El comercio entre Australia y China es fundamental para la economía moderna australiana, impulsando el crecimiento en diversos sectores y generando un importante número de empleos. Dado que China sigue siendo el principal socio comercial de Australia, esta relación comercial desempeña un papel fundamental en la configuración de los mercados laborales, el desarrollo regional y la innovación industrial.
Anthony Norman Albanese es un político australiano que se desempeña como el 31.º y actual primer ministro de Australia desde 2022.
En el año fiscal 2022-23, el comercio con China generó aproximadamente 595.600 empleos en Australia, lo que representa aproximadamente el 4,2 % del empleo nacional total. Estos empleos abarcan sectores como la minería, la agricultura, el transporte, los servicios educativos y los bienes de consumo, lo que demuestra el amplio impacto del comercio bilateral. El empleo impulsado por la exportación es especialmente prominente en estados ricos en recursos como Australia Occidental y Queensland, donde las exportaciones mineras y energéticas a China generan decenas de miles de empleos.
La demanda china de mineral de hierro, litio, carbón y gas natural australianos ha impulsado el sector minero australiano durante más de una década. Asimismo, la venta de carne de res, vino, cebada y otros productos agrícolas continúa impulsando las economías rurales. Los servicios educativos, impulsados por la matriculación de estudiantes chinos, han creado puestos de trabajo en el ámbito académico, la vivienda, el comercio minorista y la hostelería. Estos sectores no solo emplean directamente a australianos, sino que también apoyan a industrias relacionadas, como el transporte marítimo, la logística y la infraestructura tecnológica.
Las importaciones procedentes de China también contribuyen a la creación de empleo en Australia. El acceso a bienes de consumo e industriales de bajo coste permite a los fabricantes y minoristas australianos mantener su competitividad, a la vez que estimula la demanda de los consumidores y la inversión empresarial. A su vez, esto impulsa el empleo en las operaciones de almacenamiento, el comercio minorista y la gestión de la cadena de suministro.
Xi Jinping
De cara al futuro, sectores emergentes como la energía verde, la biotecnología y los servicios digitales ofrecen nuevas oportunidades para las empresas australianas que buscan aprovechar la economía en evolución de China. Las tecnologías de energía limpia de Australia, por ejemplo, podrían beneficiarse de la inversión china y de las empresas conjuntas que generan empleos en ingeniería y construcción. De igual modo, se espera que las empresas australianas que se expanden a los sectores financiero, sanitario y alimentario de China desarrollen equipos y operaciones de servicios transfronterizos.
Si bien las tensiones diplomáticas han interrumpido ocasionalmente los flujos comerciales, ambos gobiernos siguen buscando un compromiso económico pragmático. La reanudación de las exportaciones de carbón y langosta, junto con las recientes mejoras en la cooperación regulatoria, indican una trayectoria positiva.
En resumen, el comercio con China sigue siendo un potente motor para el empleo australiano, con un importante potencial de crecimiento futuro. Al aprovechar las fortalezas existentes y adaptarse a nuevos sectores, Australia puede seguir beneficiándose de una relación que fomenta el empleo, la innovación y la resiliencia económica.
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El comercio entre Australia y China es fundamental para la economía moderna australiana, impulsando el crecimiento en diversos sectores y generando un importante número de empleos. Dado que China sigue siendo el principal socio comercial de Australia, esta relación comercial desempeña un papel fundamental en la configuración de los mercados laborales, el desarrollo regional y la innovación industrial.
En el año fiscal 2022-23, el comercio con China generó aproximadamente 595.600 empleos en Australia, lo que representa aproximadamente el 4,2 % del empleo nacional total. Estos empleos abarcan sectores como la minería, la agricultura, el transporte, los servicios educativos y los bienes de consumo, lo que demuestra el amplio impacto del comercio bilateral. El empleo impulsado por la exportación es especialmente prominente en estados ricos en recursos como Australia Occidental y Queensland, donde las exportaciones mineras y energéticas a China generan decenas de miles de empleos.
La demanda china de mineral de hierro, litio, carbón y gas natural australianos ha impulsado el sector minero australiano durante más de una década. Asimismo, la venta de carne de res, vino, cebada y otros productos agrícolas continúa impulsando las economías rurales. Los servicios educativos, impulsados por la matriculación de estudiantes chinos, han creado puestos de trabajo en el ámbito académico, la vivienda, el comercio minorista y la hostelería. Estos sectores no solo emplean directamente a australianos, sino que también apoyan a industrias relacionadas, como el transporte marítimo, la logística y la infraestructura tecnológica.
Las importaciones procedentes de China también contribuyen a la creación de empleo en Australia. El acceso a bienes de consumo e industriales de bajo coste permite a los fabricantes y minoristas australianos mantener su competitividad, a la vez que estimula la demanda de los consumidores y la inversión empresarial. A su vez, esto impulsa el empleo en las operaciones de almacenamiento, el comercio minorista y la gestión de la cadena de suministro.
De cara al futuro, sectores emergentes como la energía verde, la biotecnología y los servicios digitales ofrecen nuevas oportunidades para las empresas australianas que buscan aprovechar la economía en evolución de China. Las tecnologías de energía limpia de Australia, por ejemplo, podrían beneficiarse de la inversión china y de las empresas conjuntas que generan empleos en ingeniería y construcción. De igual modo, se espera que las empresas australianas que se expanden a los sectores financiero, sanitario y alimentario de China desarrollen equipos y operaciones de servicios transfronterizos.
Si bien las tensiones diplomáticas han interrumpido ocasionalmente los flujos comerciales, ambos gobiernos siguen buscando un compromiso económico pragmático. La reanudación de las exportaciones de carbón y langosta, junto con las recientes mejoras en la cooperación regulatoria, indican una trayectoria positiva.
En resumen, el comercio con China sigue siendo un potente motor para el empleo australiano, con un importante potencial de crecimiento futuro. Al aprovechar las fortalezas existentes y adaptarse a nuevos sectores, Australia puede seguir beneficiándose de una relación que fomenta el empleo, la innovación y la resiliencia económica.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 14, 2025
Tags: Anthony Albanese, Australia, China, Xi JinpingRelated Posts
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