Durante décadas, uno de los secretos oscuros más perdurables del Vaticano ha sido si estaban confabulados con los nazis en cualquier forma, o modo. A lo largo de los años, ha habido acusaciones de que la iglesia, a sabiendas, proveyó a los funcionarios nazis con documentos que hicieron posible su escape posterior a la Segunda Guerra Mundial, y que el Vaticano incluso se benefició del Holocausto gracias a un asesor financiero que pudo haber sido un espía nazi. En 2019, el Papa Francisco anunció que abriría los archivos de la época del Vaticano para unos pocos académicos selectos en 2020, y el lunes 2 de marzo finalmente tuvo lugar ese interesante día.
Pio XII
Una figura clave en toda la situación nazi / vaticana es el Papa que presidió la Santa Sede durante la era de la Segunda Guerra Mundial, Pío XII. Pius, que nació bajo el nombre de Eugenio Pacelli, ha recibido muchas críticas por su fracaso rutinario en condenar al régimen nazi y sus atrocidades en todos los sentidos, excepto en los más indirectos, y el hecho de que nunca explicó realmente esta decisión. Esto ha hecho que muchos piensen que él era un simpatizante nazi apenas oculto. En el otro lado están los defensores de su legado, que dicen que Pío simplemente eligió una resistencia silenciosa alentando a las iglesias y monasterios locales a albergar a refugiados judíos, lo que cambiaría su mutismo sospechoso de un acto de aprobación silenciosa a un movimiento estratégico para evitar atraer atención negativa de Hitler y sus cohortes. Independientemente de la verdad, su silencio no le hizo ningún favor a su reputación, hasta el punto de que una controvertida biografía de 1999 del autor John Cromwell lo llamó el Papa de Hitler en su mismo título.
El 2 de marzo de 2020, el Vaticano abrió sus archivos de la época y se permitió el acceso a los primeros 60 investigadores (incluidos los eruditos judíos influyentes). Con suerte, su investigación proporcionará respuestas concluyentes a la postura de Pío XII con respecto a Hitler. ¿Descubrirán pruebas sólidas de que en verdad fue un “Papa de Hitler”? ¿O seguirán los descubrimientos la ruta propuesta por la profesora Mary Vincent de la Universidad de Sheffield, quien dice que Pius era simplemente un “hombre cuidadoso, austero y bastante desagradable, que intentaba tomar un camino a través de circunstancias casi imposibles”? Parece que el Vaticano, al menos, confía en que la historia reivindicará a Pío. Después de todo, el Papa Francisco permitió a los investigadores acceder a los archivos, y su predecesor, Benedicto XVI, incluso declaró que Pío XII “vivió una vida de virtud cristiana ‘heroica'”.
Pero, de acuerdo al historiador alemán Hubert Wolf, que también es sacerdote, y un equipo de académicos que se reunió para estudiar los archivos recientemente abiertos, el líder de la Iglesia Católica Romana durante la Segunda Guerra Mundial, se enteró del asesinato en masa de judíos al comienzo de la guerra, pero mantuvo la información en secreto en el Vaticano. Wolf confirmó el 16 de mayo que los académicos encontraron nuevas pruebas de que el Papa engañó al gobierno de los Estados Unidos sobre el asesinato sistemático de judíos en Polonia y Ucrania.
WolfDell’Aqua
El historiador citó un memorando interno del Vaticano previamente desconocido escrito a fines de septiembre de 1942 por Angelo Dell’Acqua, un colaborador cercano del Secretario de Estado del Vaticano. Se burló de los informes secretos de testigos presenciales de atrocidades generalizadas contra judíos en Polonia y Ucrania.
En un correo electrónico de Wolf denunció que el memorando de Dell’Acqua podría haber ayudado a convencer al Papa de que ocultara la información al gobierno estadounidense sobre el asesinato en masa de judíos.
“En el reporte recién descubierto, Dell’Acqua cuestionó la credibilidad de judíos y católicos orientales (de Europa del Este) por igual al recurrir a estereotipos antisemitas bien conocidos. Atestiguó que los judíos tenían una inclinación por la exageración y los católicos orientales una falta de sinceridad “.
