En el antiguo Egipto existía un deber sagrado: velar por la buena salud del faraón.
Si el faraón sentía que había comido demasiado o tenía problemas intestinales, sólo tenía que llamar a su guardián anal.
El “proctólogo” se encargaba de problemas como las hemorroides, pero otra de sus funciones era vaciar los intestinos del faraón cuando había ingerido tanta comida que le dificultaba la digestión.
El guardián del sagrado ano insertaba una cánula y soplaba agua caliente para abrirle el recto.
Y no sólo los faraones utilizaban esta técnica, también lo hacían otros antiguos egipcios de menor rango, sino que en lugar de una cánula se utilizaban varillas o cañas a través de las cuales se bombeaba agua hasta los intestinos del paciente.
Con otras tecnicas, los politicos de nuestros días siguen velando por los anos de sus faraones…
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En el antiguo Egipto existía un deber sagrado: velar por la buena salud del faraón.
Si el faraón sentía que había comido demasiado o tenía problemas intestinales, sólo tenía que llamar a su guardián anal.
El “proctólogo” se encargaba de problemas como las hemorroides, pero otra de sus funciones era vaciar los intestinos del faraón cuando había ingerido tanta comida que le dificultaba la digestión.
El guardián del sagrado ano insertaba una cánula y soplaba agua caliente para abrirle el recto.
Y no sólo los faraones utilizaban esta técnica, también lo hacían otros antiguos egipcios de menor rango, sino que en lugar de una cánula se utilizaban varillas o cañas a través de las cuales se bombeaba agua hasta los intestinos del paciente.
Con otras tecnicas, los politicos de nuestros días siguen velando por los anos de sus faraones…
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 10, 2024