Estudiantes y personal del Instituto Nacional de Música de Afganistán (ANIM) se enfrentan ahora a una ecrucijada y un gran peligro, después de que los talibanes dijeron que prohibirían la música tras la toma del país. Las puertas de la célebre escuela están cerradas y sus pasillos se han quedado en silencio.
“Todos los estudiantes están temerosos y preocupados. Entienden claramente que si regresan a la escuela, podrían enfrentar consecuencias o ser castigados por lo que han estado haciendo”, dijo el fundador y director de la escuela, el Dr. Ahmad Sarmast.
Dijo que algunos estudiantes habían devuelto sus instrumentos a la escuela cuando los talibanes llegaron a la ciudad. Esto se consideró más seguro que mantenerlos en casa, donde los combatientes del grupo islamista podrían encontrarlos.
La escuela de la capital, Kabul, ha prosperado bajo el liderazgo del Dr. Sarmast durante más de una década, y ha sido elogiado por llevar la música a sus aulas después del estricto régimen talibán entre 1996 y 2001.
ANIM fue un pionero: a los niños y las niñas se les enseñó en la misma sala, una rareza en Afganistán, y practicaron música clásica afgana y occidental. Se alentó a que asistieran los huérfanos y los niños de la calle, y muchos graduados fueron los primeros en su familia en recibir una educación formal.
La escuela también fue el hogar de Zohra, la primera orquesta totalmente femenina de Afganistán, que actuó ante un gran público tanto a nivel nacional como internacional.
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Estudiantes y personal del Instituto Nacional de Música de Afganistán (ANIM) se enfrentan ahora a una ecrucijada y un gran peligro, después de que los talibanes dijeron que prohibirían la música tras la toma del país. Las puertas de la célebre escuela están cerradas y sus pasillos se han quedado en silencio.
“Todos los estudiantes están temerosos y preocupados. Entienden claramente que si regresan a la escuela, podrían enfrentar consecuencias o ser castigados por lo que han estado haciendo”, dijo el fundador y director de la escuela, el Dr. Ahmad Sarmast.
Dijo que algunos estudiantes habían devuelto sus instrumentos a la escuela cuando los talibanes llegaron a la ciudad. Esto se consideró más seguro que mantenerlos en casa, donde los combatientes del grupo islamista podrían encontrarlos.
La escuela de la capital, Kabul, ha prosperado bajo el liderazgo del Dr. Sarmast durante más de una década, y ha sido elogiado por llevar la música a sus aulas después del estricto régimen talibán entre 1996 y 2001.
ANIM fue un pionero: a los niños y las niñas se les enseñó en la misma sala, una rareza en Afganistán, y practicaron música clásica afgana y occidental. Se alentó a que asistieran los huérfanos y los niños de la calle, y muchos graduados fueron los primeros en su familia en recibir una educación formal.
La escuela también fue el hogar de Zohra, la primera orquesta totalmente femenina de Afganistán, que actuó ante un gran público tanto a nivel nacional como internacional.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 29, 2021