Si no fuera que estamos en el lóbrego y trágico mundo paralelo de los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, estas líneas quizás servirían como libreto para un sketch de la serie “Costa Pobre” que años atrás protagonizara en la TV argentina, el cómico ALBERTO OLMEDO (f). Todo comenzó a fines del mes de julio del año 2017. Por entonces yo cumplía arresto domiciliario y en la Provincia de Buenos Aires gobernaba MARIA EUGENIA VIDAL (2015-2019), quien en el mes de mayo de ese mismo año vilmente había promulgado por ley que en los actos públicos se debía expresar obligatoriamente la falacia de los 30.000 detenidos desaparecidos, durante el terrorismo de estado de 1976.
Además, públicamente despotricaba contra “su” policía a pesar de que para esa altura del año ONCE de sus efectivos habían sido asesinados por la delincuencia que asolaba las calles bonaerenses gracias a sus equivocadas políticas de seguridad. Actualmente diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, recordemos que en julio del 2000 había tenido un importante desempeño como asesora de su compinche, interventor del PAMI, HORACIO RODRIGUEZ LARRETA. En esa época le habían exigido un millonario “retorno” (coima) al buen samaritano e internacionalmente reconocido cardiocirujano RENÉ FAVALORO, que agravó la situación económica de su fundación, a raíz de lo cual terminó suicidándose. A ello se sumaba el comportamiento cobarde de los miembros de todas las instituciones de uniformados, para con nosotros, y entonces sentí rechazo y vergüenza del uniforme que alguna vez había llevado con orgullo, y del grado jerárquico de figuración en el recibo bancario mensual con el pago de mi retiro. Esto me llevó a enviar 2 cartas, una a la gobernadora y otra al jefe de la Policía a la que pertenecí durante 3 décadas, explicando claramente mis motivos y solicitando MI DESTITUCIÓN VOLUNTARIA. Pasaron, los días, los meses y los años, yo sobreviví, hasta que el día 12 del corriente me llamaron de la Comisaria local (Pinamar) para notificarme de una resolución referente a mi muy antigua solicitud. Increíblemente en un expediente con decenas de folios, no hacían lugar a la misma, agregando que “DEBÍA FORMULAR MI PETICIÓN EN FORMA CLARA Y PRECISA”. Ante tan “sesuda” resolución de tantos funcionarios de diferentes rangos, en la que no entendieron mi repudio tardando SIETE AÑOS Y UN MES, ¿no es lógico que me pregunte si estos serán siempre los burocráticos tiempos gubernamentales? De ser así Argentina no tiene salida, y en consecuencia les digo: “VÁYANSE AL CARAJO”
“Tengo el orgullo de lucir este uniforme de preso con ustedes, porque prefiero morir en una cárcel podrido y no estar perfumado y bien vestido con el cartel de traidor a la Patria y al Ejército”
◘
Por Claudio Kussman.
Si no fuera que estamos en el lóbrego y trágico mundo paralelo de los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, estas líneas quizás servirían como libreto para un sketch de la serie “Costa Pobre” que años atrás protagonizara en la TV argentina, el cómico ALBERTO OLMEDO (f). Todo comenzó a fines del mes de julio del año 2017. Por entonces yo cumplía arresto domiciliario y en la Provincia de Buenos Aires gobernaba MARIA EUGENIA VIDAL (2015-2019), quien en el mes de mayo de ese mismo año vilmente había promulgado por ley que en los actos públicos se debía expresar obligatoriamente la falacia de los 30.000 detenidos desaparecidos, durante el terrorismo de estado de 1976.
Además, públicamente despotricaba contra “su” policía a pesar de que para esa altura del año ONCE de sus efectivos habían sido asesinados por la delincuencia que asolaba las calles bonaerenses gracias a sus equivocadas políticas de seguridad. Actualmente diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, recordemos que en julio del 2000 había tenido un importante desempeño como asesora de su compinche, interventor del PAMI, HORACIO RODRIGUEZ LARRETA. En esa época le habían exigido un millonario “retorno” (coima) al buen samaritano e internacionalmente reconocido cardiocirujano RENÉ FAVALORO, que agravó la situación económica de su fundación, a raíz de lo cual terminó suicidándose. A ello se sumaba el comportamiento cobarde de los miembros de todas las instituciones de uniformados, para con nosotros, y entonces sentí rechazo y vergüenza del uniforme que alguna vez había llevado con orgullo, y del grado jerárquico de figuración en el recibo bancario mensual con el pago de mi retiro. Esto me llevó a enviar 2 cartas, una a la gobernadora y otra al jefe de la Policía a la que pertenecí durante 3 décadas, explicando claramente mis motivos y solicitando MI DESTITUCIÓN VOLUNTARIA. Pasaron, los días, los meses y los años, yo sobreviví, hasta que el día 12 del corriente me llamaron de la Comisaria local (Pinamar) para notificarme de una resolución referente a mi muy antigua solicitud. Increíblemente en un expediente con decenas de folios, no hacían lugar a la misma, agregando que “DEBÍA FORMULAR MI PETICIÓN EN FORMA CLARA Y PRECISA”. Ante tan “sesuda” resolución de tantos funcionarios de diferentes rangos, en la que no entendieron mi repudio tardando SIETE AÑOS Y UN MES, ¿no es lógico que me pregunte si estos serán siempre los burocráticos tiempos gubernamentales? De ser así Argentina no tiene salida, y en consecuencia les digo: “VÁYANSE AL CARAJO”
CLAUDIO KUSSMAN
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
“Tengo el orgullo de lucir este uniforme de preso con ustedes, porque prefiero morir en una cárcel podrido y no estar perfumado y bien vestido con el cartel de traidor a la Patria y al Ejército”
Mohamed Alí Seineldín – Militar – (1933–2009)
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 24, 2024
Tags: Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal
Related Posts
¿PURO Y CASTO?
• por Enrique Guillermo Avogadro “Percibimos las cosas que [...]
CASTAS SUICIDAS
◘ Por Enrique Guillermo Avogadro. “Yo fui una [...]
Cristian Ritondo (a) “Pucho”… otro “exitoso” aliado de Javier Milei
◘ Por Claudio Kussman. No es descabellado decir [...]