¿Por qué los extraterrestres son tan a menudo representados como “pequeños hombres verdes” con cabezas bulbosas y ojos de gran tamaño?
La mitología comenzó, en parte, la noche del 21 de agosto de 1955, cuando una gran familia de granjeros llamada Sutton llegó sin aliento a la estación de policía de Hopkinsville en el suroeste de Kentucky. Su historia de un asedio aterrador por seres de otro mundo se convertiría en uno de los relatos más detallados y desconcertantes de un encuentro cercano alienígena registrado, notable por la gran cantidad de testigos (casi una docena), la duración del encuentro (varias horas) y La proximidad entre los testigos y las criaturas (a veces a pocos metros de distancia). El incidente se convirtió rápidamente en noticia regional e incluso nacional.
El supuesto encuentro ocurrió en la granja de los Sutton en la pequeña aldea rural de Kelly, Kentucky, donde la familia vivía en una casa de tres habitaciones sin pintar sin agua corriente, teléfono, radio, televisión o libros. De todos los detalles de su historia, el aterrizaje de ovnis y la aparición de pequeñas criaturas alienígenas, un hecho es indiscutible: cuando los ocho adultos y tres niños llegaron a la estación de policía cercana de Hopkinsville alrededor de las 11 p.m., fueron realmente aterrorizados.
Kelly es una comunidad no incorporada en el condado de Christian, Kentucky, en los Estados Unidos. Kelly es mejor conocida por ser la ubicación del encuentro alienígena Kelly-Hopkinsville de 1955, en el que los residentes informaron haber visto criaturas y luces no identificables en una granja rural. En honor a este evento, la comunidad organiza cada año el festival Kelly “Little Green Men” Days, donde los visitantes pueden comprar “recuerdos intergalácticos”.
“Estas no son el tipo de personas que normalmente acuden a la policía en busca de ayuda”, dijo luego el jefe de policía Russell Greenwell a los investigadores. “Lo que hacen es alcanzar sus armas”. Sin embargo, aquí estaban, mujeres y niños histéricos y un hombre con un pulso de 140 latidos por minuto, medido por un investigador.
Según las cuentas entregadas a la policía, alrededor de las 7 p.m. En la calurosa tarde del domingo, el amigo de la familia Sutton, Billy Ray Taylor, estaba recogiendo agua del patio cuando vio un objeto plateado, “realmente brillante, con un escape de todos los colores del arco iris”. la casa, pasada por encima, se detuvo en el aire y luego cayó directamente al suelo.
Taylor, de 21 años, y su esposa de 18 años habían venido de Pensilvania para visitar a Lucky Sutton, con quien había trabajado en un carnaval ambulante. Los Sutton, la viuda y matriarca de 50 años Glennie Lankford, sus dos hijos mayores y sus esposas, un cuñado y los tres hijos menores de la viuda (12, 10 y 7), no tomaron en serio a Billy Ray , riéndose de su cuenta de ovnis.
Una hora después, alertado por los ladridos incesantes del perro. Lucky y Billy Ray fueron a la puerta de atrás y distinguieron un brillo extraño, en medio del cual vieron a una pequeña criatura humanoide. Aproximadamente tres pies y medio de altura, tenía una “cabeza de gran tamaño … casi perfectamente redonda, [sus] brazos extendidos casi hasta el suelo, [sus] manos tenían garras … y [sus ojos de gran tamaño] brillaban con una luz amarillenta . ”El cuerpo emitió un brillo espeluznante a la luz de la luna nueva de la noche, dijeron, como si estuviera hecho de“ metal plateado ”.
Aterrorizados, los dos hombres agarraron una escopeta de calibre 20 y un rifle .22 y dispararon contra el “hombrecito”, sus “manos” ahora levantadas como si estuvieran levantadas a punta de pistola cuando se acercaban a la puerta trasera. Informaron que luego dio un “vuelco”, se levantó y huyó a la oscuridad.
Poco después, los hombres vieron aparecer una criatura similar en una ventana lateral y dispararon a través de la pantalla de la ventana. Aún impermeable a las balas, el “hombrecillo” volteó de nuevo, luego desapareció. “Salí al pasillo y me agaché junto a Billy, cuando vi a uno acercarse a la puerta”, dijo la Sra. Lankford a Isabel Davis, autora de un extenso informe llamado Encuentro cercano en Kelly y otros de 1955. “Parecía un lata de gasolina de cinco galones con una cabeza en la parte superior y patas pequeñas. Era un metal brillante y brillante como en mi refrigerador “.
