Esta noche solo te pido un beso que mañana será Navidad. Es que través del milagro del nacimiento eterno deseo revalidar que estoy con vida. Alzo la mirada desde un caballo zaino y desde mi nido ancestral los valles del Aconquija rodeado de montañas que se extienden sin límites entre laderas, vertientes y quebradas observo la espesa briza bajar. Percibo impetuoso el verdor de las montañas, el color de las flores, el aroma de la tierra mojada, el baile de los árboles con el aire, la roca que a pesar que no se mueve se hace sentir. Sentado en mi montura criolla puedo desde la loma alta captar la música del viento y contemplar la danza de los halcones revoloteando en búsqueda de su presa. Sí…Como los pastores en aquella noche eterna pudo en el silencio escuchar la sublime melodía de un Gloria a Dios en las alturas. Dejarme transportar con la naturaleza viva en la armonía infinita de paz a los hombres de buena voluntad entonada en lo más secreto de los corazones. Frente a esta Navidad mayúscula que es la única y la verdadera, olvidamos que el pino, el nacimiento y los adornos tienen un sentido cristiano profundo, de gran recuerdo y enseñanza. Es con el “muérdago” de la paz, de baya blanquecina con troncos y ramas de árboles, que deseo trasmitir a todos mis lectores y quienes editaron mis opiniones un saludo permanente de navidad. Esta noche de paz mi querido amigo cierra los ojos y pide un deseo. Sentirás entre luces de colores un repique navideño. Esta nochebuena quédate conmigo, porque tú lector eres el mejor regalo que me puede llegar. Esta noche espacial solo hazme un favor, dame un tierno beso debajo del muérdago y del cielo universal. Con tu color amarillo rama del amor ayúdame descubrir con mi pluma los tesoros enterrados del universo. Arbusto predestinado te invito a volar para ofrecer, junto con el pino o el abeto, de robles, encinas y álamos un toque de color a las fiestas de Navidad.
Esta noche solo te pido un beso que mañana será Navidad. Es que través del milagro del nacimiento eterno deseo revalidar que estoy con vida. Alzo la mirada desde un caballo zaino y desde mi nido ancestral los valles del Aconquija rodeado de montañas que se extienden sin límites entre laderas, vertientes y quebradas observo la espesa briza bajar. Percibo impetuoso el verdor de las montañas, el color de las flores, el aroma de la tierra mojada, el baile de los árboles con el aire, la roca que a pesar que no se mueve se hace sentir. Sentado en mi montura criolla puedo desde la loma alta captar la música del viento y contemplar la danza de los halcones revoloteando en búsqueda de su presa. Sí…Como los pastores en aquella noche eterna pudo en el silencio escuchar la sublime melodía de un Gloria a Dios en las alturas. Dejarme transportar con la naturaleza viva en la armonía infinita de paz a los hombres de buena voluntad entonada en lo más secreto de los corazones. Frente a esta Navidad mayúscula que es la única y la verdadera, olvidamos que el pino, el nacimiento y los adornos tienen un sentido cristiano profundo, de gran recuerdo y enseñanza. Es con el “muérdago” de la paz, de baya blanquecina con troncos y ramas de árboles, que deseo trasmitir a todos mis lectores y quienes editaron mis opiniones un saludo permanente de navidad. Esta noche de paz mi querido amigo cierra los ojos y pide un deseo. Sentirás entre luces de colores un repique navideño. Esta nochebuena quédate conmigo, porque tú lector eres el mejor regalo que me puede llegar. Esta noche espacial solo hazme un favor, dame un tierno beso debajo del muérdago y del cielo universal. Con tu color amarillo rama del amor ayúdame descubrir con mi pluma los tesoros enterrados del universo. Arbusto predestinado te invito a volar para ofrecer, junto con el pino o el abeto, de robles, encinas y álamos un toque de color a las fiestas de Navidad.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 22, 2018
Related Posts
Saturnalia
◘ Por Olivia Davis. Saturnalia era una de [...]
DOS, NEW YORK
♣ Por Dra. María Elena Cisneros Rueda. Llegamos [...]
Navidad
♦ Navidad, fiesta cristiana que celebra el nacimiento de [...]