“Castro lanzó un plan educacional magistral en Cuba cuando asumió el poder“. dijo el senador Bernie Sanders en plena campaña para la nominación presidencial demócrata, y lo expresó semanas antes de que llegara el Super Martes III, que incluye a Florida.
[ezcol_1half]
El sincero gesto verbal del veterano dirigente se convirtió en una especie de espada de Damócles, más aún cuando miembros de su propio partido comenzaron a criticarlo. Para qué mencionar esto? Para qué hacerlo en plena campaña? Para qué difundirlo cuando Florida estaba a la vuelta de la esquina? Uno de los estados más competitivos en cualquier elección (Hizo caer a Gore en el 2000) Florida tiene una astronómica cantidad de hispanos, de los cuales un alto porcentaje son Cubanos. En los últimos años nicaraguenses y salvadoreños le han disputado el segundo cetro a mexicanos y portorriqueños. De que han escapado? Los de El Salvador, de la desgarradora contienda civil de 1980 y que duró 12 años. Los de Nicaragua, de las garras de los Somozas, de los Sandinistas, de los Ortega. Y los cubanos, por supuesto, del régimen totalitario de Fidel Castro.
En que benefició a Sanders traer al ojo público el “logro” de Castro? En tratar de imponer una verdad a medias. Es cierto que el plan para desterrar el analfabetismo de Cuba, funcionó. Desde su toma de poder en 1959, los ciudadanos de Cuba pasaron del 80 por ciento al 96.7 por ciento… en sesenta años…
Pensar que ese margen de superación no es importante sería necio. También lo es enfrentarlo al espejo de la lectura aceptada en la isla hasta el día de hoy.
En la calle 8, cerca de la Embajada Argentina en Miami, hay un pintoresco bar. En realidad luce como el pasillo lateral de una propiedad horizontal, convertido en local de bebidas. Alli pasaba sus días un cubano que me relató sus vivencias de juventud en los casinos de la Habana. Allí, la esposa de un empresario americano le había dejado una copia de The Catcher in the Rye (El Cazador entre el Centeno) de Salinger, pocos meses antes que estallara la “Revolución”. Este hombre había quedado emocionado por las desventuras que el autor le destinaba a Holden Caufield, de manera que aguardaba comprar algún otro libro del mismo escritor. Debido a que Castro prohibía todo tipo de lectura que no sea alabanzas a su persona o al partido, el ahora cubano-americano pasó sus días imaginando historias, especulando con tramas, nudos y posibles personajes. Fanny y Zooey fue publicado en 1961. Nuestro Hombre en Miami recién lo pudo leer en 1982, dos años después de haber dejado Puerto Mariel.
Este es el tipo de gente que llegó a América, o a Estados Unidos de América desesperados y aterrorizados por el totalitarismo comunista. Por qué querer encontrarse nuevamente con el en las tierras del libre mercado? Sanders era la posibilidad amenazante. Sanders ofrecía algo similar. El mundo hispano de la Florida le dijo no. Biden obtenía el 62 por ciento de los votos. Sanders, el 20. Claro mensaje.
Votantes mayores de 65 años, los moderados y los afroamericanos también llevaron al ex vicepresidente Joe Biden a su victoria primaria en Florida. Esos grupos de votación apoyaron a Biden en grandes cantidades, con más de tres cuartos de cada uno respaldando al ex vicepresidente en la lucha primaria contra el senador de Vermont Bernie Sanders. Esta porción puede tener una razón diferente.
Los votantes del Estado dijeron que preferían un candidato que uniría al país, aquellos que se oponen a un sistema de atención médica gratuita sin saber de donde saldrá el capital y los electores que quieren un candidato que pueda vencer a Trump también apoyaron a Biden.
En las elecciones demócratas de año 2016, Sanders perdió Florida ante Hillary Clinton. Algunos grupos con los que Sanders se desempeñó bien en 2016, como los hombres blancos e independientes, no lo siguieron ahora, en 2020. En 2016, el 52% de los hombres blancos apoyaron a Sanders para la nominación, mientras que solo una cuarta parte lo hizo en 2020. En 2020, la mitad de los votantes demócratas independientes en Florida apoyaron a Biden para la nominación. Eso es un cambio desde 2016, cuando el 55% de los votantes en el estado respaldó a Sanders. En ese entonces, Sanders no veneraba a Castro.
Existe en Estados Unidos una corriente de izquierda mayormente agrupada en jóvenes que quieren un mundo mejor, en periodistas que jamas han pasado más de una semana en tierras socialistas o comunistas. Intelectuales de café con ideas radicales que promulgan que no hay que temerle a las ideologias de este calibre. Lo cierto es -y la historia lo ha probado- que el pueblo trabajador respira, suda, sufre, paga impuestos y sobrevive el hambre como comunista. Sus líderes respiran, disfrutan, acaparan ganancias como capitalistas, con la connotación negativa que tiene esta palabra.