El drama se intensificó cuando Taylor salió bajo el pequeño techo que sobresalía, y aquellos detrás de él vieron una mano en forma de garra que se agachó y tocó su cabello. El grupo gritó y tiró de Taylor hacia atrás mientras Lucky disparaba por encima del alero y luego a otra criatura similar en un árbol cercano. Flotó hasta el suelo y luego corrió hacia el bosque.
Los Sutton entraron y pasaron varias horas escuchando los movimientos, escuchando rasguños ocasionales en el techo. A las 11 p.m., todo el grupo corrió hacia los autos y lo siguió a la estación de policía de Hopkinsville a toda velocidad.
Después de que el jefe de la policía local pidió refuerzos, la policía estatal, la policía militar del cercano Fort Campbell y un fotógrafo de la Nueva Era de Kentucky se unieron a su equipo en la granja de Sutton. Allí, los investigadores encontraron casquillos de los disparos, pero ninguna otra evidencia. Tampoco pudieron encontrar pruebas de beber en exceso. Según la matriarca de Sutton, “el licor no estaba permitido en la granja”.
Sin embargo, una vez que la policía y otros se fueron, las criaturas regresaron entre las 2:30 a.m. y el amanecer. La Sra. Lankford dijo que vio uno brillando repetidamente junto a la ventana de su cama, con su mano en forma de garra en la pantalla.
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El día después del incidente, los investigadores policiales regresaron a la granja, en busca de evidencia de un aterrizaje de platillo, huellas, rastros de sangre o marcas de arañazos en el techo. No encontraron nada. Bud Ledwith, un empleado de una estación de radio local, entrevistó a testigos adultos e hizo dibujos basados en sus cuentas. Según Davis, estaba impresionado por su notable especificidad y consistencia, a pesar de que los hombres estuvieron fuera de la granja todo el día, incapaces de coordinarse con los demás.
Si bien el incidente finalmente atrajo la atención del programa de investigación de ovnis de la Fuerza Aérea Project Blue Book, los documentos sugieren que su equipo nunca se ocupó oficialmente del asunto, más allá de consultar con sus homólogos de Fort Campbell que habían estado brevemente en la escena la primera noche.
Una de las investigaciones más exhaustivas del incidente de Kelly fue llevada a cabo en 1956 por la ufóloga Isabel Davis, y publicada varias décadas después por el Centro de Estudios OVNI, un grupo fundado por el astrónomo Dr. J. Allen Hynek, investigador civil del Proyecto Libro Azul. Su informe de casi 200 páginas, coescrito con Ted Bloecher, incluye mapas detallados, dibujos, registros documentales, resúmenes de relatos similares en todo el mundo y entrevistas con varios miembros de la familia Sutton e investigadores policiales.
Joe Nickell es un escéptico e investigador estadounidense de lo paranormal. Ayudó a exponer el diario de Jack el Destripador como un engaño.
Nacido: 1 de diciembre de 1944 (75 años), West Liberty, KY
Educación: Universidad de Kentucky.
Davis resumió la preocupación de este último por la falta de evidencia física. Pero a su juicio, ninguna de las explicaciones posibles —un engaño deliberado, una obra publicitaria, alucinaciones grupales— tenía sentido. Si bien surgieron preguntas sobre si los jóvenes estaban exagerando (posiblemente alimentados por almacenes ocultos de licor), la fuerte impresión de Davis después de conocer a la Sra. Lankford fue una de una matriarca sombría y sin sentido que aborrecía el centro de atención y no tenía motivos para mentir. Davis señaló que ninguno de los testigos tenía antecedentes de hacer “acusaciones absurdas”.
En 2006, Joe Nickell, investigador principal del Comité Internacional de Investigación Escéptica y un investigador paranormal autodenominado, revisó la evidencia acumulada en un artículo titulado “Asedio de los ‘Pequeños Hombres Verdes’: el incidente de Kelly, Kentucky en 1955″. En él, levantó sospechas sobre lo que llamó el “testimonio bordado” de Billy Taylor. Igualaba el avistamiento de ovnis de Taylor con informes similares de ese día, que sugerían un pequeño meteorito en las cercanías.
