaban sufriendo mucho por la financiación de este programa espacial y la conclusión fue que me dije: Huh, tal vez podría involucrarme con ellos“.

El 28 de abril del año 2001, la nave espacial Soyuz, de Rusia, despegó del cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, con Tito a bordo y dos cosmonautas rusos. Tito pasó la siguiente semana a bordo de la EEI.

“Fueron ocho días de euforia”, dice. “Simplemente disfruté mirando por la ventana, grabando la tierra, las ventanillas, la estación. Fue maravilloso”, recuerda Tito.

Desde el vuelo histórico de Tito, otros siete civiles han viajado al espacio, desembolsando también millones para hacerlo. Cada uno de estos viajes se organizó a través de la agencia de turismo espacial Space Adventures, con viajeros transportados en naves espaciales Soyuz de Rusia a la EEI. No ha habido ningún turista espacial desde 2009, lo que la representante de Space Adventures, Stacey Tearne, atribuye al hecho de que el programa de transbordadores espaciales de EE.UU. fue retirado, dejando las naves Soyuz de Rusia como la única opción para ir y volver de la EEI.

Tearne explica que Space Adventures confía en que el panorama volverá a cambiar.

“En el futuro, prevemos múltiples proveedores y vehículos”, dice. “Una vez que haya competencia en el mercado, habrá precios competitivos”.

Space Adventures sigue colaborando con la agencia espacial de Rusia; de hecho, actualmente están trabajando en una misión Soyuz a la EEI en 2023 que incluye la oportunidad de que un turista realice un paseo espacial.

La empresa también tiene los derechos para comercializar asientos a bordo de la cápsula espacial Starliner de Boeing para particulares, una vez que comiencen los vuelos operativos a la EEI. En un futuro más inmediato, Space Adventures está planeando un viaje para finales de 2021 a través de la nave espacial Crew Dragon de SpaceX.

La NASA ayudó a financiar el desarrollo del Starliner de Boeing y del Crew Dragon de SpaceX, pero ambas empresas siguen siendo de propiedad privada, por lo que seguirán teniendo la opción de vender asientos a bordo de sus naves espaciales a cualquiera que pueda pagarlos. La agencia espacial de EE.UU. ha cambiado su discurso sobre el turismo espacial desde el histórico viaje de Tito, anunciando ya en 2019 planes para abrir la EEI a los turistas.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 4, 2021


 

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