Las lluvias torrenciales, los desbordamientos y las inundaciones que hace poco más de tres semanas dejaron en la provincia española de Valencia un saldo de centenares de muertos, miles de viviendas y automóviles destrozados y la destrucción de buena parte del tejido productivo de la zona, están trayendo además otras consecuencias.
En estas tres semanas se produjo un aumento de los precios de productos básicos que los habitantes de las zonas arrasadas necesitan urgentemente para intentar volver a algo lo más cercano posible a la normalidad.
Recaudaciones de fondos para los damnificados poco claras, recogidas de datos personales para hacer negocio o aprovechamiento de la situación de necesidad para lucrarse, están enseñando la pata por debajo de la puerta de esta tragedia, la mayor de este tipo en España desde los años sesenta del siglo pasado.
La última noticia de una empresa que está aprovechando esta calamidad para lucrarse la ha protagonizado esta semana una agencia inmobiliaria que se ha desplazado hasta el deprimido barrio de Orba, en el municipio de Alfafar, uno de los más afectados por las riadas, para intentar sacar tajada de unas gentes que lo han perdido todo.
“Se pusieron a hacer negocio con nuestras casas junto a las colas del hambre de World Central Kitchen”
Hasta allí se desplazaron dos comerciales, ataviados con sudaderas con la palabra ‘voluntarios’, donde montaron una mesa plegable. Con la excusa de asesorar a los vecinos y ayudar a recuperar las escrituras de las viviendas arrasadas por el agua y el lodo, recababan en una libreta datos personales tales como nombre y apellidos, DNI y correo electrónico, entre otros, según informan medios locales.
Después llegaba el negocio. “Nos decían que si estábamos interesados en vender la casa ellos podían hacer el acompañamiento sin cobrar dinero. Que la tasan, la publicitan y la venden”, contaba una vecina, que registró la conversación e interpuso una denuncia ante la Policía Local por recogida de datos irregular. “Se pusieron a hacer negocio con nuestras casas junto a las colas del hambre de World Central Kitchen”, relataba indignada.
Tan solo 17 días después de las inundaciones, los coches de segunda mano subieron un 2,9 %, el doble (5,8 %) en el caso de los que tienen menos de dos años de antigüedad, según los datos recabados por coches.net.
Según el último registro del Gobierno de España, el temporal afectó a 121.473 vehículos automóviles. Unos coches que los damnificados necesitan para trasladarse, para ir a su puesto de empleo y, en ocasiones, para desarrollar sus trabajos.
La demanda de vehículos usados se ha disparado en la provincia de Valencia un 67 % tan solo en las primeras dos semanas, mientras que lo ha hecho un 34 % en su vecina del norte, Castellón, y un 40 % en la del sur, Alicante.
La DANA también ha dejado a decenas de miles de personas sin hogar. Las cifras del Gobierno hablan de 64.646 viviendas destrozadas, pero pueden ser muchas más si se cuentan aquellas que no tenían seguro. Algunas son totalmente irrecuperables y otras necesitan reparación. En cualquiera de los dos casos sus habitantes deben encontrar otra morada, bien permanente, bien temporal.
El aumento de la demanda de vivienda se topa con un mercado poco asequible y escaso. El Gobierno de la Comunidad Valenciana ha aprobado una ayuda de 800 euros mensuales durante un año para el alquiler para familias afectadas. Sin embargo, un vistazo a Idealista, la web líder en España en este sector, solo arroja poco más de 30 inmuebles por debajo de ese precio en todo el área que sufrió las inundaciones.
Todavía no hay datos concretos sobre las subidas, pero los medios desplazados en la zona cuentan que muchos oportunistas han aprovechado para subir los precios, que ya tiraban al alza en esta zona tensionada, en un momento de fuerte aumento de la demanda.
