EN LESA: PRIMERO EL JUICIO DESPUES LA VIDA. (Con video de 5 minutos)

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  Por Dr. Gonzalo Miño.

 

A la sociedad no le importa, los organismos de derechos humanos festejan y la gran mayoria de sus camaradas nada hacen bajo el espurio “estoy en zona de riesgo”.

Sabido es que a la mayoría de los Tribunales del país les importa un rábano la vida y la salud de los detenidos en las denominadas causas de lesa humanidad, al punto de suspirar aliviados cuando uno de ellos se muere, pues les evita el incordio de tener que renegar con la atención de la salud de los adultos mayores en una cárcel.

 En efecto, los jueces privilegian el desarrollo de los juicios por sobre la vida de “los viejos”. Han hecho carne aquella famosa máxima del espectáculo “the show must go on”, lo que traducido significa “el show debe continuar”.

Recordemos aquella bizarra imagen de Luis Patti asistiendo en camilla y con sonda al comienzo de su primer juicio oral, allá por fines de setiembre de 2010, por ante el Tribunal Oral 1 de San Martin; cuando a pesar de estar atravesando un delicado estado de salud, fue trasladado en ambulancia desde el Instituto Fleni y colocado en una camilla hospitalaria a los pies del escenario donde se montó el estrado judicial, para escuchar las dos horas de acusación fiscal. Mientras ello ocurría las Abuelas de Plaza de Mayo organizaban una radio abierta para “festejar el comienzo del juicio contra Patti”.

  Tampoco podemos olvidar la dudosa muerte de Jorge Videla en mayo de 2013. El ex general de 87 años de edad había sufrido una caída mientras se duchaba en el Complejo Penitenciario de Marcos Paz donde estaba detenido. Acusaba fuertes dolores en su cuerpo y a pesar de ello fue llevado por ante el Tribunal Oral 1 de la ciudad de Buenos Aires, donde los videos de esa audiencia lo muestran caminando con dificultad y mucho dolor. El informe oficial aduce un simple “sin pulso ni reacción pupilar” aunque tiempo después la autopsia revelara: “múltiples fracturas y hemorragia interna”. Días antes había sido asistidito por el Área Médica del  Complejo Penitenciario de Marcos Paz el cual diagnosticó que no se encontraron problemas y que los estudios habían salido bien. A pesar de ello y de una patología cardíaca de base, nunca le fue otorgada la prisión domiciliaria. Nuevamente los organismos de derechos humanos festejaron que Videla haya muerto sentado en el inodoro.

A pesar de estos aberrantes hechos, que tomaron estado público, nadie se inmutó. Ni la sociedad ni la mayoría de sus propios camaradas. Y trascurrido ya casi  entre 10 a 15 años de estos aberrantes sucesos, nada ha cambiado. Todo sigue igual. Como dice el tango Cambalache “Dale no más, dale que va….”.

