El combate de gladiadores en la Antigua Roma se originó como evento religioso, remontándose a lascostumbres funerarias de los etruscos. Entre estos era tradición que un grupo de la milicia combatiera entre sí para honrar a algún difunto que había ostentado algún cargo importante.
Las gladiadoras fueron llevadas al campo de batalla con el propósito original de proporcionar atractivo sexual al espectáculo típicamente sangriento e intenso.
Si bien los gladiadores usaban faldas, no era ese el único género que competía ¿Había gladiadoras en la antigua Roma? Si, y a menudo luchaban contra animales y niños debido a su sociedad altamente patriarcal (en el sentido tradicional de la palabra, no la deformidad de nuestros días), pero eran parte de la cultura y eran valoradas como animadoras en eventos o festivales populares. Eran populares en la forma en que bailarines exóticos, respiradores de fuego, luchadores profesionales, redes sociales o aplicaciones de teléfono son hoy en día: no eran la norma de cómo la gente se entretenía, pero ciertamente no eran una parte invisible del panorama de los medios, y estaban destinadas para ocasiones especiales.
La historia romana rara vez menciona a las Gladiatrices, porque una vez más, era una sociedad muy machista, y no como la gente la usa en las redes sociales hoy en día, realmente hubo menos pedido de igualdad que la que estamos experimentando en estos días, así que las gladiadoras romanas antiguas aparecen en las historias romanas, en su mayoría eran bajo el cartel de espectáculos exóticos de un evento verdaderamente lujoso. No fueron tomadas en serio exactamente, pero fueron llevadas ante varios reyes y personas de gran importancia para tratar de impresionarlos con algo extravagante. El marketing solía arrojar luz sobre el tipo de pelea que la gente estaría viendo cuando veía a una gladiadora no es en absoluto diferente a cómo se comercializan las luchadoras de la WWE en la actualidad.
En el año 66 d.C., el tipo al que se le atribuye haber visto a Roma arder , Neron, aparentemente hizo que las mujeres y los niños etópicos pelearan como parte de un Munus para impresionar al rey Tiridates I de Armenia. Ahora, para entender lo que eso significa, es necesario saber qué era un munus. Un “munus” era una maldita cosa. Estos eventos comenzarían con una procesión encabezada por guardaespaldas y sirvientes de las personas que organizaban el evento, quienes mostraban lo que era esencialmente el escudo de armas de ese gobernante llamado “fasces”. Esto tenía la intención de significar el poder del magistrado sobre la vida y la muerte. Los trompetistas salían y tocaban una fanfarria real mientras las imágenes de deidades adornaban todo para que cada acto en el munus fuera “observado” por los dioses. Esto fue seguido luego por un escriba que era la versión romana antigua de un locutor deportivoque registraría el resultado de la contienda. Luego hacía su aparición un hombre llevando ramas de palmera con las que se honraría a los vencedores, tras lo cual se presentaba el magistrado y depositaba las armas, escudos y armaduras que usarían los gladiadores.
Ahora, en la Antigua Roma, los gladiadores se parecían mucho a los boxeadores de élite de nuestros días tanto en fama como en riqueza, para los más populares, hasta el punto en que el atleta mejor pagado de todos los tiempos, ajustado a la inflación, sigue siendo un gladiador romano. tenía patrocinios.
Una Gladiatrix se llamaba “Mevia”, una cazadora de bestias que mataba jabalíes en la arena con una lanza en la mano y los pechos expuestos como parte del show.
En realidad, hay poca o ninguna evidencia de que las gladiadoras reciban algún tipo de entrenamiento. La antigua Roma tenía muchas escuelas de gladiadores, pero los estudiosos han sugerido que algunas mujeres pueden haberse entrenado en el “Collegia luvenum”, que eran básicamente escuelas para que los niños aprendan a ser más masculinos.
Las gladiadoras vestían un taparrabos que -con la acción- fácilmente se alzaba o se caía y revelaba su mitad inferior durante el transcurso de la batalla.
Ahora, ser una gladiadora romana significaba que eras de clase baja. Una inscripción de alrededor del 200 d. C. menciona a las gladiadoras y las describe como de la clase social mencionada, algunas de ellas sufriendo por ser vistas como autoindulgentes y avergonzarse a sí mismas, a su género y al “orden social” de Roma. Las cazadoras de bestias, por otro lado, tenían una gran reputación por su coraje y habilidad (pero aún enfrentaban el hecho de que eran esencialmente ciudadanas de clase baja por sus logros). Una mujer mató a un león, lo que se conoce como una hazaña hercúlea, que se reflejó respeto en el emperador Titus. Pero luego estaban las mujeres como Mevia, que cazaban jabalíes “como un hombre” y luego se ponían en cuclillas para orinar frente a un estadio lleno de gente.