Algo parecido ha sucedido con los bienes de primera necesidad, desde agua y alimentos, hasta productos de protección sanitaria, como guantes, botas y mascarillas, pasando por aquellos de limpieza tan necesarios para adecentar viviendas, comercios, negocios y calles.
Las denuncias de que los comercios están subiendo los precios de forma abusiva se han sucedido en las últimas semanas, como recogía Cuatro, que difundía el testimonio de una vecina de la localidad de Benetúser. La mujer contaba como hasta una barra de pan, tras la tragedia, costaba el doble.
Otros medios recogen como productos como el agua embotellada han encarecido notablemente su precio. Lo mismo que el material de limpieza como cubos, palas o escobas.
En este tiempo también se han producido intentos de estafa. La Asociación de Consumidores FACUA denunció el caso de personas que se hacían pasar por una empresa de autobuses que conecta con Valencia para derivar a los usuarios a líneas de teléfono de alto coste.
También se han visto intentos de estafa en lo relacionado con las donaciones para ayudar a los afectados por la DANA, como los falsos voluntarios de Cruz Roja que pedían dinero en efectivo en los alrededores de las zonas afectadas o la web ayudavalencia.es que el Gobierno de España bloqueó al detectar irregularidades.
A todo lo anterior se debe sumar la tarta que algunos esperan ansiosos, la de la reconstrucción de más de 70 localidades, con infraestructuras de todo tipo. El Gobierno de la Comunidad de Valencia ya ha adjudicado al menos medio centenar de contratos de emergencia en estas tres semanas y sobre ellos ya se cierne la sombra de la sospecha.
Así, algunas de las millonarias adjudicaciones, principalmente de obras de reparación de infraestructuras, han ido a parar a las firmas de algunos empresarios que fueron condenados por financiación irregular del Partido Popular (PP), la formación a la que pertenece el actual presidente valenciano, Carlos Mazón.
◘
Las lluvias torrenciales, los desbordamientos y las inundaciones que hace poco más de tres semanas dejaron en la provincia española de Valencia un saldo de centenares de muertos, miles de viviendas y automóviles destrozados y la destrucción de buena parte del tejido productivo de la zona, están trayendo además otras consecuencias.
En estas tres semanas se produjo un aumento de los precios de productos básicos que los habitantes de las zonas arrasadas necesitan urgentemente para intentar volver a algo lo más cercano posible a la normalidad.
Recaudaciones de fondos para los damnificados poco claras, recogidas de datos personales para hacer negocio o aprovechamiento de la situación de necesidad para lucrarse, están enseñando la pata por debajo de la puerta de esta tragedia, la mayor de este tipo en España desde los años sesenta del siglo pasado.
La última noticia de una empresa que está aprovechando esta calamidad para lucrarse la ha protagonizado esta semana una agencia inmobiliaria que se ha desplazado hasta el deprimido barrio de Orba, en el municipio de Alfafar, uno de los más afectados por las riadas, para intentar sacar tajada de unas gentes que lo han perdido todo.
Hasta allí se desplazaron dos comerciales, ataviados con sudaderas con la palabra ‘voluntarios’, donde montaron una mesa plegable. Con la excusa de asesorar a los vecinos y ayudar a recuperar las escrituras de las viviendas arrasadas por el agua y el lodo, recababan en una libreta datos personales tales como nombre y apellidos, DNI y correo electrónico, entre otros, según informan medios locales.
Después llegaba el negocio. “Nos decían que si estábamos interesados en vender la casa ellos podían hacer el acompañamiento sin cobrar dinero. Que la tasan, la publicitan y la venden”, contaba una vecina, que registró la conversación e interpuso una denuncia ante la Policía Local por recogida de datos irregular. “Se pusieron a hacer negocio con nuestras casas junto a las colas del hambre de World Central Kitchen”, relataba indignada.
Tan solo 17 días después de las inundaciones, los coches de segunda mano subieron un 2,9 %, el doble (5,8 %) en el caso de los que tienen menos de dos años de antigüedad, según los datos recabados por coches.net.