En cuanto a los “pequeños hombres”, Nickell presentó una explicación utilizada para otras historias de encuentros alienígenas: los búhos. En particular, el búho cornudo (también conocido como el búho “ulular”) tiene alas largas que podrían confundirse con brazos, junto con garras, ojos amarillos, orejas largas y cabeza redonda que también podrían coincidir con la descripción de los “pequeños hombres”. En cuanto a su brillo metálico, sugiere Nickell, podrían haber estado reflejando fácilmente la luz de la luna.
Pero aunque se sabe que los búhos son activos al anochecer y extremadamente agresivos al defender su nido, algunos investigadores cuestionan las caracterizaciones de las criaturas como hostiles. Para algunos, su comportamiento esa noche en Kelly parecía ser simplemente … curioso.
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¿Por qué los extraterrestres son tan a menudo representados como “pequeños hombres verdes” con cabezas bulbosas y ojos de gran tamaño?
La mitología comenzó, en parte, la noche del 21 de agosto de 1955, cuando una gran familia de granjeros llamada Sutton llegó sin aliento a la estación de policía de Hopkinsville en el suroeste de Kentucky. Su historia de un asedio aterrador por seres de otro mundo se convertiría en uno de los relatos más detallados y desconcertantes de un encuentro cercano alienígena registrado, notable por la gran cantidad de testigos (casi una docena), la duración del encuentro (varias horas) y La proximidad entre los testigos y las criaturas (a veces a pocos metros de distancia). El incidente se convirtió rápidamente en noticia regional e incluso nacional.
Kelly es una comunidad no incorporada en el condado de Christian, Kentucky, en los Estados Unidos. Kelly es mejor conocida por ser la ubicación del encuentro alienígena Kelly-Hopkinsville de 1955, en el que los residentes informaron haber visto criaturas y luces no identificables en una granja rural. En honor a este evento, la comunidad organiza cada año el festival Kelly “Little Green Men” Days, donde los visitantes pueden comprar “recuerdos intergalácticos”.
“Estas no son el tipo de personas que normalmente acuden a la policía en busca de ayuda”, dijo luego el jefe de policía Russell Greenwell a los investigadores. “Lo que hacen es alcanzar sus armas”. Sin embargo, aquí estaban, mujeres y niños histéricos y un hombre con un pulso de 140 latidos por minuto, medido por un investigador.
Según las cuentas entregadas a la policía, alrededor de las 7 p.m. En la calurosa tarde del domingo, el amigo de la familia Sutton, Billy Ray Taylor, estaba recogiendo agua del patio cuando vio un objeto plateado, “realmente brillante, con un escape de todos los colores del arco iris”. la casa, pasada por encima, se detuvo en el aire y luego cayó directamente al suelo.
Taylor, de 21 años, y su esposa de 18 años habían venido de Pensilvania para visitar a Lucky Sutton, con quien había trabajado en un carnaval ambulante. Los Sutton, la viuda y matriarca de 50 años Glennie Lankford, sus dos hijos mayores y sus esposas, un cuñado y los tres hijos menores de la viuda (12, 10 y 7), no tomaron en serio a Billy Ray , riéndose de su cuenta de ovnis.
Una hora después, alertado por los ladridos incesantes del perro. Lucky y Billy Ray fueron a la puerta de atrás y distinguieron un brillo extraño, en medio del cual vieron a una pequeña criatura humanoide. Aproximadamente tres pies y medio de altura, tenía
una “cabeza de gran tamaño … casi perfectamente redonda, [sus] brazos extendidos casi hasta el suelo, [sus] manos tenían garras … y [sus ojos de gran tamaño] brillaban con una luz amarillenta . ”El cuerpo emitió un brillo espeluznante a la luz de la luna nueva de la noche, dijeron, como si estuviera hecho de“ metal plateado ”.
Aterrorizados, los dos hombres agarraron una escopeta de calibre 20 y un rifle .22 y dispararon contra el “hombrecito”, sus “manos” ahora levantadas como si estuvieran levantadas a punta de pistola cuando se acercaban a la puerta trasera. Informaron que luego dio un “vuelco”, se levantó y huyó a la oscuridad.
Poco después, los hombres vieron aparecer una criatura similar en una ventana lateral y dispararon a través de la pantalla de la ventana. Aún impermeable a las balas, el “hombrecillo” volteó de nuevo, luego desapareció. “Salí al pasillo y me agaché junto a Billy, cuando vi a uno acercarse a la puerta”, dijo la Sra. Lankford a Isabel Davis, autora de un extenso informe llamado Encuentro cercano en Kelly y otros de 1955. “Parecía un lata de gasolina de cinco galones con una cabeza en la parte superior y patas pequeñas. Era un metal brillante y brillante como en mi refrigerador “.
