El Señor Jesús murió por nuestros pecados por reconciliarnos con el Padre (Ro. 5.1). Jesús fue la víctima propiciatoria que mantuvo sus valores divinos engendrados por el Padre, hasta su último minuto terreno. Ponderando el alborozo de la Gracia, que conduce a la Paz que niega toda plaga de Resentimiento.
El dio el ejemplo a seguir, y la tarea, que para los hombres es a cada paso un pretexto de fallo a la reconciliación y la misericordia, por ausencia de piedad. Es un deber a conquistar con humildad, entrega y aceptación, primero de nuestras propias falencias y pecados, honestamente. Y puestos en presencia del ABBA. Pidiendo a gritos la posibilidad de execrar de nuestros corazones, esa maldición del inmundo, que no nos deja vivir y daña al prójimo.
PARABOLA DE LOS DOS DEUDORES
Se ve claramente, la mayor o menor dureza de corazón, la imposibilidad que turba el resentimiento el acto de generosidad traslativo en el perdón de la deuda. No obstante recibir de Dios.
El ser humano, deriva en mares de incontinencia de ingratitud, primero contra si mismo y luego muchas veces en forma inexplicablemente hacia los que lo rodean, y lo que es más grave, volcando su resentimiento en sus seres queridos.
A veces lo más incomprensible de los actos humanos, lo menos visible a la luz de las actitudes externas, son producto de raíces amargar, frustraciones, envidias, celos, ambiciones desmedidas, incompatibilidad social y fundamentalmente, falta de humildad y aceptación de los demás y de las circunstancias. Sin recurrir en debida forma a Dios.
CONSECUENCIAS DE NO PERDONAR
Como ya expresáramos anteriormente, PERDONAR, ES ALIVIAR LA MOCHILA DE CARGA INUTIL – pero se tarda y a veces no se logra nunca y muchas veces es el resentimiento y la cobardía de enfrentar la realidad y las frustraciones o la cosmovisión de la vida en el marco en que La Palabra de Dios nos la enseña, la que nos produce daños interno y muchísimo daños a la sociedad o a personas. Muchas veces seres supuestamente los más queridos y más próximos. Recordemos el aserto popular: “Perdonar es Divino”.
PERDON – Metafísicamente es ACTO Y POTENCIA – es una de las esencias paradigmáticas especiales de Dios. EL PERDONA – EL PERDONO a través de JESÚS EN LA CRUZ. ¿Nos hemos puesto a pensar, quiénes somos nosotros para asumirnos roles dionisíacos y negar el PERDON …o PEDIR EL PERDON…? – Que tema no ¡!
Todos tenemos intrínsecamente en POTENCIA, la capacidad de perdonar, pues en nuestra alma y en nuestro inconsciente, siempre hay una gota, pero falta el estímulo, la posibilidad y praxis, y pasamos al ACTO. ES POSIBLE. Puede costar mucho tiempo, somos imperfectos, pero también como hijos de Dios; perfectibles.
Dios nos dio, Razonamiento y también Sentimientos, son dos medios o vías de alcanzar el PERDON, para dar o para recibir y quitarnos la terrible carga del RESENTIMIENTO-AMEN.
* CARLOS DEL SEÑOR HIDALGO GARZÓN, tiene 77 años de edad, es Mayor (RO) del Ejército Argentino. Sirvió en la Infantería, fue Comando, Paracaidista, y Oficial de Inteligencia Estratégica. Es veterano de la Guerra de Malvinas, donde fue herido en combate, por lo que lo pasaron a retiro obligatorio, por Inútil de todo Servicio. Es Doctor en ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, criminólogo, Catedrático Universitario y fue Subsecretario de Culto de la Cancillería Argentina Ha sido condecorado con la Medalla al Valor en Combate, Medalla La Nación Argentina al Herido en Combate, Distinción de Campaña Malvinas y Distinción Universitaria. Ha sido condenado por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad.
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El Señor Jesús murió por nuestros pecados por reconciliarnos con el Padre (Ro. 5.1). Jesús fue la víctima propiciatoria que mantuvo sus valores divinos engendrados por el Padre, hasta su último minuto terreno. Ponderando el alborozo de la Gracia, que conduce a la Paz que niega toda plaga de Resentimiento.
El dio el ejemplo a seguir, y la tarea, que para los hombres es a cada paso un pretexto de fallo a la reconciliación y la misericordia, por ausencia de piedad. Es un deber a conquistar con humildad, entrega y aceptación, primero de nuestras propias falencias y pecados, honestamente. Y puestos
en presencia del ABBA. Pidiendo a gritos la posibilidad de execrar de nuestros corazones, esa maldición del inmundo, que no nos deja vivir y daña al prójimo.
PARABOLA DE LOS DOS DEUDORES
Se ve claramente, la mayor o menor dureza de corazón, la imposibilidad que turba el resentimiento el acto de generosidad traslativo en el perdón de la deuda. No obstante recibir de Dios.
El ser humano, deriva en mares de incontinencia de ingratitud, primero contra si mismo y luego muchas veces en forma inexplicablemente hacia los que lo rodean, y lo que es más grave, volcando su resentimiento en sus seres queridos.
A veces lo más incomprensible de los actos humanos, lo menos visible a la luz de las actitudes externas, son producto de raíces amargar, frustraciones, envidias, celos, ambiciones desmedidas, incompatibilidad social y fundamentalmente, falta de humildad y aceptación de los demás y de las circunstancias. Sin recurrir en debida forma a Dios.
CONSECUENCIAS DE NO PERDONAR
Como ya expresáramos anteriormente, PERDONAR, ES ALIVIAR LA MOCHILA DE CARGA INUTIL – pero se tarda y a veces no se logra nunca y muchas veces es el resentimiento y la cobardía de enfrentar la realidad y las frustraciones o la cosmovisión de la vida en el marco en que La Palabra de Dios nos la enseña, la que nos produce daños interno y muchísimo daños a la sociedad o a personas. Muchas veces seres supuestamente los más queridos y más próximos. Recordemos el aserto popular: “Perdonar es Divino”.
PERDON – Metafísicamente es ACTO Y POTENCIA – es una de las esencias paradigmáticas especiales de Dios. EL PERDONA – EL PERDONO a través de JESÚS EN LA CRUZ. ¿Nos hemos puesto a pensar, quiénes somos nosotros para asumirnos roles dionisíacos y negar el PERDON …o PEDIR EL PERDON…? – Que tema no ¡!
Todos tenemos intrínsecamente en POTENCIA, la capacidad de perdonar, pues en nuestra alma y en nuestro inconsciente, siempre hay una gota, pero falta el estímulo, la posibilidad y praxis, y pasamos al ACTO. ES POSIBLE. Puede costar mucho tiempo, somos imperfectos, pero también como hijos de Dios; perfectibles.
Dios nos dio, Razonamiento y también Sentimientos, son dos medios o vías de alcanzar el PERDON, para dar o para recibir y quitarnos la terrible carga del RESENTIMIENTO-AMEN.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 24, 2022