Según el último registro del Gobierno de España, el temporal afectó a 121.473 vehículos automóviles. Unos coches que los damnificados necesitan para trasladarse, para ir a su puesto de empleo y, en ocasiones, para desarrollar sus trabajos.
La demanda de vehículos usados se ha disparado en la provincia de Valencia un 67 % tan solo en las primeras dos semanas, mientras que lo ha hecho un 34 % en su vecina del norte, Castellón, y un 40 % en la del sur, Alicante.
La DANA también ha dejado a decenas de miles de personas sin hogar. Las cifras del Gobierno hablan de 64.646 viviendas destrozadas, pero pueden ser muchas más si se cuentan aquellas que no tenían seguro. Algunas son totalmente irrecuperables y otras necesitan reparación. En cualquiera de los dos casos sus habitantes deben encontrar otra morada, bien permanente, bien temporal.
El aumento de la demanda de vivienda se topa con un mercado poco asequible y escaso. El Gobierno de la Comunidad Valenciana ha aprobado una ayuda de 800 euros mensuales durante un año para el alquiler para familias afectadas. Sin embargo, un vistazo a Idealista, la web líder en España en este sector, solo arroja poco más de 30 inmuebles por debajo de ese precio en todo el área que sufrió las inundaciones.
Todavía no hay datos concretos sobre las subidas, pero los medios desplazados en la zona cuentan que muchos oportunistas han aprovechado para subir los precios, que ya tiraban al alza en esta zona tensionada, en un momento de fuerte aumento de la demanda.
Algo parecido ha sucedido con los bienes de primera necesidad, desde agua y alimentos, hasta productos de protección sanitaria, como guantes, botas y mascarillas, pasando por aquellos de limpieza tan necesarios para adecentar viviendas, comercios, negocios y calles.
Las denuncias de que los comercios están subiendo los precios de forma abusiva se han sucedido en las últimas semanas, como recogía Cuatro, que difundía el testimonio de una vecina de la localidad de Benetúser. La mujer contaba como hasta una barra de pan, tras la tragedia, costaba el doble.
Otros medios recogen como productos como el agua embotellada han encarecido notablemente su precio. Lo mismo que el material de limpieza como cubos, palas o escobas.
En este tiempo también se han producido intentos de estafa. La Asociación de Consumidores FACUA denunció el caso de personas que se hacían pasar por una empresa de autobuses que conecta con Valencia para derivar a los usuarios a líneas de teléfono de alto coste.
También se han visto intentos de estafa en lo relacionado con las donaciones para ayudar a los afectados por la DANA, como los falsos voluntarios de Cruz Roja que pedían dinero en efectivo en los alrededores de las zonas afectadas o la web ayudavalencia.es que el Gobierno de España bloqueó al detectar irregularidades.
A todo lo anterior se debe sumar la tarta que algunos esperan ansiosos, la de la reconstrucción de más de 70 localidades, con infraestructuras de todo tipo. El Gobierno de la Comunidad de Valencia ya ha adjudicado al menos medio centenar de contratos de emergencia en estas tres semanas y sobre ellos ya se cierne la sombra de la sospecha.
Así, algunas de las millonarias adjudicaciones, principalmente de obras de reparación de infraestructuras, han ido a parar a las firmas de algunos empresarios que fueron condenados por financiación irregular del Partido Popular (PP), la formación a la que pertenece el actual presidente valenciano, Carlos Mazón.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 24, 2024
Related Posts
EE.UU. investiga negativa de España a permitir el atraque de buques con armas para Israel
◘ La Comisión Marítima Federal (FMC, por sus siglas [...]
El exrey Juan Carlos I otra vez en probemas
◘ Magistrados jubilados del Tribunal Supremo de España y [...]
La esposa de Pedro Sánchez y los “tratos de favor”
○ Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de [...]