El drama se intensificó cuando Taylor salió bajo el pequeño techo que sobresalía, y aquellos detrás de él vieron una mano en forma de garra que se agachó y tocó su cabello. El grupo gritó y tiró de Taylor hacia atrás mientras Lucky disparaba por encima del alero y luego a otra criatura similar en un árbol cercano. Flotó hasta el suelo y luego corrió hacia el bosque.
Después de que el jefe de la policía local pidió refuerzos, la policía estatal, la policía militar del cercano Fort Campbell y un fotógrafo de la Nueva Era de Kentucky se unieron a su equipo en la granja de Sutton. Allí, los investigadores encontraron casquillos de los disparos, pero ninguna otra evidencia. Tampoco pudieron encontrar pruebas de beber en exceso. Según la matriarca de Sutton, “el licor no estaba permitido en la granja”.
Sin embargo, una vez que la policía y otros se fueron, las criaturas regresaron entre las 2:30 a.m. y el amanecer. La Sra. Lankford dijo que vio uno brillando repetidamente junto a la ventana de su cama, con su mano en forma de garra en la pantalla.
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su notable especificidad y consistencia, a pesar de que los hombres estuvieron fuera de la granja todo el día, incapaces de coordinarse con los demás.
Si bien el incidente finalmente atrajo la atención del programa de investigación de ovnis de la Fuerza Aérea Project Blue Book, los documentos sugieren que su equipo nunca se ocupó oficialmente del asunto, más allá de consultar con sus homólogos de Fort Campbell que habían estado brevemente en la escena la primera noche.
Una de las investigaciones más exhaustivas del incidente de Kelly fue llevada a cabo en 1956 por la ufóloga Isabel Davis, y publicada varias décadas después por el Centro de Estudios OVNI, un grupo fundado por el astrónomo Dr. J. Allen Hynek, investigador civil del Proyecto Libro Azul. Su informe de casi 200 páginas, coescrito con Ted Bloecher, incluye mapas detallados, dibujos, registros documentales, resúmenes de relatos similares en todo el mundo y entrevistas con varios miembros de la familia Sutton e investigadores policiales.
Nacido: 1 de diciembre de 1944 (75 años), West Liberty, KY
Educación: Universidad de Kentucky.
Davis resumió la preocupación de este último por la falta de evidencia física. Pero a su juicio, ninguna de las explicaciones posibles —un engaño deliberado, una obra publicitaria, alucinaciones grupales— tenía sentido. Si bien surgieron preguntas sobre si los jóvenes estaban exagerando (posiblemente alimentados por almacenes ocultos de licor), la fuerte impresión de Davis después de conocer a la Sra. Lankford fue una de una matriarca sombría y sin sentido que aborrecía el centro de atención y no tenía motivos para mentir. Davis señaló que ninguno de los testigos tenía antecedentes de hacer “acusaciones absurdas”.
En 2006, Joe Nickell, investigador principal del Comité Internacional de Investigación Escéptica y un investigador paranormal autodenominado, revisó la evidencia acumulada en un artículo titulado “Asedio de los ‘Pequeños Hombres Verdes’: el incidente
de Kelly, Kentucky en 1955″. En él, levantó sospechas sobre lo que llamó el “testimonio bordado” de Billy Taylor. Igualaba el avistamiento de ovnis de Taylor con informes similares de ese día, que sugerían un pequeño meteorito en las cercanías.
En cuanto a los “pequeños hombres”, Nickell presentó una explicación utilizada para otras historias de encuentros alienígenas: los búhos. En particular, el búho cornudo (también conocido como el búho “ulular”) tiene alas largas que podrían confundirse con brazos, junto con garras, ojos amarillos, orejas largas y cabeza redonda que también podrían coincidir con la descripción de los “pequeños hombres”. En cuanto a su brillo metálico, sugiere Nickell, podrían haber estado reflejando fácilmente la luz de la luna.
Pero aunque se sabe que los búhos son activos al anochecer y extremadamente agresivos al defender su nido, algunos investigadores cuestionan las caracterizaciones de las criaturas como hostiles. Para algunos, su comportamiento esa noche en Kelly parecía ser simplemente … curioso.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 4, 2020