El Senado de Francia cerró el camino ayer jueves a una proposición de ley promovida por los miembros de la rama socialista para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido a la que el Gobierno se había opuesto con el argumento de que no es el momento adecuado para esta reforma.
La cámara alta, dominada por la derecha, desvirtuó la iniciativa de la senadora Marie-Pierre de La Gontrie, al anular con una enmienda el primer artículo en el que se formalizaba el derecho a beneficiarse de “la ayuda activa para morir”.
Esa enmienda promovida por el partido conservador Los Republicanos y adoptada con 161 votos a favor y 142 en contra, vaciaba de contenido el resto del texto en el que se establecía un marco jurídico para recurrir al suicidio asistido o la eutanasia.
Estaba contemplado para personas con patologías “graves e incurables” que tuvieran un sufrimiento físico o psíquico que consideraran inaceptable o que las hubiera dejado en situación de dependencia.
Dos médicos tenían que informar a los que solicitaran esa ayuda activa para morir de las posibilidades terapéuticas y de alternativas de cuidados paliativos.
Una vez que se comprobara que se cumplían todas las condiciones y de presentar sus conclusiones por escrito, debían recibir la confirmación.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, que participó en el debate, se mostró “desfavorable” a la propuesta de La Gontrie, y recordó que la última ley sobre este asunto se había adoptado hace sólo cinco años, en alusión a un texto que se limita a autorizar la sedación profunda en ciertos casos.
Para Verán, que aprovechó para anunciar que en abril se lanzará un nuevo plan de cuidados paliativos, el marco actual permite resolver “la inmensa mayoría de las situaciones difíciles”.
El hecho es que en los últimos casos ha habido sonados casos de personas que han ido de Francia a países vecinos como Suiza o Bélgica para acogerse a los dispositivos de suicidio asistido que allí existen.
El último, a comienzos de este mismo mes, el de la que fue secretaria de Estado para las Personas Mayores, la socialista Paulette Guinchard, que falleció en Suiza a los 71 años.
Otros países europeos han legislado en los últimos tiempos sobre la eutanasia o lo están haciendo ahora donde una propuesta de ley ya fue aprobada por el Congreso de los Diputados y está siendo ahora debatida en el Senado.
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El Senado de Francia cerró el camino ayer jueves a una proposición de ley promovida por los miembros de la rama socialista para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido a la que el Gobierno se había opuesto con el argumento de que no es el momento adecuado para esta reforma.
La cámara alta, dominada por la derecha, desvirtuó la iniciativa de la senadora Marie-Pierre de La Gontrie, al anular con una enmienda el primer artículo en el que se formalizaba el derecho a beneficiarse de “la ayuda activa para morir”.
Esa enmienda promovida por el partido conservador Los Republicanos y adoptada con 161 votos a favor y 142 en contra, vaciaba de contenido el resto del texto en el que se establecía un marco jurídico para recurrir al suicidio asistido o la eutanasia.
Estaba contemplado para personas con patologías “graves e incurables” que tuvieran un sufrimiento físico o psíquico que consideraran inaceptable o que las hubiera dejado en situación de dependencia.
Dos médicos tenían que informar a los que solicitaran esa ayuda activa para morir de las posibilidades terapéuticas y de alternativas de cuidados paliativos.
Una vez que se comprobara que se cumplían todas las condiciones y de presentar sus conclusiones por escrito, debían recibir la confirmación.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, que participó en el debate, se mostró “desfavorable” a la propuesta de La Gontrie, y recordó que la última ley sobre este asunto se había adoptado hace sólo cinco años, en alusión a un texto que se limita a autorizar la sedación profunda en ciertos casos.
Para Verán, que aprovechó para anunciar que en abril se lanzará un nuevo plan de cuidados paliativos, el marco actual permite resolver “la inmensa mayoría de las situaciones difíciles”.
El hecho es que en los últimos casos ha habido sonados casos de personas que han ido de Francia a países vecinos como Suiza o Bélgica para acogerse a los dispositivos de suicidio asistido que allí existen.
El último, a comienzos de este mismo mes, el de la que fue secretaria de Estado para las Personas Mayores, la socialista Paulette Guinchard, que falleció en Suiza a los 71 años.
Otros países europeos han legislado en los últimos tiempos sobre la eutanasia o lo están haciendo ahora donde una propuesta de ley ya fue aprobada por el Congreso de los Diputados y está siendo ahora debatida en el Senado.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 12, 2021