El memorando fue escrito mientras los altos funcionarios de la iglesia discutían cómo responder a un informe secreto que había sido recibido en Suiza por la Agencia Judía para Palestina y transmitido a los funcionarios del gobierno estadounidense. El informe enviado al Vaticano el 27 de septiembre de 1942 detallaba el asesinato en masa de 100.000 judíos del gueto de Varsovia y otros 50.000 que fueron asesinados en Lviv en Ucrania.
Sheptitsky
Los funcionarios del Vaticano guardaron silencio sobre los informes del arzobispo ucraniano Andrey Sheptytsky sobre las masacres “diabólicas” de judíos en agosto de 1942. Según los eruditos alemanes, un mes antes de que el Vaticano recibiera el informe de los estadounidenses, el arzobispo ucraniano de Lviv describió cómo los alemanes habían masacrado a 200.000 judíos en su país.
A mediados de septiembre de 1942, los investigadores alemanes informaron cómo un empresario italiano, el Conde Malvezzi, le había contado a un alto funcionario de la iglesia sobre la “increíble carnicería” de judíos en Varsovia. Los funcionarios de la iglesia retuvieron ambos informes del gobierno estadounidense.
La falta de preocupación de los clérigos católicos en ese momento no sorprende a Jelena Subotic, profesora de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Georgia y estudiosa del Holocausto. Los registros del Vaticano subrayan el hecho de que el asesinato de un gran número de judíos no fue una prioridad durante la guerra, sostuvo Subotic.
“Para muchos protagonistas durante la Segunda Guerra Mundial, el asesinato de judíos europeos no fue tan importante. Hubo indiferencia a gran escala por el sufrimiento de los judíos debido a una variedad de factores. Obviamente, el antisemitismo es un factor enorme, pero también la comprensión de que los judíos de alguna manera son diferentes, no son realmente ciudadanos, son parte de la nación en Europa.
“Así que las atrocidades cometidas contra los judíos no constituían un núcleo central de lo que trataba la guerra o un núcleo central de lo que se pensaba entonces que eran crímenes contra la humanidad”.
F.D. Roosevelt
No obstante, el representante personal del presidente Franklin Roosevelt en el Vaticano, Myron Taylor, presionó al Papa para que se pronunciara contra las atrocidades de Hitler y los nazis. Durante toda la guerra, el Papa guardó silencio.
La misión de Taylor y la falta de voluntad del Papa para hablar se describieron en un documental titulado “Holy Silence”. Si bien el director de la película, Steven Pressman, calificó el trabajo de los investigadores alemanes como un hallazgo “significativo” y “muy revelador”, dijo que cree que el historial contra el Papa ya está claro.
“Con lo que estamos tratando es con un Papa que no denunció a los nazis. Se mostró escéptico a la hora de adoptar una postura firme en contra de lo que los nazis les estaban haciendo a los judíos en Europa. Se negó a apoyar a los aliados, y creo que ese mensaje, en términos de cómo respondió el Papa Pío XII a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto, no va a cambiar significativamente”.
Francisco
El acceso a los millones de documentos del archivo vaticano del Papa Pío XII fue la culminación de una larga y encarnizada lucha por hacer público el registro de la iglesia durante los años de la guerra.
Las discusiones formales entre católicos y judíos sobre la apertura del archivo, que se suponía que permanecería sellado hasta 2028, fueron en gran parte infructuosas hasta que el Papa Francisco intervino para hacer públicos los registros.
Los archivos se abrieron el 2 de marzo, pero se cerraron después de solo una semana debido a la propagación del coronavirus en Italia.
Aún así, las dramáticas revelaciones después de solo un breve vistazo llevan a expertos como Wolf en Alemania a decir que los archivos finalmente y con certeza proporcionarán una ventana extraordinaria a los secretos del Vaticano.
“Finalmente, podemos intentar responder a todas las preguntas abiertas sobre el Papa Pío XII hacia el Holocausto basándonos en las fuentes. El tiempo de la apologética y la polémica debería haber terminado por fin “.
