La vacuna Pfizer no solo previene la infección, sino que también reduce el riesgo de contraer un caso grave de COVID-19, según datos publicados por unos de los cuatro servicios de salud (Clalit) que aplican el biológico en Israel.
Entre las personas a las que se aplicó la vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech se registró una reducción del 94 por ciento en infecciones sintomáticas y una reducción del 92 por ciento en la prevención de un cuadro grave de COVID-19, según los datos, que se basaron en un estudio de un millón 200 mil personas, de los que 600 mil fueron vacunados y 600 mil no.
Entre los que fueron vacunados, unas 170,000 personas tenían más de 60 años. El estudio mostró que la vacuna fue igualmente eficaz entre las personas de 70 años o más que entre los participantes más jóvenes.
También se encontró que la vacuna de Pfizer-BioNTech es más efectiva una semana después de la segunda dosis, reflejando los estudios clínicos de la propia compañía.
El profesor Ran Balicer, alto funcionario de Clalit, agregó que en un examen preliminar de los resultados, después de 14 días o más desde que las personas recibieron su segunda dosis, se encontró que las vacunas tienen una eficacia aún mayor para la prevención de una enfermedad sintomática y grave.
El grupo de control se ajustó cuidadosamente, según Clalit, para garantizar que fuera paralelo a los que fueron vacunados, incluso según el nivel de riesgo de desarrollar una infección grave, el estado de salud y más. El grupo de control también fue dinámico, lo que significa que si las personas se vacunaron durante el ensayo, se eliminaron del control.
También se tomaron en cuenta eventos como la cuarentena y el cambio de las pautas de vacunación.
Balicer dijo que estos resultados son los primeros de lo que se espera sea una serie de estudios publicados por Clalit para evaluar la efectividad de la vacuna en varios y diversos grupos.
“Durante semanas, hemos desarrollado herramientas y metodologías para lidiar con los muchos sesgos que caracterizan este tipo de investigación en datos del mundo real”, dijo Balicer, y señaló que Clalit trabajó con colegas de la Universidad de Harvard para realizar una serie de pruebas para validar los resultados.
La semana pasada, el servicio de salud Maccabi compartió datos preliminares sobre su propia campaña de vacunación, destacando que menos del 0.1% de las personas que recibieron su segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contrajeron COVID-19.
Maccabi mostró que la efectividad de la vacuna en Israel es del 93 por ciento. El ensayo clínico de fase 3 de Pfizer demostró que tiene una eficacia del 95 por ciento.
Clalit dijo que ha aplicado más de 3.2 millones de primeras y segundas dosis de vacuna.
En total, Israel ha administrado más de 6.3 millones de dosis del biológico de Pfizer-BioNTech.
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La vacuna Pfizer no solo previene la infección, sino que también reduce el riesgo de contraer un caso grave de COVID-19, según datos publicados por unos de los cuatro servicios de salud (Clalit) que aplican el biológico en Israel.
Entre las personas a las que se aplicó la vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech se registró una reducción del 94 por ciento en infecciones sintomáticas y una reducción del 92 por ciento en la prevención de un cuadro grave de COVID-19, según los datos, que se basaron en un estudio de un millón 200 mil personas, de los que 600 mil fueron vacunados y 600 mil no.
Entre los que fueron vacunados, unas 170,000 personas tenían más de 60 años. El estudio mostró que la vacuna fue igualmente eficaz entre las personas de 70 años o más que entre los participantes más jóvenes.
También se encontró que la vacuna de Pfizer-BioNTech es más efectiva una semana después de la segunda dosis, reflejando los estudios clínicos de la propia compañía.
El profesor Ran Balicer, alto funcionario de Clalit, agregó que en un examen preliminar de los resultados, después de 14 días o más desde que las personas recibieron su segunda dosis, se encontró que las vacunas tienen una eficacia aún mayor para la prevención de una enfermedad sintomática y grave.
El grupo de control se ajustó cuidadosamente, según Clalit, para garantizar que fuera paralelo a los que fueron vacunados, incluso según el nivel de riesgo de desarrollar una infección grave, el estado de salud y más. El grupo de control también fue dinámico, lo que significa que si las personas se vacunaron durante el ensayo, se eliminaron del control.
También se tomaron en cuenta eventos como la cuarentena y el cambio de las pautas de vacunación.
Balicer dijo que estos resultados son los primeros de lo que se espera sea una serie de estudios publicados por Clalit para evaluar la efectividad de la vacuna en varios y diversos grupos.
“Durante semanas, hemos desarrollado herramientas y metodologías para lidiar con los muchos sesgos que caracterizan este tipo de investigación en datos del mundo real”, dijo Balicer, y señaló que Clalit trabajó con colegas de la Universidad de Harvard para realizar una serie de pruebas para validar los resultados.
La semana pasada, el servicio de salud Maccabi compartió datos preliminares sobre su propia campaña de vacunación, destacando que menos del 0.1% de las personas que recibieron su segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contrajeron COVID-19.
Maccabi mostró que la efectividad de la vacuna en Israel es del 93 por ciento. El ensayo clínico de fase 3 de Pfizer demostró que tiene una eficacia del 95 por ciento.
Clalit dijo que ha aplicado más de 3.2 millones de primeras y segundas dosis de vacuna.
En total, Israel ha administrado más de 6.3 millones de dosis del biológico de Pfizer-BioNTech.
Fuente: Enlace Judio
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 15, 2021