♣
Por FABIAN KUSSMAN
“Castro lanzó un plan educacional magistral en Cuba cuando asumió el poder“. dijo el senador Bernie Sanders en plena campaña para la nominación presidencial demócrata, y lo expresó semanas antes de que llegara el Super Martes III, que incluye a Florida.
[ezcol_1half]El sincero gesto verbal del veterano dirigente se convirtió en una especie de espada de Damócles, más aún cuando miembros de su propio partido comenzaron a criticarlo. Para qué mencionar esto? Para qué hacerlo en plena campaña? Para qué difundirlo cuando Florida estaba a la vuelta de la esquina? Uno de los estados más competitivos en cualquier elección (Hizo caer a Gore en el 2000) Florida tiene una astronómica cantidad de hispanos, de los cuales un alto porcentaje son Cubanos. En los últimos años nicaraguenses y salvadoreños le han disputado el segundo cetro a mexicanos y portorriqueños. De que han escapado? Los de El Salvador, de la desgarradora contienda civil de 1980 y que duró 12 años. Los de Nicaragua, de las garras de los Somozas, de los Sandinistas, de los Ortega. Y los cubanos, por supuesto, del régimen totalitario de Fidel Castro.
En que benefició a Sanders traer al ojo público el “logro” de Castro? En tratar de imponer una verdad a medias. Es cierto que el plan para desterrar el analfabetismo de Cuba, funcionó. Desde su toma de poder en 1959, los ciudadanos de Cuba pasaron del 80 por ciento al 96.7 por ciento… en sesenta años…
Pensar que ese margen de superación no es importante sería necio. También lo es enfrentarlo al espejo de la lectura aceptada en la isla hasta el día de hoy.
En la calle 8, cerca de la Embajada Argentina en Miami, hay un pintoresco bar. En realidad luce como el pasillo lateral de una propiedad horizontal, convertido en local de bebidas. Alli pasaba sus días un cubano que me relató sus vivencias de juventud en los casinos de la Habana. Allí, la esposa de un empresario americano le había dejado una copia de The Catcher in the Rye (El Cazador entre el Centeno) de Salinger, pocos meses antes que estallara la “Revolución”. Este hombre había quedado emocionado por las desventuras que el autor le destinaba a Holden Caufield, de manera que aguardaba comprar algún otro libro del mismo escritor. Debido a que Castro prohibía todo tipo de lectura que no sea alabanzas a su persona o al partido, el ahora cubano-americano pasó sus días imaginando historias, especulando con tramas, nudos y posibles personajes. Fanny y Zooey fue publicado en 1961. Nuestro Hombre en Miami recién lo pudo leer en 1982, dos años después de haber dejado Puerto Mariel.
Este es el tipo de gente que llegó a América, o a Estados Unidos de América desesperados y aterrorizados por el totalitarismo comunista. Por qué querer encontrarse nuevamente con el en las tierras del libre mercado? Sanders era la posibilidad amenazante. Sanders ofrecía algo similar. El mundo hispano de la Florida le dijo no. Biden obtenía el 62 por ciento de los votos. Sanders, el 20. Claro mensaje.
Votantes mayores de 65 años, los moderados y los afroamericanos también llevaron al ex vicepresidente Joe Biden a su victoria primaria en Florida. Esos grupos de votación apoyaron a Biden en grandes cantidades, con más de tres cuartos de cada uno respaldando al ex vicepresidente en la lucha primaria contra el senador de Vermont Bernie Sanders. Esta porción puede tener una razón diferente.
Los votantes del Estado dijeron que preferían un candidato que uniría al país, aquellos que se oponen a un sistema de atención médica gratuita sin saber de donde saldrá el capital y los electores que quieren un candidato que pueda vencer a Trump también apoyaron a Biden.
En las elecciones demócratas de año 2016, Sanders perdió Florida ante Hillary Clinton. Algunos grupos con los que Sanders se desempeñó bien en 2016, como los hombres blancos e independientes, no lo siguieron ahora, en 2020. En 2016, el 52% de los hombres blancos apoyaron a Sanders para la nominación, mientras que solo una cuarta parte lo hizo en 2020. En 2020, la mitad de los votantes demócratas independientes en Florida apoyaron a Biden para la nominación. Eso es un cambio desde 2016, cuando el 55% de los votantes en el estado respaldó a Sanders. En ese entonces, Sanders no veneraba a Castro.
Existe en Estados Unidos una corriente de izquierda mayormente agrupada en jóvenes que quieren un mundo mejor, en periodistas que jamas han pasado más de una semana en tierras socialistas o comunistas. Intelectuales de café con ideas radicales que promulgan que no hay que temerle a las ideologias de este calibre. Lo cierto es -y la historia lo ha probado- que el pueblo trabajador respira, suda, sufre, paga impuestos y sobrevive el hambre como comunista. Sus líderes respiran, disfrutan, acaparan ganancias como capitalistas, con la connotación negativa que tiene esta palabra.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]
Hispanos en Principales ciudades de Florida
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 17, 2020