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Durante décadas, uno de los secretos oscuros más perdurables del Vaticano ha sido si estaban confabulados con los nazis en cualquier forma, o modo. A lo largo de los años, ha habido acusaciones de que la iglesia, a sabiendas, proveyó a los funcionarios nazis con documentos que hicieron posible su escape posterior a la Segunda Guerra Mundial, y que el Vaticano incluso se benefició del Holocausto gracias a un asesor financiero que pudo haber sido un espía nazi. En 2019, el Papa Francisco anunció que abriría los archivos de la época del Vaticano para unos pocos académicos selectos en 2020, y el lunes 2 de marzo finalmente tuvo lugar ese interesante día.
Una figura clave en toda la situación nazi / vaticana es el Papa que presidió la Santa Sede durante la era de la Segunda Guerra Mundial, Pío XII. Pius, que nació bajo el nombre de Eugenio Pacelli, ha recibido muchas críticas por su fracaso rutinario en condenar al régimen nazi y sus atrocidades en todos los sentidos, excepto en los más indirectos, y el hecho de que nunca explicó realmente esta decisión. Esto ha hecho que muchos piensen que él era un simpatizante nazi apenas oculto. En el otro lado están los defensores de su legado, que dicen que Pío simplemente eligió una resistencia silenciosa alentando a las iglesias y monasterios locales a albergar a refugiados judíos, lo que cambiaría su mutismo sospechoso de un acto de aprobación silenciosa a un movimiento estratégico para evitar atraer atención negativa de Hitler y sus cohortes. Independientemente de la verdad, su silencio no le hizo ningún favor a su reputación, hasta el punto de que una controvertida biografía de 1999 del autor John Cromwell lo llamó el Papa de Hitler en su mismo título.
El 2 de marzo de 2020, el Vaticano abrió sus archivos de la época y se permitió el acceso a los primeros 60 investigadores (incluidos los eruditos judíos influyentes). Con suerte, su investigación proporcionará respuestas concluyentes a la postura de Pío XII con respecto a Hitler. ¿Descubrirán pruebas sólidas de que en verdad fue un “Papa de Hitler”? ¿O seguirán los descubrimientos la ruta propuesta por la profesora Mary Vincent de la Universidad de Sheffield, quien dice que Pius era simplemente un “hombre cuidadoso, austero y bastante desagradable, que intentaba tomar un camino a través de circunstancias casi imposibles”? Parece que el Vaticano, al menos, confía en que la historia reivindicará a Pío. Después de todo, el Papa Francisco permitió a los investigadores acceder a los archivos, y su predecesor, Benedicto XVI, incluso declaró que Pío XII “vivió una vida de virtud cristiana ‘heroica'”.
Pero, de acuerdo al historiador alemán Hubert Wolf, que también es sacerdote, y un equipo de académicos que se reunió para estudiar los archivos recientemente abiertos, el líder de la Iglesia Católica Romana durante la Segunda Guerra Mundial, se enteró del asesinato en masa de judíos al comienzo de la guerra, pero mantuvo la información en secreto en el Vaticano. Wolf confirmó el 16 de mayo que los académicos encontraron nuevas pruebas de que el Papa engañó al gobierno de los Estados Unidos sobre el asesinato sistemático de judíos en Polonia y Ucrania.
El historiador citó un memorando interno del Vaticano previamente desconocido escrito a fines de septiembre de 1942 por Angelo Dell’Acqua, un colaborador cercano del Secretario de Estado del Vaticano. Se burló de los informes secretos de testigos presenciales de atrocidades generalizadas contra judíos en Polonia y Ucrania.
En un correo electrónico de Wolf denunció que el memorando de Dell’Acqua podría haber ayudado a convencer al Papa de que ocultara la información al gobierno estadounidense sobre el asesinato en masa de judíos.
“En el reporte recién descubierto, Dell’Acqua cuestionó la credibilidad de judíos y católicos orientales (de Europa del Este) por igual al recurrir a estereotipos antisemitas bien conocidos. Atestiguó que los judíos tenían una inclinación por la exageración y los católicos orientales una falta de sinceridad “.