Las gladiadoras eran una señal de mala moral. Un emperador, Cómodo, incluyó el atletismo femenino tradicional griego en los Juegos Olímpicos y fue recibido con gritos y abucheos de toda la multitud, prohibiendo esa práctica a partir del 200 d.C.
Los gladiadores recibieron entierros especiales después de su muerte, generalmente en cementerios separados, generalmente destinados a personas de su clase y profesión. Las gladiadoras eran enterradas fuera de los cementerios con lámparas de cerámica de Anubis, que la llevaría a la otra vida. Las gladiadoras eran una fuerza a tener en cuenta, ya que tenían que superar su estatus, clase social, género, falta de entrenamiento y físico, incluso para obtener algo de reconocimiento que no lograron en su tiempo, ni consiguen aún hoy en los libros de historia.
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El combate de gladiadores en la Antigua Roma se originó como evento religioso, remontándose a las costumbres funerarias de los etruscos. Entre estos era tradición que un grupo de la milicia combatiera entre sí para honrar a algún difunto que había ostentado algún cargo importante.
Si bien los gladiadores usaban faldas, no era ese el único género que competía ¿Había gladiadoras en la antigua Roma? Si, y a menudo luchaban contra animales y niños debido a su sociedad altamente patriarcal (en el sentido tradicional de la palabra, no la deformidad de nuestros días), pero eran parte de la cultura y eran valoradas como animadoras en eventos o festivales populares. Eran populares en la forma en que bailarines exóticos, respiradores de fuego, luchadores profesionales, redes sociales o aplicaciones de teléfono son hoy en día: no eran la norma de cómo la gente se entretenía, pero ciertamente no eran una parte invisible del panorama de los medios, y estaban destinadas para ocasiones especiales.
La historia romana rara vez menciona a las Gladiatrices, porque una vez más, era una sociedad muy machista, y no como la gente la usa en las redes sociales hoy en día, realmente hubo menos pedido de igualdad que la que estamos experimentando en estos días, así que las gladiadoras romanas antiguas aparecen en las historias romanas, en su mayoría eran bajo el cartel de espectáculos exóticos de un evento verdaderamente lujoso. No fueron tomadas en serio exactamente, pero fueron llevadas ante varios reyes y personas de gran importancia para tratar de impresionarlos con algo extravagante. El marketing solía arrojar luz sobre el tipo de pelea que la gente estaría viendo cuando veía a una gladiadora no es en absoluto diferente a cómo se comercializan las luchadoras de la WWE en la actualidad.
Ahora, en la Antigua Roma, los gladiadores se parecían mucho a los boxeadores de élite de nuestros días tanto en fama como en riqueza, para los más populares, hasta el punto en que el atleta mejor pagado de todos los tiempos, ajustado a la inflación, sigue siendo un gladiador romano. tenía patrocinios.
Una Gladiatrix se llamaba “Mevia”, una cazadora de bestias que mataba jabalíes en la arena con una lanza en la mano y los pechos expuestos como parte del show.
En realidad, hay poca o ninguna evidencia de que las gladiadoras reciban algún tipo de entrenamiento. La antigua Roma tenía muchas escuelas de gladiadores, pero los estudiosos han sugerido que algunas mujeres pueden haberse entrenado en el “Collegia luvenum”, que eran básicamente escuelas para que los niños aprendan a ser más masculinos.
Ahora, ser una gladiadora romana significaba que eras de clase baja. Una inscripción de alrededor del 200 d. C. menciona a las gladiadoras y las describe como de la clase social mencionada, algunas de ellas sufriendo por ser vistas como autoindulgentes y avergonzarse a sí mismas, a su género y al “orden social” de Roma. Las cazadoras de bestias, por otro lado, tenían una gran reputación por su coraje y habilidad (pero aún enfrentaban el hecho de que eran esencialmente ciudadanas de clase baja por sus logros). Una mujer mató a un león, lo que se conoce como una hazaña hercúlea, que se reflejó respeto en el emperador Titus. Pero luego estaban las mujeres como Mevia, que cazaban jabalíes “como un hombre” y luego se ponían en cuclillas para orinar frente a un estadio lleno de gente.
Las gladiadoras eran una señal de mala moral. Un emperador, Cómodo, incluyó el atletismo femenino tradicional griego en los Juegos Olímpicos y fue recibido con gritos y abucheos de toda la multitud, prohibiendo esa práctica a partir del 200 d.C.
Los gladiadores recibieron entierros especiales después de su muerte, generalmente en cementerios separados, generalmente destinados a personas de su clase y profesión. Las gladiadoras eran enterradas fuera de los cementerios con lámparas de cerámica de Anubis, que la llevaría a la otra vida. Las gladiadoras eran una fuerza a tener en cuenta, ya que tenían que superar su estatus, clase social, género, falta de entrenamiento y físico, incluso para obtener algo de reconocimiento que no lograron en su tiempo, ni consiguen aún hoy en los libros de historia.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 4, 2021