El próximo 10 de diciembre del 2021 celebraremos el advenimiento de la democracia en la Argentina. ¿Es para celebrar? Obviamente debemos sentirnos conformes por el hecho que el sistema democrático es el único que debe regir en el mundo y en el país. El presidente Alberto Fernández dice que como necesita de “más presencia en las calles”, convocará al pueblo para festejar un día tan importante en la historia argentina como es este 38 aniversario. Suponemos que la democracia está consolidada, porque finalmente los militares no cuentan con el apoyo de ningún sector político que golpee la puerta de los cuarteles, para clamar por un golpe de estado.
No obstante, en mi opinión habría que ser muy cauto y prudente y no exagerar en los festejos porque 38 años no han sido los suficientes para consolidar una democracia como hubiera de esperar no solamente yo sino millones de argentinos honestos que desprecian la corruptela política de nuestros gobernantes. ¿El Dr. Raúl Alfonsín habrá soñado una “democracia de un pueblo que no condena a los corruptos y aún más grave, que vota a los corruptos”? Debo pensar que NO. ¿Con la democracia se come, como solía decir? Hoy tenemos millones de argentinos sumidos en la pobreza y la indigencia, muertos de hambre y de frío, muchos durmiendo en las calles de la Argentina. ¿Qué vamos a celebrar entonces?
Se habla de 38 años de democracia y no es tan así, porque el proceso democrático en Argentina fue interrumpido no por los militares, sino por un golpe-institucional del partido que hoy nos gobierna con la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, que genero una seguidilla de presidentes justicialistas. Todos estos designados a “dedo”. 38 años han sido tiempo por demás suficiente para terminar cayendo en la madre de la decadencia argentina: Corrupción, Impunidad que ha hipotecado el presente y el futuro de millones de argentinos y jóvenes que están emigrando del país.
El país necesita un 10 de diciembre donde todos trabajen por la reconstrucción de una democracia verdadera y triunfante. La que estamos viviendo no es la que soñamos muchos. 38 años es demasiado tiempo, no sigamos perdiendolo.
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Por Francisco Bénard.
ANIVERSARIO 38 DEL ADVENIMIENTO DE LA DEMOCRACIA
El próximo 10 de diciembre del 2021 celebraremos el advenimiento de la democracia en la Argentina. ¿Es para celebrar? Obviamente debemos sentirnos conformes por el hecho que el sistema democrático es el único que debe regir en el mundo y en el país. El presidente Alberto Fernández dice que como necesita de “más presencia en las calles”, convocará al pueblo para festejar un día tan importante en la historia argentina como es este 38 aniversario. Suponemos que la democracia está consolidada, porque finalmente los militares no cuentan con el apoyo de ningún sector político que golpee la puerta de los cuarteles, para clamar por un golpe de estado.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]No obstante, en mi opinión habría que ser muy cauto y prudente y no exagerar en los festejos porque 38 años no han sido los suficientes para consolidar una democracia como hubiera de esperar no solamente yo sino millones de argentinos honestos que desprecian la corruptela política de nuestros gobernantes. ¿El Dr. Raúl Alfonsín habrá soñado una “democracia de un pueblo que no condena a los corruptos y aún más grave, que vota a los corruptos”? Debo pensar que NO. ¿Con la democracia se come, como solía decir? Hoy tenemos millones de argentinos sumidos en la pobreza y la indigencia, muertos de hambre y de frío, muchos durmiendo en las calles de la Argentina. ¿Qué vamos a celebrar entonces?
Se habla de 38 años de democracia y no es tan así, porque el proceso democrático en Argentina fue interrumpido no por los militares, sino por un golpe-institucional del partido que hoy nos gobierna con la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, que genero una seguidilla de presidentes justicialistas. Todos estos designados a “dedo”. 38 años han sido tiempo por demás suficiente para terminar cayendo en la madre de la decadencia argentina: Corrupción, Impunidad que ha hipotecado el presente y el futuro de millones de argentinos y jóvenes que están emigrando del país.
El país necesita un 10 de diciembre donde todos trabajen por la reconstrucción de una democracia verdadera y triunfante. La que estamos viviendo no es la que soñamos muchos. 38 años es demasiado tiempo, no sigamos perdiendolo.
Francisco Benard
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 3, 2021