El memorando fue escrito mientras los altos funcionarios de la iglesia discutían cómo responder a un informe secreto que había sido recibido en Suiza por la Agencia Judía para Palestina y transmitido a los funcionarios del gobierno estadounidense. El informe enviado al Vaticano el 27 de septiembre de 1942 detallaba el asesinato en masa de 100.000 judíos del gueto de Varsovia y otros 50.000 que fueron asesinados en Lviv en Ucrania.
Los funcionarios del Vaticano guardaron silencio sobre los informes del arzobispo ucraniano Andrey Sheptytsky sobre las masacres “diabólicas” de judíos en agosto de 1942. Según los eruditos alemanes, un mes antes de que el Vaticano recibiera el informe de los estadounidenses, el arzobispo ucraniano de Lviv describió cómo los alemanes habían masacrado a 200.000 judíos en su país.
A mediados de septiembre de 1942, los investigadores alemanes informaron cómo un empresario italiano, el Conde Malvezzi, le había contado a un alto funcionario de la iglesia sobre la “increíble carnicería” de judíos en Varsovia. Los funcionarios de la iglesia retuvieron ambos informes del gobierno estadounidense.
La falta de preocupación de los clérigos católicos en ese momento no sorprende a Jelena Subotic, profesora de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Georgia y estudiosa del Holocausto. Los registros del Vaticano subrayan el hecho de que el asesinato de un gran número de judíos no fue una prioridad durante la guerra, sostuvo Subotic.
“Para muchos protagonistas durante la Segunda Guerra Mundial, el asesinato de judíos europeos no fue tan importante. Hubo indiferencia a gran escala por el sufrimiento de los judíos debido a una variedad de factores. Obviamente, el antisemitismo es un factor enorme, pero también la comprensión de que los judíos de alguna manera son diferentes, no son realmente ciudadanos, son parte de la nación en Europa.
“Así que las atrocidades cometidas contra los judíos no constituían un núcleo central de lo que trataba la guerra o un núcleo central de lo que se pensaba entonces que eran crímenes contra la humanidad”.
No obstante, el representante personal del presidente Franklin Roosevelt en el Vaticano, Myron Taylor, presionó al Papa para que se pronunciara contra las atrocidades de Hitler y los nazis. Durante toda la guerra, el Papa guardó silencio.
La misión de Taylor y la falta de voluntad del Papa para hablar se describieron en un documental titulado “Holy Silence”. Si bien el director de la película, Steven Pressman, calificó el trabajo de los investigadores alemanes como un hallazgo “significativo” y “muy revelador”, dijo que cree que el historial contra el Papa ya está claro.
“Con lo que estamos tratando es con un Papa que no denunció a los nazis. Se mostró escéptico a la hora de adoptar una postura firme en contra de lo que los nazis les estaban haciendo a los judíos en Europa. Se negó a apoyar a los aliados, y creo que ese mensaje, en términos de cómo respondió el Papa Pío XII a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto, no va a cambiar significativamente”.
El acceso a los millones de documentos del archivo vaticano del Papa Pío XII fue la culminación de una larga y encarnizada lucha por hacer público el registro de la iglesia durante los años de la guerra.
Las discusiones formales entre católicos y judíos sobre la apertura del archivo, que se suponía que permanecería sellado hasta 2028, fueron en gran parte infructuosas hasta que el Papa Francisco intervino para hacer públicos los registros.
Los archivos se abrieron el 2 de marzo, pero se cerraron después de solo una semana debido a la propagación del coronavirus en Italia.
Aún así, las dramáticas revelaciones después de solo un breve vistazo llevan a expertos como Wolf en Alemania a decir que los archivos finalmente y con certeza proporcionarán una ventana extraordinaria a los secretos del Vaticano.
“Finalmente, podemos intentar responder a todas las preguntas abiertas sobre el Papa Pío XII hacia el Holocausto basándonos en las fuentes. El tiempo de la apologética y la polémica debería haber terminado por fin “.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 6, 2020