En las primeras horas del jueves 3 del corriente, a la edad de 76 años, falleció luego de varios días de internación, el Comisario Inspector (R) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (R) HUGO GABUTTI. Lo hizo en paz y acompañado por su esposa, hijas y familiares más cercanos. Hombre de pocas palabras, era un verdadero caballero en todos los sentidos. Durante años y mientras la salud se lo permitió, semanalmente se hizo presente en las Prisiones Federales de Marcos Paz y Ezeiza, visitando a sus camaradas presos, por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Entre miles de miembros de la Institución, fue parte de un excepcional grupo que no llegaba a la decena, los que, sin estridencias ni fanfarrias, nunca abandonaron a los caídos, conocidos o no y que siempre dijeron presente llevando palabras de alientos a quienes a como diera lugar habíamos perdido la libertad. Lamentablemente, recién ahora, ya fallecido podemos resaltar públicamente sus virtudes como ser humano y sus acciones solidarias para con los prisioneros. Antes, el riesgo cierto de que sufriera represalias de parte de aquellos que, radicalizados, dicen luchar por “la memoria, la verdad y la justicia”. O que los miembros del poder judicial vilmente lo involucraran en alguna causa penal, nos obligaba a guardar silencio. A su familia y a él, nuestro tributo por ser como fue, seguramente el tiempo hará que nos volvamos a encontrar.
Como una madre espartana, con la elocuencia de la serenidad de lo sobrio, esta digna señora y madre del héroe, no mete andrajos de pusilanimidad, mas bien en su prosa sobria pero de profundo carácter y convicciones. Revela una vez mas la calidad de la esencia materna, las de las madres que paren para que sus hijos sean de la Patria y no de mezquinos fabuladores de Paz, sin Honor y sin Justicia . Uno lo es a lo otro. Elevo una plegaria a la Virgen, por esta madre que cumplió el calvario de toda madre que da la vida para que no se la lleve la muerte, esa muerte sin vida, sin esencia ni contenido. Su hijo fue un “bien parido” y Dios si se lo arrebató en el buen combate , quizás asombre su presencia en las legiones del Cielo de los Justos.
Mis bendiciones SEÑORA. Carlos (VGM)
Gastón Puliaffitto
7 years ago
Cuanta sabiduria esta mujer. Alguien que si aprendió de la vida.
Esta señora es una verdadera señora.
Basurearon a su hijo como quisieron, pero no pueden tirar abajo la verdadera historia,
Un gran saludo a esta dama.
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LA MUERTE NO EXISTE
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Diciembre 6, 2020
Una gran mujer
Sentidopesame
Como una madre espartana, con la elocuencia de la serenidad de lo sobrio, esta digna señora y madre del héroe, no mete andrajos de pusilanimidad, mas bien en su prosa sobria pero de profundo carácter y convicciones. Revela una vez mas la calidad de la esencia materna, las de las madres que paren para que sus hijos sean de la Patria y no de mezquinos fabuladores de Paz, sin Honor y sin Justicia . Uno lo es a lo otro. Elevo una plegaria a la Virgen, por esta madre que cumplió el calvario de toda madre que da la vida para que no se la lleve la muerte, esa muerte sin vida, sin esencia ni contenido. Su hijo fue un “bien parido” y Dios si se lo arrebató en el buen combate , quizás asombre su presencia en las legiones del Cielo de los Justos.
Mis bendiciones SEÑORA. Carlos (VGM)
Cuanta sabiduria esta mujer. Alguien que si aprendió de la vida.
Una gran dama. Todo su dolor no ha sido en vano porque un heroe estara para siempre en nuestros pensamientos.
Un saludo afectuoso a una verdadera señora
Fueron SOLDADOS, nada más…..ni nada menos.
Que impresionante experiencia el respeto digno de quien fuera enemigo. Una verdadera madre y señora.
Una agridulce mezcla de sensaciones. Ejemplo de mujer.
Esta señora es una verdadera señora.
Basurearon a su hijo como quisieron, pero no pueden tirar abajo la verdadera historia,
Un gran saludo a esta dama.
Una gran mujer.
Bella Señora.
Un saludo enorme a la madre de un héroe y una gran dama
Un fuerte abrazo Doña María Delicia.
Nuestro cálido abrazo a una gran madre, que supo engendras un gran héroe, respetado por otros que también lo son. Con gran afecto CLAUDIO KUSSMAN