Hace pocos días, se vivió una situación digna de un exquisito vodevil por ante el Tribunal Oral 1 de Rosario. En la audiencia de debate debían declarar dos imputados (ambos detenidos en la Unidad Penitenciaria de Campo de Mayo) por una ampliación de acusaciones efectuadas por las Querellas y el Ministerio Publico Fiscal. Uno logró hacerlo, a pesar de tener ese mismo día, en horas de la mañana, un turno para una tomografía y una punción por un apremiante cuadro oncológico (el juez de ejecución le revocó la domiciliaria argumento que en la cárcel tendría la atención medica necesaria). Finalizada su breve exposición, intentó exponer sobre el turno al que tenía que asistir siendo interrumpido por la Presidenta del Tribunal, quien le manifestó que eso debía hacerlo en “otro marco” y que “hablara con la gente del Servicio Penitenciario para que lo lleven”, solo gracias a la intervención de la defensa se consiguió la urgente orden el traslado, como era previsible llegó tarde al estudio oncológico y perdió el turno. El otro imputado si logró a asistir al turno médico. Cuando ello fue puesto en conocimiento del Tribunal, su Presidenta ordenó el inmediato regreso de la comitiva a Campo de Mayo para establecer la conexión. Tras un largo cuarto intermedio, se informó la imposibilidad de ello dado que ya se encontraban en el Hospital Churruca, a lo cual ordenó que se le acerque un celular para hacer la audiencia por video llamada, que el juicio debía avanzar y no se podía perder más tiempo. Tras otro largo cuarto intermedio, se logró la comunicación a través del celular de uno de los guardias penitenciarios. La comunicación era defectuosa y casi no se escuchaba. El Tribunal intentaba seguir con la audiencia “contra viento y marea” y a pesar de mover el celular para arriba, para abajo y para el costado no se conseguía una buena conexión. Cuando más o menos se pudo establecer una buena conexión, se comenzó a escuchar una fuerte discusión de fondo, era la médica que pretendía que el imputado entrara a la atención, lo que fue informado por el guardia penitenciario. Ante ello la Presidenta del Tribunal espetó: “no… no… no… que la médica espere…. dígale… primero tiene que declarar…que espere….”, tan dantesca era la situación que hasta el propio Fiscal pidió suspender el acto procesal para no afectar los derechos del imputado. De ninguna manera fue la respuesta y cuando intentó continuar con la comunicación, la misma se cortó. El celular había agotado su batería se informó después. Varios horas más tarde, se concretó la indagatoria, cuando el imputado había regresado al Penal de Campo de Mayo, luego de efectivizar la atención médica.    

Por supuesto, no hay registro oficial de todo ello, pues la trasmisión oficial, a cargo del Consejo de la Magistratura de la Nación no pone al aire estas cosas y en su lugar pone el cartel de “cuarto intermedio”.

Ello no es nada. Hace pocas semanas atrás, el Tribunal Oral Federal 2 de La Plata denegó la detención domiciliaria a un militar, a quien los informes médicos le requirieron el uso del sistema CPAP por presentar una patología de apnea de sueño. Esos mismos informes médicos daban cuenta de la necesidad  de contar con asistencia para su uso y que quien lo asista debía ser capacitado para ello. Sin embargo, el Magistrado interviniente entendió que el sistema CPAC podía ser usado por el militar en la Unidad Penitenciara de Campo de Mayo. Hoy el retirado es el único preso del mundo en usar un equipo CPAC en una cárcel

De seguro estas situaciones se reiteran a lo largo del país y de los diferentes Tribunales. Los viejos de lesa presos en una Unidad de Detención están librados a su suerte en la atención de la salud. Primero el juicio, la realización y la segura condena, después la atención de la salud, cuando se pueda obvio.

Lo triste es que a la sociedad no le importa, menos a la clase política y ni hablar de la prensa; los organismos de derechos humanos festejan y se regodean con estos hechos; mientras la gran mayoría de sus camaradas nada hacen, escudándose en la ya irritante frase: “estoy en zona de riesgo” a la par que claman a los Dioses para que algún político opositor llegue al poder y pelee por lo que ellos mismos no pelean; mientras la arbitrariedad sigue su paso firme.

La pregunta es: “Darán estos políticos la cara por un tema tan urticante para ellos y que solo es blandido épicamente por un reducido grupos de retirados y algunos civiles?”.  

 

 

GONZALO PABLO MIÑO es abogado (recibido UNR) Mediador (Colegio de Abogados de Rosario) Vocal Titular del Directorio del Colegio de Abogados de Rosario (Año 2007. 2009) Docente Adscripto a la Cátedra de Derecho Procesal Penal. Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Rosario. Año 1997.2016 Docente de la materia. Derecho Procesal Penal. Centro de Instrucción en Destino. Unidad Regional. Policía de la Provincia de Santa Fé. Año 1999. Docente de las Materias. Derecho Procesal Penal y Derecho Penal II. Facultad de Derecho, Universidad Abierta Interamericana, Rosario. Año 2001.2002. El Doctor Miño es Presidente de la Unión de Promociones. Delegación Rosario.

 


PrisioneroEnArgentina.com
Junio 5, 2023


 

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